Slow Food critica a Santi Santamaria

"Modernidad y tradición no son antitéticas. El hecho de que se defiendan las corrientes naturalistas, asentadas en la defensa de la biodiversidad y los elementos patrimoniales de la alimentación no tiene por qué criminalizar al profesional de la cocina. Nos unimos a la queja pública que los compañeros de Eurotoques han realizado contra Santi Santamaria".

Así se afirma en el manifiesto que ayer colgó en su web española (www.slowfood.es) Slow Food, asociación internacional que defiende la ecogastronomía: el disfrute gastronómico responsable y la defensa de la biodiversidad a...

"Modernidad y tradición no son antitéticas. El hecho de que se defiendan las corrientes naturalistas, asentadas en la defensa de la biodiversidad y los elementos patrimoniales de la alimentación no tiene por qué criminalizar al profesional de la cocina. Nos unimos a la queja pública que los compañeros de Eurotoques han realizado contra Santi Santamaria".

Así se afirma en el manifiesto que ayer colgó en su web española (www.slowfood.es) Slow Food, asociación internacional que defiende la ecogastronomía: el disfrute gastronómico responsable y la defensa de la biodiversidad agroalimentaria. "La innovación ha incorporado elementos tecnológicos hasta hacer de la abstracción y deconstrucción de los alimentos un espectáculo que hace revivir el mundo de la cocina, condenada a la repetición mecánica impuesta por los modelos industriales", dice el manifiesto. Pone de relieve que "el chef Santi Santamaria ha intervenido contra estilos y formas que han elevado el prestigio de la cocina española".

El movimiento Slow Food fue creado en 1986 por el escritor italiano Carlo Petrini y agrupa a más de 80.000 personas en un centenar de países. Su filosofía se centra en el rechazo a la macdonalización de la comida, a la mediocridad y los fraudes. Parte clave de su faceta educativa es la Universidad de Ciencias Gastronómicas, en Bra (Piamonte).

Por su parte, la Asociación Mundial de Sommeliers (WSA) lanzó ayer otro comunicado en el que lamenta "profundamente todo lo acontecido respecto a las declaraciones en contra de la élite de la gastronomía española". "Salimos en defensa de Ferran Adrià, Juli Soler y el Bulli, así como a todos los cocineros y sumilleres que trabajan día a día en pro de ofrecer calidad y creación". "Atacar a la cocina es atacar a una de las industrias más importantes de nuestro país y a su imagen en el exterior", añade la WSA.