Irán ya bombardeó
Irán ya cruzó la frontera con el Kurdistán iraquí. Sin llegar a desplegar fuerzas terrestres como ahora planea Turquía, la artillería iraní bombardeó este verano a los rebeldes kurdos que operan contra su territorio desde Irak. Lo confirmó a finales de septiembre el general Yahia Rahim Safaví, ex jefe de los Pasdarán y actual consejero especial del líder supremo, Alí Jamenei, para asuntos militares.
"Advertimos al Gobierno iraquí para que retirara las bases [del Partido de la Vida Libre en Kurdistán, el PJAK], pero, desgraciadamente, la región del Kurdistán no escuchó", declaró Safaví a...
Irán ya cruzó la frontera con el Kurdistán iraquí. Sin llegar a desplegar fuerzas terrestres como ahora planea Turquía, la artillería iraní bombardeó este verano a los rebeldes kurdos que operan contra su territorio desde Irak. Lo confirmó a finales de septiembre el general Yahia Rahim Safaví, ex jefe de los Pasdarán y actual consejero especial del líder supremo, Alí Jamenei, para asuntos militares.
"Advertimos al Gobierno iraquí para que retirara las bases [del Partido de la Vida Libre en Kurdistán, el PJAK], pero, desgraciadamente, la región del Kurdistán no escuchó", declaró Safaví a la cadena iraní en inglés Press TV. "Por eso nos consideramos legitimados para atacarlas y han estado bajo el fuego de nuestra artillería". El PJAK es un grupo separatista afiliado al Partido de los Trabajadores del Kurdistán (PKK), que opera en Turquía.
Era la primera vez que Teherán reconocía su intervención después de cuatro semanas de desmentidos. Entre mediados de agosto y mediados de septiembre, al menos 2.500 kurdos iraquíes se vieron obligados a abandonar sus hogares en una docena de aldeas situadas en las montañas de Qandil a causa de los bombardeos, que el ministro iraquí de Exteriores, el kurdo Hoshyar Zebari, calificó de "indiscriminados y desproporcionados para la amenaza que plantean a Irán".
La operación de castigo iraní puso de relieve el riesgo de que estalle un conflicto regional en respuesta a las acciones de los grupos separatistas kurdos de Irán y Turquía, estimulados por la autonomía de sus hermanos iraquíes. Entretanto, la población local de Qandil teme verse atrapada en lo que algunos observadores ya han calificado de "guerra clandestina" contra Irán. El Gobierno de Teherán está convencido de que detrás de la actividad del PJAK se encuentra la mano de EE UU.