Huelga en la sanidad pública

La protesta no para Osakidetza, pese a su alto seguimiento en Atención Primaria y Guipúzcoa

El Servicio de Salud ordena contratar a todos los médicos que concluyan su formación este año

La huelga de 24 horas convocada por el Sindicato Médico de Euskadi (SME) no logró paralizar ayer la actividad de Osakidetza, a pesar del alto seguimiento que tuvo en territorio guipuzcoano y en Atención Primaria. Como es habitual en estos casos, las cifras ofrecidas por el Servicio Vasco de Salud y los convocantes del paro ase lejaron de manera notable. Mientras el SME cifró en un 90% de media el seguimiento en Atención Primaria y no ofreció datos concretos sobre los hospitales, a excepción de los guipuzcoanos, en los que cifró el seguimiento en un 100%, Osakidetza redujó el alcance del paro a...

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La huelga de 24 horas convocada por el Sindicato Médico de Euskadi (SME) no logró paralizar ayer la actividad de Osakidetza, a pesar del alto seguimiento que tuvo en territorio guipuzcoano y en Atención Primaria. Como es habitual en estos casos, las cifras ofrecidas por el Servicio Vasco de Salud y los convocantes del paro ase lejaron de manera notable. Mientras el SME cifró en un 90% de media el seguimiento en Atención Primaria y no ofreció datos concretos sobre los hospitales, a excepción de los guipuzcoanos, en los que cifró el seguimiento en un 100%, Osakidetza redujó el alcance del paro al 20,94% de los 4.212 médicos que debían trabajar ayer. En cualquier caso, el SME advirtió de que el paro es sólo el primer aviso del "gran conflicto" que se avecina.

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Osakidetza capeó el temporal, algo a lo que se está acostumbrando en los últimos dos años por el alto nivel de conflictividad que existe en su seno, con continuas protestas, movilizaciones y paros organizados por los sindicatos. Ahora les ha tocado a los médicos y el de ayer fue el segundo capítulo, tras el reciente paro de casi un mes de duración mantenido por los Médicos Internos Residentes (MIR) y previo al convocado por la Federación de Facultativos de Hospitales de Euskadi para el próximo 22 de junio. La actividad asistencial continuó ayer adelante con las naturales molestias para los usuarios, que en algunos casos debieron volver a sus casas al comprobar que se había anulado su consulta.

Con los datos que emplea para posteriormente aplicar los correspondientes descuentos en las nóminas, Osakidetza cifró la incidencia global del paro en un 20,71% en Álava, el 10,28% en Vizcaya y el 40,34% en Guipúzcoa. En Atención Primaria superó el 31%. En cuanto a los hospitales más significativos, éstos son algunos de los porcentajes que ofreció: 21,58% en Txagorritxu, 4% en Cruces, 10,6% en Basurto y 43,9% en el complejo Donostia. En este último centro, su asamblea de médicos (independiente del SME) también llamó a secundar la protesta.

A la hora de evaluar cómo había transcurrido la jornada, la directora de Osakidetza, Gloria Quesada, se mostró muy comedida en una rueda de prensa en Vitoria y eludió cualquier descalificación hacia los organizadores de la huelga. Ni siquiera intentó minimizar su efecto. "Vamos a seguir hablando con el SME para intentar por todos los medios y con las posibilidades que contamos dar una solución a este desencuentro", dijo. En esta línea anunció que ha dado orden a todos los hospitales y centros de salud para que contraten a todos los médicos que terminan su periodo de formación este año: 86 en Atención Primaria y 133 especialistas.

Fidelidad al proyecto

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A todos se les hará un contrato de un año y se intentará que permanezcan, siempre que sea posible, en sus servicios y en los centros donde han realizado la residencia. Con esta medida, Osakidetza intenta fidelizar a los facultativos a su proyecto en un momento en el que su déficit ha hecho sonar las sirenas de alarma. Esos contratos de un año, y no por meses o de sustitución, deben contribuir, según el director de Recursos Humanos de Osakidetza, José Andrés Blasco, a paliar las necesidades, que en los próximos años serán más acuciantes en ciertas especialidades, como medicina de familia.

A renglón seguido, Quesada dirigió su mensaje hacia la población en general para hacer hincapié en que Euskadi disfruta de uno de los "mejores" sistemas sanitarios de Europa.

El SME no se mostró tan optimistas y advirtió de que el paro es el primer aviso de lo que puede venir tras el verano si el Gobierno no da un giro radical y comienza a inyectar "dinero" en serio en la sanidad pública. Con la movilización de ayer, el sindicato ha pretendido mostrar el deterioro en la actividad asistencial por la falta de previsión y la inacción de los gestores sanitarios, que "han vivido de las rentas".

El secretario general del SME, Kepa Urigoitia, admitió que en los últimos días se han producido algunos acercamientos con Osakidetza en cuestiones como la retribución de las guardias o el complemento de exclusividad. Sin embargo, el paro ha sido inevitable porque los desacuerdos persisten en aspectos de gran relevancia como el desarrollo de la carrera profesional, cuya renegociación exigen.

"No se trata de un paro sólo para pedir más dinero, sino que lo que nos preocupa es la calidad que se le puede prestar al paciente. Para ello hace falta invertir más", puntualizó Urigoitia.

Desde la Asamblea de Médicos de Atención Primaria de Guipúzcoa, su portavoz Agustín Gutiérrez recalcó la necesidad de redactar una nueva carrea profesional y, sobre todo, rebajar el cupo de pacientes asignados a cada médico, informa Yolanda Montero. "Para bajar a ratios razonables de unos 1.200 pacientes por médico [en la actualidad es de 1.800] necesitaríamos casi 500 médicos más. Osakidetza tiene que hacer el esfuerzo", insistió.

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