'Los libros de artista de Chillida' resume su diálogo con escritores, creadores y pensadores
¿Qué clase de espacio hace posibles los límites en el mundo del espíritu? ¿No será el paso decisivo para un artista el estar con frecuencia desorientado? Son éstas algunas de las preguntas a las que trató de dar respuesta a lo largo de su vida el escultor Eduardo Chillida (San Sebastián 1924-2002). Lo hizo a través de su intensa actividad artística, lo hizo especialmente con la escultura, en su lucha por encontrar soluciones al vacío. El escultor dialogó a través del papel con poetas, filósofos y artistas. En sus libros, que se exponen desde ayer y hasta el 20 de mayo en la Biblioteca Nacional...
¿Qué clase de espacio hace posibles los límites en el mundo del espíritu? ¿No será el paso decisivo para un artista el estar con frecuencia desorientado? Son éstas algunas de las preguntas a las que trató de dar respuesta a lo largo de su vida el escultor Eduardo Chillida (San Sebastián 1924-2002). Lo hizo a través de su intensa actividad artística, lo hizo especialmente con la escultura, en su lucha por encontrar soluciones al vacío. El escultor dialogó a través del papel con poetas, filósofos y artistas. En sus libros, que se exponen desde ayer y hasta el 20 de mayo en la Biblioteca Nacional, en Madrid (paseo de Recoletos, 20), se pueden contemplar 24 ejemplares con más de 120 obras realizadas a partir de 1956 en sus colaboraciones con autores como André Frénaud, Martin Heidegger, Cioran, Jorge Guillén o José Ángel Valente. En Los libros de artista de Chillida: una constelación estética, el visitante puede observar prácticamente todas las ediciones originales realizadas por el artista en el campo del libro, en las que se reflejan los excepcionales y creativos diálogos que mantuvo a lo largo de su vida. Uno de los espacios especialmente delicados de la muestra es la colaboración que mantuvo con el filósofo Martin Heidegger en un libro para el que creó la litografía de portada y siete litografías-collages.
La importancia del libro de artista en el trabajo creativo de Chillida no puede considerarse un elemento menor ni secundario en su producción, sino que condensa, resume y se aproxima a la escultura en la que trabajó durante medio siglo para resaltar en el espacio la naturaleza de lo plástico, lo que le llevó a ser considerado uno de los grandes escultores del siglo XX.
Los comisarios Juan Ignacio García Velilla y Jaime González Lavagne han planteado un recorrido cronológico en el que se puede comprobar "la evolución iconográfica del autor, apreciándose los paralelismos entre esa evolución iconográfica y la escultura". Las obras para este recorrido bibliográfico han sido cedidas por Chillida Leku y la Galería Altxerri de San Sebastián.
Los libros de artista de Chillida contiene también dibujos de manos, que han sido una constante en la producción del escultor, tan genial dibujante desde que era joven que él mismo se imponía la disciplina de dibujar con la mano izquierda.