Los médicos de los hospitales amplían la huelga a siete días

Amenazan con extender el paro a otros colectivos y poner en jaque la sanidad

Son 1.200 médicos con especialidad, pero sin plaza. Algunos llevan seis años firmando contratos de un día con hospitales del Sergas y todos se manifiestan hartos de la precariedad "salvaje" en la que trabajan. El colectivo que los agrupa y cinco sindicatos han convocado una huelga para los días 15, 16, 22, 23 y 28 de febrero y el 1 y 2 de marzo. Los promotores aseguran que en unos días se podrían unir al paro facultativos de atención primaria.

"Sufrimos una política de contratación encadenada desde 1996. Lo hacía el anterior gobierno y éstos [el bipartito] no lo han cambiado". Milagros ...

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Son 1.200 médicos con especialidad, pero sin plaza. Algunos llevan seis años firmando contratos de un día con hospitales del Sergas y todos se manifiestan hartos de la precariedad "salvaje" en la que trabajan. El colectivo que los agrupa y cinco sindicatos han convocado una huelga para los días 15, 16, 22, 23 y 28 de febrero y el 1 y 2 de marzo. Los promotores aseguran que en unos días se podrían unir al paro facultativos de atención primaria.

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"Sufrimos una política de contratación encadenada desde 1996. Lo hacía el anterior gobierno y éstos [el bipartito] no lo han cambiado". Milagros Moldes es portavoz de la asociación que representa a los 1.200 médicos especialistas que trabajan en los hospitales gallegos sin plaza (500 interinos y 700 con "contratos basura"). Su colectivo y cinco sindicatos (CIG, CSI-CSIF, CESM, CC OO y Omega) han convocado una huelga con la que pretenden forzar a la Consellería de Sanidade a resolver su situación laboral. Los facultativos piden garantías "por escrito" de que se crearán plazas para todos y cambios para que las oposiciones que se han convocado este año sean "objetivas".

Los organizadores de la protesta han ofrecido a Sanidade que se siente a negociar con ellos desde el jueves, pero el departamento de la socialista María José Rubio no ha querido aclarar cuál será su postura ante el conflicto que se le avecina. Hace unos días los facultativos enviaron a la consellería un documento con sus reivindicaciones. "Si el Sergas accede a todas nuestras reivindicaciones pararemos la huelga, pero no aceptaremos maniobras dilatorias", afirma Moldes.

Los huelguistas exigen a la Xunta que resuelva la precariedad con la que trabajan. Para ello reclaman en primer lugar modificaciones en la oferta pública de empleo que convocó la consellería en diciembre. Consideran que las 499 plazas de médicos especialistas que se pretenden cubrir con estas oposiciones son insuficientes y piden que se eleve la cifra a 700. La convocatoria debe además especificar los temarios, demandan los facultativos, e incluir criterios para que los miembros de los tribunales no sean elegidos "a dedo".

Las reivindicaciones de los médicos sin plaza van más allá de este año. Los promotores de la huelga de siete días piden a Sanidade que publique en el Diario Oficial de Galicia su compromiso de convocar otras oposiciones en 2008 para cubrir los 500 puestos restantes y darle plaza a todos los especialistas que trabajan desde hace años en los hospitales del Sergas en condiciones precarias.

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Suficiente sangre

Según los organizadores de la protesta, las muestras de solidaridad que están recibiendo de otros compañeros, incluidos los funcionarios, apunta a que "en cualquier momento" el conflicto se podría extender a otros ámbitos de la sanidad pública. Los convocantes no descartan que los especialistas sin plaza de atención primaria se unan al paro a partir del 22 de febrero y, después, otros colectivos.

Y mientras se caldea el ambiente en los centros hospitalarios, llega la calma al Centro de Transfusións de Galicia. El recinto que recoge la sangre donada por los gallegos para distribuirla por los hospitales ha superado ya el bajón en sus reservas que se registró en los últimos días. El director del servicio, Julio Cabrera, aseguró ayer que "gracias a la generosidad de la gente" se ha restablecido la "normalidad".

El responsable del centro sostiene que el último descenso en los bancos de sangre es uno más de los varios que se producen a lo largo del año, sobre todo en periodos de vacaciones como la Navidad o el verano. Cabrera explica que su servicio suministra a los hospitales no sólo para realizar intervenciones quirúgicas, sino también para trasplantes y tratamientos oncológicos y de anemias. "Hay que adecuar la programación a todas esas incidencias y eso no es fácil", argumenta.

Cabrera considera que la alarma surgida estos días por la falta de sangre fue "exagerada". "Hay que ser prudentes y no hacer llamamientos angustiosos, porque el día que se necesite de verdad nuestros donantes no se lo creerán", advierte.

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