Reportaje:

Juicio al primer ministro

Un telefilme satírico y una obra de teatro juzgan la actuación de Blair en la guerra de Irak

La guerra de Irak ha dentado la popularidad de Tony Blair y puede conducir al primer ministro británico al banquillo de los acusados. Al menos en el terreno de la ficción ya ha sucedido. En la comedia satírica The trial of Tony Blair (El juicio de Tony Blair), el líder laborista es extraditado a La Haya para responder ante el Tribunal Internacional por su directa responsabilidad en una guerra ilegal contra el régimen iraquí. El programa se estrenó el lunes en un canal digital y volvió a emitirse ayer, esta vez en abierto, en Channel 4.

No es el único trabajo que pone en tela de j...

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La guerra de Irak ha dentado la popularidad de Tony Blair y puede conducir al primer ministro británico al banquillo de los acusados. Al menos en el terreno de la ficción ya ha sucedido. En la comedia satírica The trial of Tony Blair (El juicio de Tony Blair), el líder laborista es extraditado a La Haya para responder ante el Tribunal Internacional por su directa responsabilidad en una guerra ilegal contra el régimen iraquí. El programa se estrenó el lunes en un canal digital y volvió a emitirse ayer, esta vez en abierto, en Channel 4.

No es el único trabajo que pone en tela de juicio la actuación de Blair en vísperas de su anticipada dimisión al frente del Gobierno laborista. El teatro Tricycle de Londres ha encargado a relevantes abogados que valoren si hay argumentos y pruebas suficientes para procesar a Blair por un delito de "agresión contra Irak". El resultado de la investigación dará cuerpo a una obra de teatro, titulada Called to account (Pidiéndole cuentas, en su traducción literal), que se estrenará en la sala del Tricycle el próximo 19 de abril. Al final de cada representación, la audiencia decidirá si los argumentos expuestos tienen peso para enjuiciar al primer ministro.

Blair pierde el juicio de extradición en el programa de Channel 4. La sátira traslada la acción a 2010, con el primer ministro y su mujer Cherie mudándose definitivamente de Downing Street. Su sucesor, Gordon Brown, gobierna con una corta mayoría de dos escaños y maniobrará contra su eterno rival: "El pueblo ya no quiere carisma, quiere honestidad", le dice a Blair. La Casa Blanca, que controla la presidenta Hillary Clinton, también dará la espalda al fiel amigo de EE UU.

El actor Robert Lindsay saca partido a los gestos y posturas de Blair, pero al guión de Alistair Beaton le falta realismo, particularmente en los detalles, restando fuerza a la obra.

En la realidad, en cambio, se asienta la producción del Tricycle, Called to account. Este mes, dos abogados del despacho Matrix, el mismo donde ejerce Cherie Booth (Blair), han comenzado a tomar declaración a los testigos de un juicio ficticio contra el primer ministro. En su defensa actúa Julian Knowles, quien defendió a Pinochet en el proceso de extradición iniciado por el juez Garzón. Blair tiene en su contra a Phillipe Sands, profesor de Derecho en la University London College y abogado, entre otros casos, de presos de Guantánamo.

Diputados, diplomáticos, letrados, funcionarios, oficiales de Naciones Unidas, agentes de inteligencia y periodistas conforman los testigos de esta arriesgada producción. Aún no se han dado a conocer sus identidades, aunque se barajan los nombres de la ex ministra y crítica de Blair, Clare Short; el ex inspector de armamento de la ONU, Scott Ritter; y, entre otros, el subsecretario del Ministerio británico de Defensa, sir Michael Quinlan. Con las declaraciones de los testigos y las valoraciones de ambos letrados, el autor y periodista Richard Norton Taylor escribirá la obra de teatro. Nicholas Kent, director del Tricycle, dirigirá Called to account.

Imagen del telefilme The trial of Tony Blair.
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