Buenos oficios del Rey
El rey Juan Carlos aceptó ayer la petición de Néstor Kirchner, presidente de Argentina, para que "facilite" una solución al conflicto que enfrenta a dicho país con Uruguay, por su proyecto de construir dos papeleras en la frontera. La noticia, que sorprendió porque incluso el poderoso presidente brasileño, Luiz Inácio Lula da Silva, ha evitado implicarse en esta pelea enconada, fue anunciada por la secretaria de Estado para América Latina, Trinidad Jiménez, quien se apresuró a precisar que "facilitar" no tiene nada que ver con "mediar".
La labor del Rey se limitará a ejercer sus buenos ...
El rey Juan Carlos aceptó ayer la petición de Néstor Kirchner, presidente de Argentina, para que "facilite" una solución al conflicto que enfrenta a dicho país con Uruguay, por su proyecto de construir dos papeleras en la frontera. La noticia, que sorprendió porque incluso el poderoso presidente brasileño, Luiz Inácio Lula da Silva, ha evitado implicarse en esta pelea enconada, fue anunciada por la secretaria de Estado para América Latina, Trinidad Jiménez, quien se apresuró a precisar que "facilitar" no tiene nada que ver con "mediar".
La labor del Rey se limitará a ejercer sus buenos oficios para que Kirchner y su homólogo uruguayo, José Tabaré Vázquez, se reúnan. Curiosamente, el argentino se marchó ayer de Montevideo poco después de hacer su propuesta, sin dar margen de tiempo para que el primer encuentro con el uruguayo pudiera producirse durante esta cumbre.
Kirchner, que ha visto rechazado por el Banco Mundial su argumento de que las papeleras uruguayas, una de ellas propiedad de la española Ence, contaminan, hizo su petición al Rey en un aparte que provocó él mismo. Don Juan Carlos consultó la petición con el presidente del Gobierno, José Luís Rodríguez Zapatero, quien ya se había pronunciado el viernes por una solución dialogada.
En otro encuentro bilateral, Zapatero y Kirchner acordaron elaborar antes del próximo 1 de diciembre un plan compatible con las obligaciones internacionales de sus respectivos países para que Argentina cancele antes de 2012 la deuda de 1.000 millones de dólares que contrajo con el Gobierno de José María Aznar en 2001, en plena crisis del peso. Kirchner venía sosteniendo que está obligado a negociar este préstamo en el Club de París, con el resto de su deuda, lo que le facilitaría una importante quita. Zapatero pide una negociación separada.