Cuba pretende extender al Tercer Mundo su modelo de cooperación con Venezuela

El régimen cubano se ofrece a enviar a miles de médicos y maestros a África y Asia

El Gobierno cubano ha emprendido una ofensiva diplomática en la 14ª Cumbre del Movimiento de Países No Alineados para lograr la unidad de las naciones del Tercer Mundo, frente a Estados Unidos y el mundo industrializado, con la salud y la educación como banderines de enganche. Cuba, que cuenta con más de 70.000 médicos y 200.000 maestros, está dispuesta al envío de miles de estos profesionales a África y Asia como lo ha hecho en los últimos años con América Latina, donde ya trabajan cerca de 30.000 cooperantes, la mayoría en Venezuela.

El presidente venezolano, Hugo Chávez, es, gracias ...

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El Gobierno cubano ha emprendido una ofensiva diplomática en la 14ª Cumbre del Movimiento de Países No Alineados para lograr la unidad de las naciones del Tercer Mundo, frente a Estados Unidos y el mundo industrializado, con la salud y la educación como banderines de enganche. Cuba, que cuenta con más de 70.000 médicos y 200.000 maestros, está dispuesta al envío de miles de estos profesionales a África y Asia como lo ha hecho en los últimos años con América Latina, donde ya trabajan cerca de 30.000 cooperantes, la mayoría en Venezuela.

El presidente venezolano, Hugo Chávez, es, gracias al petróleo, pieza clave en este esfuerzo de forjar una unidad frente a Washington. Consciente de que en las sociedades pobres, y hasta en algunas ricas, se hace más diplomacia con un hospital de campaña que con una Embajada, y de que para crear alianzas son más útiles las becas y los planes de alfabetización que las proclamas antiimperialistas, el Gobierno cubano promueve en la cumbre un ambicioso plan de cooperación en los sectores de la salud y la educación. Pese a que esta iniciativa despierta simpatía en muchas delegaciones, en otras suscita recelos al considerarla un instrumento de penetración revolucionaria. Pero aun así no es fácil ni popular rechazar una asistencia tan vital.

El despliegue cubano en Pakistán, una nación aliada de Estados Unidos en la lucha contra el terrorismo, revela la eficacia de esta diplomacia de las batas blancas en un mundo con una gran parte de su población todavía sin acceso a servicios mínimos de salud, educación y vivienda, y sin haber resuelto el problema de la alimentación. Tras el terremoto del 8 de octubre de 2005, La Habana envió a Pakistán un contingente de 2.600 médicos y técnicos de salud, que en siete meses de estancia atendieron a más de 1.700.000 pacientes, el 73% del total de los damnificados, y practicaron 14.500 operaciones.

Al concluir su misión la brigada médica, Fidel Castro donó al Gobierno del presidente paquistaní, Pervez Musharraf, los 32 hospitales integrales de campaña en que trabajaron, valorados en varios millones de dólares; también ofreció 1.000 becas para que jóvenes de las regiones castigadas por el terremoto estudiaran medicina en Cuba. Desde entonces, Musharraf se ha convertido en un "amigo"; y, pese al disgusto de Washington, encabezará la delegación de su país en la cumbre de La Habana, desde donde viajará a EE UU para participar en la Asamblea General de la ONU.

La asistencia cubana a Indonesia es reciente. El pasado 27 de mayo, tras el terremoto de 6,3 grados en la escala de Richter que provocó más de 6.000 muertos, otra expedición médica viajó al lugar. Más de 100.000 pacientes fueron atendidos por 135 profesionales cubanos. Al abandonar el país, dos de sus hospitales de campaña quedaron en donación. La magnitud de la ofensiva médico-política queda reflejada en los siguientes datos oficiales: en estos momentos, 36.000 profesionales y técnicos cubanos, el 70% del sector de la salud, prestan servicios en 107 países del Tercer Mundo, con más de 800 proyectos en marcha.

En la actualidad, Cuba y Venezuela protagonizan la llamada Operación Milagro, en la que seis millones de enfermos latinoamericanos sin recursos serán operados gratuitamente de dolencias en la vista en ambos países a lo largo de 10 años. Y en un periodo similar está prevista la graduación de 100.000 médicos latinoamericanos, gratuitamente, en las universidades cubanas. De igual modo, el método de alfabetización cubano Yo sí puedo ya ha sido aplicado en más de 15 naciones, entre ellas Venezuela, Bolivia, México, Ecuador.

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Durante los dos primeros días de la cumbre quedó claro que Cuba no quiere un encuentro declarativo, sino planes y actuaciones concretas para revitalizar el Movimiento de los No Alineados, tras su declive al finalizar la guerra fría, para que se convierta en un "arma de defensa" frente a Washington. "Se ha hablado de cooperación , pero en un plano más teórico. Ahora, nuestra aspiración es que haya resultados concretos que ayuden a la solución de algunos problemas importantes que tienen ante sí los países miembros", dijo el vicecanciller cubano Abelardo Moreno.

Chávez, una de las estrellas de la cumbre, es pieza fundamental del plan cubano, ya ensayado con éxito en América Latina. Medios diplomáticos apuestan a que el presidente venezolano recogerá en La Habana el "testigo revolucionario" de Fidel Castro, quien todavía no ha aparecido en público, ante los principales líderes del Tercer Mundo.

Edificio de La Habana engalanado para la Cumbre de Países No Alineados.AP

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