Israel bombardea un pueblo que enterraba víctimas de la víspera
Ghaziye no pudo enterrar con tranquilidad a sus muertos. Justo cuando la población se disponía ayer a sepultar a las 15 víctimas mortales de los tres bombardeos del día anterior, un nuevo ataque dispersó al cortejo fúnebre y acabó con la vida de otros seis vecinos a 200 metros del cementerio. La ciudad, situada a 12 kilómetros al sur de Sidón, se encuentra al norte del río Litani, la línea bajo la cual Israel ha anunciado la intensificación de sus operaciones áreas y en consecuencia bloqueado la distribución de la ayuda.
"Estábamos enterrando a los 15 mártires cuando de repente empezaro...
Ghaziye no pudo enterrar con tranquilidad a sus muertos. Justo cuando la población se disponía ayer a sepultar a las 15 víctimas mortales de los tres bombardeos del día anterior, un nuevo ataque dispersó al cortejo fúnebre y acabó con la vida de otros seis vecinos a 200 metros del cementerio. La ciudad, situada a 12 kilómetros al sur de Sidón, se encuentra al norte del río Litani, la línea bajo la cual Israel ha anunciado la intensificación de sus operaciones áreas y en consecuencia bloqueado la distribución de la ayuda.
"Estábamos enterrando a los 15 mártires cuando de repente empezaron a bombardearnos", relata por teléfono el alcalde de Ghaziye, Mohamed Samih Ghaddar. Visiblemente conmocionado, el regidor explica que la cifra de fallecidos el día anterior había aumentado con la muerte de una mujer gravemente herida. En total perecieron siete mujeres, cinco niños y tres hombres. "El ataque se produjo a 200 metros del cementerio, así que salimos todos corriendo". Eran las tres de la tarde y Ghaziye perdía a otros seis habitantes. Casi una treintena más resultaron heridos, incluidos dos socorristas. "Eran casas normales, todos civiles", dice el alcalde, que descarta que su ciudad tenga vínculo alguno con Hezbolá. ¿Por qué les bombardean entonces? "Porque hemos acogido a muchos desplazados y no quieren que tengan un lugar seguro". Ghaziye, que cuenta con una población de 20.000 habitantes, ha recibido cerca de 10.000 refugiados que han huido de los bombardeos israelíes en el sur de Líbano.
Sin ayuda humanitaria
La intensificación de los combates en esa región ha llevado a la ONU a suspender los envíos humanitarios de todas sus agencias. Igualmente, el Comité Internacional de la Cruz Roja se vio bloqueado de nuevo ayer en Tiro porque ninguno de sus cinco convoyes recibió el visto bueno de Tel Aviv.
Aviones israelíes volvieron a lanzar octavillas anunciando que sus fuerzas destruirán cualquier vehículo que se mueva al sur del Litani. De momento, el bombardeo del último puente sobre esa vía de agua el lunes ha dejado aislada a esa ciudad, de la que sólo se puede salir vadeando el río. Esa traba dificulta asimismo la llegada de ayuda humanitaria. El lunes, el personal de Médicos Sin Fronteras se vio obligado a trasegar un cargamento de un camión a otro haciendo una cadena humana a través del río. Portavoces de la ONU han advertido del deterioro de la situación.
Las tropas israelíes continuaron enfrentándose a los milicianos de Hezbolá en varias localidades fronterizas, especialmente en Debel, cerca de Bint Jbeil, uno de los feudos del movimiento chií. Dos soldados resultaron muertos, y cinco, heridos, según el Ejército. La misma fuente dijo que habían matado a 15 guerrilleros. En Baalbeck, cerca de la frontera con Siria, cinco civiles fallecieron en el bombardeo de varios convoyes de camiones por la aviación israelí.