"Podemos seguir extrayendo carbón hasta 2020"

Juan Ramón García Secades (Oviedo, 1948), ingeniero de Minas, preside desde hace dos años la empresa estatal Hulleras del Norte, SA (Hunosa), la segunda productora española de carbón. Hunosa es deficitaria desde que nació en 1967 por la nacionalización de minas privadas. La gran compañía hullera asturiana, que llegó a tener 26.294 mineros y 23 explotaciones, tiene ahora 4.674 trabajadores, nueve pozos y dos lavaderos. El año pasado perdió 53,63 millones de euros después de subvenciones, el 26,9% menos que en 2004. La compañía acaba de llegar a un principio de acuerdo con los sindicatos: se ha ...

Juan Ramón García Secades (Oviedo, 1948), ingeniero de Minas, preside desde hace dos años la empresa estatal Hulleras del Norte, SA (Hunosa), la segunda productora española de carbón. Hunosa es deficitaria desde que nació en 1967 por la nacionalización de minas privadas. La gran compañía hullera asturiana, que llegó a tener 26.294 mineros y 23 explotaciones, tiene ahora 4.674 trabajadores, nueve pozos y dos lavaderos. El año pasado perdió 53,63 millones de euros después de subvenciones, el 26,9% menos que en 2004. La compañía acaba de llegar a un principio de acuerdo con los sindicatos: se ha pactado llegar a 2010 con sólo 2.042 trabajadores (el 40,81% menos) y con una producción de 860.000 toneladas, 100.000 menos que en 2005. García Secades cree que Hunosa aún puede producir carbón hasta 2015 o 2020.

"Pasaremos de 3.480 mineros que tenemos ahora a 2.042 en 2010, aun contando con que incorporaremos a 872 nuevos trabajadores"

"¿Hunosa se mantiene por razones sociales? Lo cierto es que aún tiene un gran peso socioeconómico en la cuenca central asturiana"

"El futuro de Hunosa, al margen de la extracción de carbón, dependerá de lo que seamos capaces de hacer"

Pregunta. Valore el preacuerdo con los sindicatos.

Respuesta. Es bueno porque se inscribe en el plan general de la minería de carbón para el periodo 2006-2012, que a su vez se enmarca en el reglamento 1.407/2002 de la Unión Europea, que regula las ayudas al sector hasta 2010, y que establece una disminución de las ayudas públicas al carbón.

P. ¿Qué justifica mantener un sector permanentemente subvencionado?

R. El carbón es prácticamente la única energía autóctona que tiene España. Parece razonable que se mantenga una cierta capacidad de autosuministro. La UE lo acepta, y para ello se conceden ayudas, que son imprescindibles para que el sector del carbón sobreviva, pero limitando su nivel y estableciendo una tendencia a disminuir.

P. El plan de Hunosa se negocia hasta 2012, pero sólo se detallan objetivos hasta 2010. ¿Por qué?

R. El reglamento de la UE en vigor vence en 2010. Por tanto, mientras no haya otro reglamento, en 2010 nos quedamos sin marco jurídico de referencia. Por eso sólo detallamos el plan de Hunosa hasta esa fecha, y de 2010 a 2012 establecemos unas previsiones.

P. ¿Qué prevé que ocurrirá después de 2010?

R. Esperamos que el futuro reglamento mantenga unas condiciones iguales o mejores. Cuando se negoció el actual marco jurídico del carbón no había la actual incertidumbre por el elevado precio del petróleo ni la misma preocupación por la dependencia energética. Por ello, cuando, a partir de 2008 o 2009 se empiece a plantear un nuevo reglamento, la UE quizá sea más favorable al carbón propio. Pero, en todo caso, sí parece que habrá un nuevo reglamento de ayudas.

P. ¿Qué prevé para Hunosa entre 2010 y 2012?

R. Esperamos defender la necesidad de mantener un cierto volumen y dimensión de actividad que permita mantener, con un nivel de ayudas soportables, un cierto grado de producción.

P. ¿Cómo lo harán posible? ¿Será suficiente la reducción de empleo?

R. También con una mayor mecanización y una reorganización para reducir los costes de producción. Pasaremos de 3.480 mineros que tenemos ahora a 2.042 en 2010, aun contando con que incorporaremos a 872 nuevos trabajadores, que procederán de los excedentes del sector que se produzcan por cierres de otras empresas carboneras en 2007. E invertiremos 97,6 millones de euros para mejorar la productividad de forma importante con más mecanización y preparación de yacimiento. Ahora producimos 952.000 toneladas y esperamos producir en 2010 unas 860.000. Tendremos dificultad para alcanzar esta cifra porque Hunosa tiene un yacimiento complicado y con posibilidades reducidas de mecanización. La irregularidad de nuestros yacimientos afecta tanto a la cantidad de producción como a la calidad. Pero con las inversiones comprometidas podemos llegar a 2010 con unas reservas explotables similares a las actuales. Hoy tenemos algo más de 12 millones de toneladas seguras y a lo largo de 2006 estaremos en unas 11,6 millones. Con ello el plan aspira a que la empresa tenga estabilidad en el futuro, más allá de 2010.

P. El plan del sector y el de Hunosa mantienen el sistema de prejubilaciones, que permite a muchos mineros dejar de trabajar a los 45 años. ¿Es sostenible ese modelo al tiempo que se reclama mantener el sector?

R. En la edad de jubilación de los mineros hay que distinguir dos componentes. Uno son los coeficiente de reducción, que obedecen a la penosidad e insalubridad del trabajo minero, y por los cuales el minero precisa menos años de trabajo para que se le reconozcan los derechos de jubilación. Esto debe seguir siendo así. Otra cosa es el segundo componente: las prejubilaciones como plan social de acompañamiento de la reconversión minera se planteó, al igual que en la siderurgia, en los astilleros, etcétera, como una forma de reducir el tamaño del sector sin medidas traumáticas. En la medida en que las empresas lleguen a un tamaño asumible y no sean necesarias nuevas reducciones importantes de empleo, las prejubilaciones deben reducirse.

P. ¿Qué sentido tiene mantener Hunosa, una empresa que lleva 30 años perdiendo dinero?

R. Si queremos tener una cierta capacidad de autoabastecimiento energético, Hunosa es necesaria. Así lo reconoce la UE. En el expediente que abrió sobre el anterior plan de Hunosa, y que ha sido resuelto de forma favorable, la UE asume que mantener en torno a un millón de toneladas de producción en el caso de Hunosa se puede considerar lógico dentro del concepto de reserva estratégica. Otra cosa es en qué medida y a qué coste somos necesarios. Esto depende de las necesidades de las centrales térmicas que hay en Asturias y del esfuerzo que seamos capaces para reducir costes y las ayudas públicas.

P. ¿Son defendibles ayudas públicas permanentes a un carbón nacional muy caro cuando se trata de la fuente energética más abundante del mundo?

R. Otros sectores también reciben ayudas. Buena parte del presupuesto de la UE se lo lleva la Política Agraria Común. También el sector pesquero, el naval y otros las reciben.

P. Hunosa tiene unos costes muy superiores a los de otras empresas españolas de carbón.

R. Nosotros no hacemos minería a cielo abierto. Toda nuestra producción es subterránea, cuyos costes son muy superiores, y además nuestros yacimientos son muy complicados. Podremos acercanos a los costes de otros competidores, pero no igualarlos.

P. Muchas veces se ha dicho que Hunosa se mantiene por razones sociales.

R. Ese factor también se ha tenido en cuenta en los planes de Hunosa y también en éste. Hunosa aún tiene un gran peso socioeconomico en la cuenca central asturiana.

P. El plan prevé reducir más la plantilla que la producción. ¿Cuánto intensificarán la mecanización?

R. El trabajo manual clásico del picador debe quedar sólo para determinadas labores. De hecho, ya quedan pocos picadores. Lo mismo va a ocurrir con las rozadoras con entibación manual. El futuro son los complejos mecanizados integrales.

P. ¿Hasta cuándo existirá Hunosa?

R. Es seguro hasta 2012. Y con las reservas explotables que hemos cuantificado debe haber Hunosa para otros diez años más. La extracción de carbón podemos pensar que va a seguir hasta 2015 o 2020. Pero la empresa tiene muchas otras posibilidades. Tenemos conocimientos y recursos para desarrollar oportunidades tecnológicas en actividades conexas. El futuro de Hunosa al margen de la extracción de carbón dependerá de lo que seamos capaces de hacer.