Crítica:CANCIÓN | Christina Rosenvinge

Balance positivo

Única en su especie en nuestro país, Christina Rosenvinge presentó anteanoche en Madrid las canciones de su último disco, Continental 62, un álbum en el que su frialdad habitual como chanteuse se muestra ahora evidentemente más atractiva y desarrollada que en discos anteriores.

En directo y acompañada por una excelente banda en la que destaca el carismático batería, ex de Sonic Youth, Steve Shelley, Christina atacó sus temas en castellano e inglés con decisión y sabiendo sacarle honroso partido a unas condiciones que muchos considerarían por debajo del nivel mínimo exigibl...

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Única en su especie en nuestro país, Christina Rosenvinge presentó anteanoche en Madrid las canciones de su último disco, Continental 62, un álbum en el que su frialdad habitual como chanteuse se muestra ahora evidentemente más atractiva y desarrollada que en discos anteriores.

En directo y acompañada por una excelente banda en la que destaca el carismático batería, ex de Sonic Youth, Steve Shelley, Christina atacó sus temas en castellano e inglés con decisión y sabiendo sacarle honroso partido a unas condiciones que muchos considerarían por debajo del nivel mínimo exigible, pero que merced a su presencia encantadora y su aire de esfinge del underground, a ella le quedan hasta bien. Cierto es que la cantante gana cuanto más se la entiende -o, lo que es lo mismo, en los temas que interpreta en castellano y, muy especialmente, en Quien me querrá, un tema hermoso-, pero el conjunto de su actuación, en la que intervino como invitado de lujo el guitarrista y productor Suso Sáiz, arroja el balance positivo de lo inusual, de lo que escapa a parámetros obvios y, sobre todo, de una manera de entender la música en la que lo comercial, la convención o lo dado por hecho, afortunadamente, no tienen cabida.

Además, en esta nueva etapa Christina Rosenvinge no utiliza la fragilidad como parapeto, sino que se anima a que los temas tengan un respetable nivel de caña, marcha o como se le quiera llamar. En definitiva, el resultado, sin querer engañarse a la hora de que sea un público masivo quien recoja la propuesta de la Rosenvinge, es más que positivo.Christina Rosenvinge Christina Rosenvinge (voz, guitarra, teclado y bajo), Charlie Bautista (guitarra, violín, teclado y flauta), Aurora N. (chelo), Jeremy Wilms (bajo y guitarra) y Steve Shelley (batería). La Casa Encendida. Madrid, 5 de abril.

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