Àlex Rigola dirige en La Abadía el texto más estremecedor de Eugene O'Neill

'Largo viaje hacia la noche', la obra autobiográfica del premio Nobel, se estrena hoy

Largo viaje hacia la noche es el texto más emblemático de Eugene O'Neill, considerado el padre del teatro moderno estadounidense. Esta obra estremecedora es la última producción del teatro de La Abadía, que dirige José Luis Gómez, aunque en esta ocasión la puesta en escena y la adaptación es de Àlex Rigola, director del Teatre Lliure de Barcelona. El montaje, que se estrena hoy en La Abadía, cuenta con un reparto que Rigola califica de "la perla de este espectáculo casi de teatro de cámara", formado por Chete Lera, Mercè Aranega, Israel Elejalde y Oriol Vila.

La obra, también con...

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Largo viaje hacia la noche es el texto más emblemático de Eugene O'Neill, considerado el padre del teatro moderno estadounidense. Esta obra estremecedora es la última producción del teatro de La Abadía, que dirige José Luis Gómez, aunque en esta ocasión la puesta en escena y la adaptación es de Àlex Rigola, director del Teatre Lliure de Barcelona. El montaje, que se estrena hoy en La Abadía, cuenta con un reparto que Rigola califica de "la perla de este espectáculo casi de teatro de cámara", formado por Chete Lera, Mercè Aranega, Israel Elejalde y Oriol Vila.

La obra, también conocida como Largo viaje del día hacia la noche, escrita en 1941, es autobiográfica y de una luminosa dureza. El autor se la dedicó a su mujer, Carlotta Monterrey: "Te regalo el texto de esta obra de antiguo dolor, escrita con sangre y lágrimas... Te lo entrego como tributo a tu amor y ternura, que me dieron la fe en el amor, que me permitieron, por fin, enfrentarme con mis muertos y escribir esta obra con profunda piedad, comprensión y perdón para los cuatro atormentados Tyrone".

El espectador puede poner O'Neill donde oye Tyrone en esta historia que narra la crónica de un día en la vida de esta familia que hace un viaje iniciático hacia el pasado para revelar las intimidades que están condenados a no olvidar.

La obra, toda una metáfora que toma a la familia como ejemplo de sociedad para mostrar la descomposición del ciudadano contemporáneo, no fue estrenada hasta 1956, y en Suecia. La viuda de O'Neill, fallecido en 1953, cedió los derechos al teatro Real de Estocolmo con la condición de que se representara íntegramente. Duró cuatro horas y media; después hubo muchas otras versiones, dos de ellas en cine, hasta ésta de Rigola, que dura dos horas.

O'Neill, suegro de Charles Chaplin, ganó cuatro premios Pulitzer y el Nobel de Literatura en 1936. Es un autor con el que Rigola tenía una cita deseada y pendiente que ahora se ha hecho realidad con este montaje en el que ha contado con escenografía de Max Glaenzel & Estel Cristià. En los ensayos ya han tenido un espectador de excepción. "He visto el montaje y me he encontrado con las imágenes de desolación más poéticas que he visto en mi vida..., con ellas se retrata la desintegración de una familia", dice José Luis Gómez, quien invita por segunda vez a Rigola para que dirija una producción de La Abadía. "Ubú, de Jarry, en 2002, fue una función salvaje e intensa; le he rogado de nuevo que dirija algo y propuso, seguramente para sorprender a sus seguidores, un gran título del naturalismo americano", dice Gómez.

Àlex Rigola añade: "Tenía la necesidad de abordar algo intimista, casi teatro de cámara, buscando la veracidad teatral. No hay grandes efectos escénicos. Sólo un gran texto y cuatro potentísimos actores".

De izquierda a derecha, Mercè Aranega, Chete Lera y Oriol Vila, en una escena de Largo viaje hacia la noche.
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