El Gobierno autoriza el traslado de un claustro gótico de Madrid a Valencia

El Consejo de Ministros aprobó ayer el traslado de un claustro gótico desde su actual emplazamiento, el palacio del Canto del Pico, en Torrelodones (Madrid), a su lugar de procedencia, el real monasterio de Santa María de la Valldigna, en la población valenciana de Simat de la Valldigna. La autorización responde al reiterado interés de la Generalitat Valenciana, gobernada por el PP, que adquirió en 2003 por un millón de euros el conjunto arquitectónico formado por una decena de arcos erigidos en el siglo XIV para su reinstalación en el monasterio cisterciense. Además, ha sufragado los 100.000 ...

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El Consejo de Ministros aprobó ayer el traslado de un claustro gótico desde su actual emplazamiento, el palacio del Canto del Pico, en Torrelodones (Madrid), a su lugar de procedencia, el real monasterio de Santa María de la Valldigna, en la población valenciana de Simat de la Valldigna. La autorización responde al reiterado interés de la Generalitat Valenciana, gobernada por el PP, que adquirió en 2003 por un millón de euros el conjunto arquitectónico formado por una decena de arcos erigidos en el siglo XIV para su reinstalación en el monasterio cisterciense. Además, ha sufragado los 100.000 euros del coste de las réplicas.

El Gobierno de la Comunidad de Madrid, también presidido por el PP, accedió a la operación. De hecho, ambos gobiernos han remitido informes favorables al Ministerio de Cultura sobre el traslado. Y del mismo signo han sido el preceptivo expediente de la Dirección General de Bellas Artes del ministerio y los informes de los ayuntamientos afectados, entre otros.

El claustro gótico fue desmontado pieza a pieza en los años veinte del siglo pasado por encargo del, a la sazón, propietario, José María Palacio y Abárzuza, conde de las Almenas, para incorporarlo a su casa residencial en Torrelodones junto a otras piezas patrimoniales, creando un pastiche arquitectónico declarado bien de interés cultural (BIC). Más tarde, el aristócrata regaló el inmueble al dictador Francisco Franco para su esparcimiento. Ya en la democracia, el complejo pasó por diversos propietarios privados hasta que fue comprado por la Generalitat a la empresa SHL.

A lo largo de su mandato, el presidente valenciano, Francisco Camps, ha insistido en la importancia simbólica -"y patriótica", según su portavoz, Esteban González Pons- de recuperar el monasterio, fundado en 1298 por Jaime II de Aragón, el rey que consolidó el antiguo Reino de Valencia, adquirido por la Generalitat en 1991 y declarado BIC.

Situaciones injustas

Al ser informado el jueves por la ministra de Cultura, Carmen Calvo, de la inminente autorización, Camps afirmó que se "termina un proceso histórico importante", y agradeció a Calvo "su sensibilidad".

Ayer, la ministra manifestó su satisfacción por solucionar "situaciones injustas" del patrimonio, "que esté donde esté, es de todos los españoles". "No son regalos ni favores, sino situaciones excepcionales e injustas que se restituyen", afirmó, en alusión también a la polémica devolución a Cataluña de los papeles de Salamanca. Calvo dijo estar en "armonía" con la petición de Camps y se preguntó por qué otros políticos del PP no han tenido la misma actitud en casos como los papeles de Salamanca.

La Federación de Empresas de la Comunidad Valenciana Contratistas de Obra de la Administración recordó ayer que financiará el desmontaje y traslado del claustro.

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