Reportaje:

Joya de papel

Nace la revista de fotografía más exquisita e internacional. Con 'C Photo Magazine', Elena Ochoa Foster ofrece una visión ecléctica de la actualidad de un arte muy vivo. De la India a Nueva York. De lo consagrado a lo emergente. Como una visita privada a una exposición. Ésta es una selección de sus imágenes.

Tapa dura, nueve tintas, tres papeles distintos (uno de ellos, suntuoso) y una encuadernación primorosa. El retrato del continente de la última aventura de Elena Ochoa (Ourense, 1958) puede inducir a engaño sobre su contenido. No, no es libro. Es una revista de fotografía. Tal vez, la más lujosa del mundo. Seguro, una que pulveriza convenciones. "¿Por qué sólo un libro tiene que tener estas condiciones de calidad?", se preguntaba la que fuera la psicóloga más famosa de España en la rueda de prensa con la que C Photo Magazine se presentaba al mundo, el pasado 12 de diciembre, en Madrid.

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Tapa dura, nueve tintas, tres papeles distintos (uno de ellos, suntuoso) y una encuadernación primorosa. El retrato del continente de la última aventura de Elena Ochoa (Ourense, 1958) puede inducir a engaño sobre su contenido. No, no es libro. Es una revista de fotografía. Tal vez, la más lujosa del mundo. Seguro, una que pulveriza convenciones. "¿Por qué sólo un libro tiene que tener estas condiciones de calidad?", se preguntaba la que fuera la psicóloga más famosa de España en la rueda de prensa con la que C Photo Magazine se presentaba al mundo, el pasado 12 de diciembre, en Madrid.

Junto a ella, tres hombres: Antonio Sanz, Alejandro Castellote y Óscar Mariné. El núcleo duro del proyecto: editor creativo, comisario y director de arte. Los cuatro, españoles. Datos que, de nuevo, pueden ser engañosos. Porque esta revista semestral, ante todo, se define como internacional. Liderada por españoles e impresa en España, pero gestada en Londres, con colaboradores de todo el globo y dos ediciones bilingües (inglés-chino y español-japonés) para que sus 6.000 ejemplares se distribuyan planetariamente. "Siempre se quiso hacer una revista global, sin jerarquías, en la que todo fuera el centro. Que Malaisia tuviera el mismo peso que Nueva York. Huir del provincianismo de creer que una escuela determinada está influyendo en todo el mundo", cuenta Elena Ochoa al término de la rueda de prensa.

"Es como no tener que ver todo ARCO, sino algo que ya está seleccionado para ti"
"Es una revista global, sin jerarquías, en la que todo es el centro"

Suya ha sido la idea, la iniciativa y, también, el riesgo. Fue hace dos años cuando la inquietud de esta mujer enfocó a un hueco indeterminado, impreciso aún, pero con algunas premisas claras. "Quería crear una plataforma, un espacio de debate, con calidad atemporal. Que sirviera de pantalla para que la gente sepa que éste es un arte muy vivo y ofrecer una visión ecléctica de lo que sucede en la fotografía contemporánea", recuerda. Como editora de los libros de arte más exquisitos del mundo desde que en 1997 creara Ivory Press, la esposa del arquitecto Norman Foster no iba a hacer una revista cualquiera. "La filosofía estaba muy cerca de la de Ivory Press. En aquel caso se trata de ir más allá de los libros de artista. La gente me cuestiona si el resultado es un libro o una obra de arte. Y lo mismo sucede con la revista: se busca ofrecer la máxima calidad posible. Una belleza de materiales y de diseño y una publicación en la que encontrar desde información exhaustiva, casi académica, hasta una gran experiencia visual. Me gusta pensar en ello como en una visita íntima a una galería donde los artistas presentan su obra en las mejores condiciones".

Internacional, exquisita y también atrevida. No hay mucho espacio en sus páginas para los fotógrafos más consolidados y reconocidos y sí para descubrimientos. Poco Henri Cartier-Bresson y mucho Barron Claiborne (¿no le suena? No se preocupe, para eso está la revista). "No tenía sentido publicar otra vez a los grandes", explica el editor creativo, Antonio Sanz. "Queríamos abrir espacios de visibilidad a artistas que no estuvieran en los circuitos a pesar de tener talento y calidad. Para ello hemos puesto en marcha una red internacional con varios frentes. Por un lado, los comisarios de todo el mundo, coordinados por Alejandro Castellote. Por otro, los propios fotógrafos. Y cada persona que recibe la revista quiere colaborar. Con esto, ahora mismo, me cuesta creer que suceda algo interesante en fotografía en el mundo y no aparezca, de alguna forma, en la oficina de Ivory Press". Además se ha creado C Action, una iniciativa que financia a un fotógrafo la creación de una serie exclusiva que luego pasa a formar parte de la colección de fotografía contemporánea de C Photo Magazine. Una suerte de beca que en el primer número ha recaído en el brasileño Eustaquio Neves y en la británica de origen iraní Mitra Tabrizian. "Se trata de artistas que nos interesa que creen para nosotros y experimenten. Son nuestra apuesta, completamente diferentes entre sí, pero ya maduros. No están aún en el establishment, pero lo estarán. Además, en el futuro, ésta puede ser una vía de financiación", cuenta lady Foster.

La financiación es un tema delicado. No hay una sola página de publicidad en la revista. Así se ha querido. El dinero sale de Ivory Press. En su totalidad. Por eso se están buscando fórmulas de patrocinio imaginativas, y, en su ecuación, entrarán los fondos de C Action, una colección que, por ejemplo, podrían recibir las empresas que apoyaran a la revista. "Por supuesto, hemos tenido ofertas", explica Elena Ochoa. "Pero yo no quiero que aparezcan impresas. Estamos aún buscando la solución y, desde luego, nosotros no vamos a vender fotografía, pero sí poner en contacto a coleccionistas, medios o instituciones con los artistas". Precisamente, la ausencia de publicidad fue una de las apuestas de Óscar Mariné al plantear su propuesta de dirección de arte. Esa y otra llamativa ausencia. Una revista de fotografía sin foto en la portada. "Que no haya interrupciones en la visita fotográfica lo acerca a una visita a un museo. Allí te costaría mucho aceptar que, entre obra y obra, hubiese una valla publicitaria", sugiere Mariné. "En la portada todo el mundo pone una foto y era difícil hacer algo original. Y me gusta la sensación de que lo importante está dentro. Corren tiempos más profundos, menos frívolos, y está bien no tener que epatar con la portada. Hoy todo está hecho para venderse, para consumirse y para quemarse. Nosotros hemos hecho lo contrario, algo en lo que creíamos. Los grandes proyectos se salen de los caminos marcados por los pensadores de marketing. Elena confiaba en este proyecto y que hubiera alguien como ella detrás ha sido determinante".

Evidentemente, el prestigio y la agenda de lady Foster han ayudado. Pero la revista, más allá de apellidos, funciona. La demanda va a obligar a ampliar la tirada para el segundo número hasta los 10.000 ejemplares. Y, más difícil todavía, ha alcanzado su pretensión de convertirse en escaparate y plataforma. Dos semanas antes de que saliera a la venta se envió a comisarios, directores de arte o coleccionistas. Y la respuesta ha sido inmediata. Barron Claiborne, que publicaba en la revista su primer trabajo no comercial, estará en la Bienal de Moscú. Dos galerías británicas han descubierto en sus páginas a fotógrafos a los que quieren dedicar exposiciones: el chino Wang Qingsong y la holandesa Ellen Kooi. "Estás acostumbrado a que, si haces las cosas bien, no funcionen. A veces estamos atemorizados por trabajar de una forma razonable, porque existe la teoría de que sólo se vende lo zafio y mediocre, pero es mentira. Por ejemplo, un comisario de los más conocidos del mundo nos ha pedido que, en lugar de pagarle su colaboración con dinero, lo hagamos con revistas. Entiende que ya es un objeto icónico en la historia de la fotografía. Pero no hay que creerse nada. La sorpresa está bien, pero hay que mantener una línea editorial seria. Y el éxito real es que los expertos están buscando a los que aparecen y los están programando en exposiciones. Hemos entrado en el quid de la cuestión: difundir la fotografía".

Por mucho que galerías y coleccionistas puedan encontrar artistas interesantes en C Photo Magazine, la revista no quiere ser sólo una guía para entendidos. Antonio Sanz, quien afirma haber visto unas 8.000 fotografías para construir el primer número, apuesta por la sencillez. "La revista es amable, no exige. La fotografía tiene una legibilidad inmediata y nuestro interés estaba en no hacer algo oscuro, complicado o extravagante. Es una publicación muy honesta. Es como no tener que ver todo ARCO, sino algo que ya está organizado y seleccionado para ti. Lo importante es que te cuenten cosas sin quedarse contigo".

Londres, París, Nueva York, Pekín y Tokio serán las próximas paradas de la gira de presentación de este recién nacido. Y, en primavera, el segundo número. Anuncian sorpresas en el diseño y los materiales y continuidad en la estructura y secciones, aunque "sin ataduras". "Hay un material espectacular", apunta Ochoa. Y lady Foster no hace promesas vanas.

La revista semestral 'C Photo Magazine' está editada por Ivory Press. El primer número tiene 260 páginas y ya está a la venta por 60 euros. Más información en la página 'web' www.ivorypress.com.

'Black Alba', 2004. Cortesía de la Galería Juana de Aizpuru, Madrid. El autor japonés recrea clásicos de la pintura para subrayar el vacío de culturas no occidentales en la historia del arte oficial.

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