Un contradiscurso inteligente

"Estoy muy emocionada y muy asustada. Gracias", dijo ayer Carmen Balcells tras oír la laudatio de Carme Riera. Y en voz baja, añadió: "Te mataré". "Yo traía un discurso preparado, que Carme me ha reventado. Ha hecho una laudatio muy adecuada, de acuerdo con los aspectos que más me favorecen y que ahora no tengo tiempo de desmontar".

La agente improvisó a partir de su propio texto y rebatió a Riera cuando le convino. Hay dos Cármenes. Una es aquella chica que nació hace 75 años en Santa Fe, y otra que han proyectado sus autores, sobre todo, pero también los editores y todos...

Suscríbete para seguir leyendo

Lee sin límites

"Estoy muy emocionada y muy asustada. Gracias", dijo ayer Carmen Balcells tras oír la laudatio de Carme Riera. Y en voz baja, añadió: "Te mataré". "Yo traía un discurso preparado, que Carme me ha reventado. Ha hecho una laudatio muy adecuada, de acuerdo con los aspectos que más me favorecen y que ahora no tengo tiempo de desmontar".

La agente improvisó a partir de su propio texto y rebatió a Riera cuando le convino. Hay dos Cármenes. Una es aquella chica que nació hace 75 años en Santa Fe, y otra que han proyectado sus autores, sobre todo, pero también los editores y todos aquellos que la han conocido. Es la mujer que ha vivido apasionadamente, venciendo todos los límites.

A Carmen le hacía ilusión "una cosa tan seria como ser nombrada doctora honoris causa" y le horrorizaba hablar en público y más aún en una universidad. "No sé si sabré explicar lo que quiero decir realmente", decía, agobiada días antes. "Yo en realidad soy una especialista en logística e intendencia y entro en las cosas como un caballo siciliano y luego pasa lo que pasa".

Lo que pasó fue estupendo. Improvisando y leyendo, transmitió lo que quería, el amor a los libros y la lectura. Y cuando parecía que las cosas se le iban de las manos, cortaba en seco: "Ya me estoy enrollando".

Estuvo serena y divertida en el estrado y también hubo momentos de emoción, como cuando recordó a uno de sus "clientes" favoritos, Manuel Vázquez Montalbán. "El más prolífico, solidario, modesto, leal, inteligente y poeta. Los dos teníamos una complicidad: queríamos ser la primera bailarina del Bolshói".

Al final, ambas Cármenes se reconciliaron en una. "Muchas gracias por este reconocimiento a una vida de papel, no importa que sea para mí o para la otra Carmen", concluyó.

Luego, se puso en pie para escuchar el Gaudeamus igitur con que se cerró el acto. Muchos se sumaron al cuarteto de la universidad, pero quien mejor entonó y cantó de memoria fue Eduardo Mendoza. Otro homenaje para la superagente.

Toda la cultura que va contigo te espera aquí.
Suscríbete

Babelia

Las novedades literarias analizadas por los mejores críticos en nuestro boletín semanal
RECÍBELO

Archivado En