Crítica:

Italia en el Río de la Plata

Éste es un libro que contiene un siglo de Argentina contado con voces italianas. Voces de mujeres en una novela coral de hermosa narración que en el relato de historias menores teje una Historia grande, pues está el amor particular, el miedo inmenso, el deseo enorme en un universo pequeño, el trabajo duro, el desarraigo, las heridas antiguas, los clanes, pero también las huelgas, las matanzas de indios, el horror de la Junta Militar, y Evita y la nostalgia de Venecia o la memoria de Nápoles y las aguas de un océano que se navega durante meses para abandonar un país. ...

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Éste es un libro que contiene un siglo de Argentina contado con voces italianas. Voces de mujeres en una novela coral de hermosa narración que en el relato de historias menores teje una Historia grande, pues está el amor particular, el miedo inmenso, el deseo enorme en un universo pequeño, el trabajo duro, el desarraigo, las heridas antiguas, los clanes, pero también las huelgas, las matanzas de indios, el horror de la Junta Militar, y Evita y la nostalgia de Venecia o la memoria de Nápoles y las aguas de un océano que se navega durante meses para abandonar un país. Cuando Dios bailaba un tango es una novela que evoca grandes y pequeños acontecimientos con el sonido cálido y arrebatado del canto porteño.

CUANDO DIOS BAILABA EL TANGO

Laura Pariani

Traducción de Patricia Orts

Pre-Textos. Valencia, 2005

380 páginas. 25 euros

Laura Pariani (Busto Arsizio,

Italia, 1951) es autora de novelas y relatos con los que ha obtenido algunos premios y en este libro convierte en protagonista la memoria de emigrantes italianos en Argentina. Y lo hace a través de las mujeres, de sus voces, de palabras ancianas y de ecos jóvenes que muestran una muerte prematura o una desaparición en la oscura época de la dictadura. Corazón Bellati, una de las protagonistas, será la encargada de recuperar las palabras y animar la memoria. En el texto, cada voz que surge es una nueva canción, una historia que refuerza la anterior de manera que el cuadro novelesco se agranda y enriquece, y la novela se va leyendo como si de un gran canto se tratara, y quien lee va atendiendo con atención a quienes desde sus pragmáticas, dulces, evocadoras, infantiles o desconcertadas palabras, recrean una historia familiar pero también colectiva. Sin olvidar que está la tierra: pasos urbanos en Buenos Aires, el susurro de la selva o las leyendas sobre serpientes que trepan los barcos en las inundaciones. Así, el resultado es sugestivo en la recreación de un universo que habla desde antiguos silencios. Así también, en el lector va creciendo el deseo de escuchar.

Laura Pariani no ha ordenado cronológicamente las voces, pero esto no entorpece sino que inspira de manera eficaz el transcurrir de una novela que se disfruta en esas historias cruzadas que se rozan o se abrazan al compás de un tiempo que avanza y retrocede. Cuando Dios bailaba el tango es un libro hermoso, y al lector le queda disfrutar de las palabras que éste le hace llegar.

Dos soldados argentinos leen la prensa tras el golpe de Estado de 1976.AP

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