Los psicólogos clínicos critican que la salud mental se apoya en exceso en la medicación

Reclaman a Osakidetza la equiparación profesional y económica con el resto de especialistas

La mayoría de los psicólogos clínicos no está de acuerdo con el modelo de salud mental de Osakidetza. Consideran que, como ocurre en la mayor parte del resto de las comunidades autónomas, la atención al paciente en los centros de salud mental y demás dispositivos sanitarios públicos se apoya en exceso en un modelo psiquiátrico obsoleto, alejado de la atención integral al ciudadano, y en la medicación. "Eso tiene una repercusión en la salud de los pacientes, en el sentido de que es más difícil que se hagan dueños de su propio proceso", afirma la presidenta de la Comisión Nacional de Especialist...

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La mayoría de los psicólogos clínicos no está de acuerdo con el modelo de salud mental de Osakidetza. Consideran que, como ocurre en la mayor parte del resto de las comunidades autónomas, la atención al paciente en los centros de salud mental y demás dispositivos sanitarios públicos se apoya en exceso en un modelo psiquiátrico obsoleto, alejado de la atención integral al ciudadano, y en la medicación. "Eso tiene una repercusión en la salud de los pacientes, en el sentido de que es más difícil que se hagan dueños de su propio proceso", afirma la presidenta de la Comisión Nacional de Especialistas en Psicología Clínica, Begoña Olabarría.

El Servicio Vasco de Salud cuenta con unos 115 psicólogos clínicos, lo que supone 4,5 por 100.000 habitantes, mientras que el número de psiquiatras asciende a más del doble, con 10,80 por 100.000 habitantes, según los últimos datos publicados por el Observatorio de Salud Mental de la Asociación Española de Neuropsiquiatría. Olabarría, presidenta también de la Federación Española de Asociaciones de Psicoterapeutas, se basa en estas cifras para demandar unos equipos multiprofesionales más equilibrados.

No reniega ni mucho menos de la medicación. "Es necesaria en muchos casos", subraya. Pero cree que la atención en salud mental en el País Vasco "reposa demasiado" en ella, cuando "está contrastado que los tratamientos más eficaces son los psicológicos, los psicoterapéuticos y los combinados: psicoterapéutico y medicamentoso". Opina además que un modelo tan basado en la medicación genera un efecto de "puerta giratoria", en el que el paciente entra en el sistema de salud mental, pero tarda en salir o vuelve a entrar con rapidez.

Olabarría se hace eco de los compañeros vascos y, además de cuestionar este modelo, critica la situación profesional y laboral en la que se encuentran los psicólogos clínicos en Euskadi. La psicología clínica es una especialidad sanitaria creada mediante el Real Decreto 2490 de 1998 que las comunidades autónomas debían ir aplicando y desarrollando con su propia normativa. Pues bien, han pasado siete años hasta que por fin el País Vasco ha aprobado, el pasado mes de septiembre, la Ley de Puestos Funcionales donde se reconoce a los psicólogos clínicos como facultativos especialistas. Ha sido la última comunidad autónoma en dar el visto bueno a la reclasificación, según resaltan fuentes de este colectivo.

De momento, los psicólogos clínicos sólo han logrado el reconocimiento administrativo como especialistas, pero no la retribución correspondiente a esa condición, por lo que se sienten discriminados frente a otros especialistas como los médicos o los biólogos. Por ello, piden a Osakidetza su reconocimiento "a todos los efectos", demanda en la que tienen el apoyo del Ararteko. Este miércoles se entrevistan con el director de Recursos Humanos del Servicio Vasco de Salud, José Blasco, para trasladarle sus preocupaciones.

Definición de su papel

Los psicólogos clínicos de Euskadi incluyen entre sus reivindicaciones que se defina con exactitud su papel dentro del servicio público de salud mental, donde, según destacan, cada vez es más demandada por los ciudadanos su atención.

En este sentido, Olabarría hace hincapié en que el reconocimiento pleno de los psicólogos clínicos como facultativos especialistas pasa por la aprobación de esta categoría administrativa y por el pago de la retribución correspondiente, pero también por "el reconocimiento dentro, en este caso, de Osakidetza de un saber", que "debe relacionarse y complementarse de forma adecuada con el resto de saberes especializados". En definitiva, es preciso concretar "cómo, con quién y con qué grado de autonomía ejerce el psicólogo clínico", añade.

El psicólogo clínico se diferencia del que sólo está licenciado en Psicología en que es especialista, es decir, que tras licenciarse, ha pasado por la formación PIR (Psicólogo Interno Residente), el equivalente al MIR de los médicos.

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