El IVAM exhibe 53 obras de Tony Bevan, "el pintor del negro"

El artista Tony Bevan (Bradford, 1951) es objeto de una exposición en el Instituto Valenciano de Arte Moderno (IVAM), compuesta por 53 obras de este "pintor del negro". Así definió Kosme de Barañano, el comisario de la retrospectiva, al pintor británico a causa del uso predominante del color y el trazo negro en sus cuadros, en los que emplea el carboncillo vegetal, recuperando la tradición de grandes maestros como Goya o Beckman.

Bevan reconoció su deuda con el negro, un color "muy importante porque contiene todos los colores", y "es fundamental para crear otros". Y negras son buena par...

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El artista Tony Bevan (Bradford, 1951) es objeto de una exposición en el Instituto Valenciano de Arte Moderno (IVAM), compuesta por 53 obras de este "pintor del negro". Así definió Kosme de Barañano, el comisario de la retrospectiva, al pintor británico a causa del uso predominante del color y el trazo negro en sus cuadros, en los que emplea el carboncillo vegetal, recuperando la tradición de grandes maestros como Goya o Beckman.

Bevan reconoció su deuda con el negro, un color "muy importante porque contiene todos los colores", y "es fundamental para crear otros". Y negras son buena parte de las obras realizadas entre 1983 y 2005 que se podrán ver hasta el 8 de enero en el IVAM en la primera retrospectiva que le dedica un museo español a este componente de la segunda generación de la llamada Escuela de Londres (Lucian Freud, Francis Bacon). Pero también hay otros colores contrapuestos en la representación de las construcciones arquitectónicas (con sus series de pinturas Vigas y Pasillos) y de las cabezas que constituyen los dos temas principales sobre los que giran sus creaciones.

Por un lado, Bevan se inspira a menudo en los edificios ruinosos de los alrededores de su estudio en el sur de Londres, o recoge imágenes arquitectónicas de postales o fotografías creando espacios, sobre todo, mentales. "La construcción de espacios interiores" y el juego que se establece "entre la abstracción y la realidad figurativa" marcan su trayectoria, señaló Barañano. Más que de estilos, Bevan dijo que prefería hablar de "espacios nuevos".

Por otro lado, el artista toma como modelo su propia cabeza en una representación deformada que comporta la reducción geométrica y al mismo tiempo la ampliación del objeto en lienzos de gran tamaño. Estos autorretratos reflejan una visión cruda, de virulenta fisicidad, muy alejada de cualquier idealización. Bevan pinta sus cuadros en el suelo, al modo de la action painting, sin caballete o pared de apoyo.

La directora del IVAM, Consuelo Ciscar, destacó "los estados de ansiedad e introspección" de las figuras del artista.

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