El Senado aprueba la Constitución europea entre aplausos del PSOE y el PP

Zapatero alaba la "Europa plural" que inspira el texto y evita mencionar el referéndum francés

A pocos centenares de metros del Congreso, donde los puentes entre el PSOE y el PP se dan por rotos, se produjo ayer una escena inusual: todos los senadores de ambos partidos aplaudieron juntos la aprobación definitiva del Tratado de la Constitución europea, que defendió en la Cámara alta el presidente, José Luis Rodríguez Zapatero. El jefe del Ejecutivo se congratuló por la aprobación de un texto inspirado "en la Europa plural" y en la "España plural", mientras el PP destacaba la paradoja de que sin los votos de la oposición se habría rechazado el tratado en el Senado, ya que los socios del G...

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A pocos centenares de metros del Congreso, donde los puentes entre el PSOE y el PP se dan por rotos, se produjo ayer una escena inusual: todos los senadores de ambos partidos aplaudieron juntos la aprobación definitiva del Tratado de la Constitución europea, que defendió en la Cámara alta el presidente, José Luis Rodríguez Zapatero. El jefe del Ejecutivo se congratuló por la aprobación de un texto inspirado "en la Europa plural" y en la "España plural", mientras el PP destacaba la paradoja de que sin los votos de la oposición se habría rechazado el tratado en el Senado, ya que los socios del Gobierno, Izquierda Unida, Iniciativa per Calalunya y Esquerra Republicana, votaron en contra.

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El portavoz del PP en el Senado, Pío García-Escudero, no desaprovechó la ocasión que le brindaban ayer los números del Senado. "Bastaría la abstención de nuestro grupo para que no se pudiera ratificar la Constitución Europea. ¡Qué gran paradoja! El Gobierno necesita a la oposición frente a sus socios. Pero no se preocupe, presidente, nunca se nos ocurriría maniobrar con los asuntos de Estado. El PP siempre ha defendido el proyecto europeo", recordó García-Escudero entre tímidos abucheos de la bancada socialista, en un debate dominado por la ironía y los buenos modos.

Lo cierto es que la Constitución quedó definitivamente ratificada, después de su aprobación en el Congreso, con un abrumador resultado de 225 votos a favor y sólo seis en contra, además de una abstención por error. La oposición viene de los senadores de ERC, IU e ICV.

Zapatero, en su respuesta, evitó cualquier mención al referéndum francés del domingo, que puede condicionar el futuro de la Constitución. Prefirió centrarse en cuestiones de política nacional y lanzar pullas al PP. "Siempre les noto un punto de incomodidad cuando apoyan al Gobierno. Para mí es una satisfacción votar con el PP, no tengo ningún problema", se rió Zapatero. García-Escudero había criticado el mensaje de que con el PSOE "España ha vuelto al corazón de Europa". "Está intentando convencer a todos de que España flotaba durante años en el Atlántico, a merced de la corriente", criticó el portavoz del PP. Con el mismo tono irónico, Zapatero respondió: "Me reconocerá que ha habido una tendencia excesiva a viajar por el Atlántico, haciendo escala en unas islas de cuyo nombre no se quieren acordar", en referencia a las Azores, donde se declaró el ultimátum que concluyó en la guerra de Irak.

El presidente se enzarzó con García-Escudero en un debate sobre los fondos de cohesión, que España corre el riesgo de perder. La Unión Europea, explicó Zapatero, le ha dado a España su lugar en el mundo, además de apoyo económico, y por tanto hay que ser generoso con los países que se incorporan: "Nadie recibe si no da antes". En su encendida defensa del modelo europeo, Zapatero señaló ante las críticas de ERC e IU que uno de los principales valores de la Constitución es la diversidad, esa "Europa plural" que se corresponde con la "España plural" de la que se declara firme defensor. Además, frente a las críticas al modelo económico, insistió en que Europa "es el paradigma en todo el mundo del modelo social". Pero ni siquiera criticó a los que votaban en contra, ya que para él es "un no comprensivo con el 'sí".

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El tono de consenso ayer en el Senado se reflejó también en la ovación unánime que recibió Juan José Laborda (con corbata en la fotografía), ex presidente de la Cámara alta e histórico senador socialista, que se reincorporaba al trabajo después de siete meses de convalecencia tras sufrir una crisis hipertensiva.

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