España quemará otros cuatro millones de hectolitros de vino para eliminar los excedentes marcados por Bruselas
España entregará en los próximos meses otros cuatro millones de hectolitros de vino como destilación de crisis para la obtención de alcohol para usos industriales, de acuerdo con la decisión adoptada por Bruselas la pasada semana. Este vino se pagará con el presupuesto comunitario a 1,914 euros hectogrado y se viene a sumar a las 6,6 millones de hectolitros entregados ya en los últimos meses a 2,49 euros hectogrado.
La retirada de este volumen de vino del mercado se espera que suponga un reactivo para las bajas cotizaciones en el sector, según el secretario general de Agricultura, Ferna...
España entregará en los próximos meses otros cuatro millones de hectolitros de vino como destilación de crisis para la obtención de alcohol para usos industriales, de acuerdo con la decisión adoptada por Bruselas la pasada semana. Este vino se pagará con el presupuesto comunitario a 1,914 euros hectogrado y se viene a sumar a las 6,6 millones de hectolitros entregados ya en los últimos meses a 2,49 euros hectogrado.
La retirada de este volumen de vino del mercado se espera que suponga un reactivo para las bajas cotizaciones en el sector, según el secretario general de Agricultura, Fernando Moraleda, quien considera la decisión comunitaria como muy importante, que no se había logrado en los años precedentes. A esta mejora de las cotizaciones también contribuirá el acuerdo suscrito entre industriales y productores para vender como mínimo a los precios de coste, según zonas y variedades de uva.
Para el presidente del comité consultivo del vino en la UE y responsable del sector en COAG, Manuel Sánchez Brunete, la decisión comunitaria es positiva para España en volumen y precio, aunque se había reclamado la entrega de 6,5 millones de hectolitros. Francia ha logrado entregar 1,5 millones de hectolitros, pero a 3,35 euros hectogrado al ofertar vino con denominación de origen. La última campaña, la producción de vino fue de 49 millones de hectolitros frente a una demanda interior de 12 millones y seis millones para su transformación en alcohol y unas exportaciones récord sólo en vino tranquilo de 13,8 millones de hectolitros.
El incremento de las ventas de vino se debió fundamentalmente a la compra de graneles desde otros países comunitarios como Francia e Italia por sus bajas cosechas, así como por vinos de mesa embotellados. Esta campaña, la existencia de unas cosechas superiores se ha traducido en fuerte reducción de venta de graneles.