La recuperación europea se retrasa al segundo semestre del año, según Eurostat

Alemania, Italia y Grecia cerraron 2004 con una caída del PIB y Portugal está en recesión

La oficina estadística de la UE (Eurostat) confirmó ayer que el repunte europeo durante este primer semestre será muy leve y que, por tanto, la esperada recuperación sólo comenzará en la segunda mitad del año, aunque también por debajo de las previsiones anunciadas en otoño pasado. Eurostat, sin embargo, ha revisado ligeramente al alza la estimación para el crecimiento de 2004 en la zona euro y ahora señala que fue del 2,1%, una décima más de lo que preveía. La diferencia con Estados Unidos, que creció un 4,4% el año pasado, sigue siendo espectacular.

El producto interior bruto (PIB) de...

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La oficina estadística de la UE (Eurostat) confirmó ayer que el repunte europeo durante este primer semestre será muy leve y que, por tanto, la esperada recuperación sólo comenzará en la segunda mitad del año, aunque también por debajo de las previsiones anunciadas en otoño pasado. Eurostat, sin embargo, ha revisado ligeramente al alza la estimación para el crecimiento de 2004 en la zona euro y ahora señala que fue del 2,1%, una décima más de lo que preveía. La diferencia con Estados Unidos, que creció un 4,4% el año pasado, sigue siendo espectacular.

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El producto interior bruto (PIB) de la eurozona creció en el primer trimestre de este año, según las estimaciones de Eurostat, entre el 0,2% y el 0,6% y aumentará en este segundo semestre entre el 0,3% y el 0,7%. Con estos porcentajes, queda confirmada la revisión a la baja que, para este año, acaba de hacer la Comisión Europea el pasado día 4 de abril, cuando anunció que el PIB de la eurozona sólo aumentará en este año el 1,6%, cuatro décimas menos de lo anunciado el pasado otoño.

También ayer, la OCDE, organización que aglutina a las 30 economías más industrializadas del mundo, fijó en el 1,7% el crecimiento previsto de la eurozona para este año, lo que supone una revisión a la baja de dos décimas. Más pesimista aún es el Fondo Monetario Internacional, que coincide con Eurostat al vaticinar un avance del 1,6%, seis décimas menos de lo que calculó inicialmente.

Las fuertes subidas en el precio del petróleo y la fortaleza del euro frente al dólar están siendo los factores más determinantes a la hora de que la economía europea reaccione con retraso respecto a las previsiones difundidas meses atrás. Además, como señala la Comisión, la economía europea se está viendo lastrada en este primer semestre por los pésimos resultados recogidos en la UE a lo largo de la segunda mitad del año pasado.

En efecto, Eurostat difundió ayer nuevas estimaciones sobre lo ocurrido en el segundo semestre del año pasado. En los tres últimos meses del año, el PIB de la eurozona se quedó prácticamente estancado porque sólo aumentó un exiguo 0,2%, el peor resultado de los 10 trimestres anteriores. Y es que la zona euro cerró el año con uno de sus países miembros, Portugal, sumido en la recesión (dos trimestres consecutivos de crecimiento negativo) y otros tres (Alemania, Grecia e Italia) al borde de ella, pues sus PIB cayeron el cuarto trimestre.

Una vez más, resulta especialmente significativo lo ocurrido en la locomotora europea, Alemania, cuyo PIB en ese trimestre se contrajo el 0,2% cuando en los tres meses anteriores había registrado un estancamiento total.

Otra de las economías de mayor peso en Europa, la italiana, también sufrió un retroceso en el último trimestre del año pasado (-0,4%), lo que agrava la situación global, puesto que Italia y Alemania representan prácticamente la mitad de la economía de la zona euro. Eslovenia (-0,4%), Grecia (-0,1%) y Portugal (-0,3%) fueron los otros países de la Unión Europea que retrocedieron en ese cuarto trimestre.

Por el contrario, el avance experimentado en ese periodo por varios países del Este, con Lituania (2,1%) a la cabeza, o los registrados por Irlanda (2%), Francia (0,9%) y España (0,8%) hizo que el crecimiento de la eurozona o de la UE no se estancara globalmente.

En el caso español, una de las escasas excepciones en la zona euro por mantener un buen ritmo de crecimiento, el PIB aumentó en el cuarto trimestre del año el 2,7% con respecto al mismo periodo del año anterior, un porcentaje sólo superado en la eurozona por Grecia (4,2%) y Finlandia (3,6%).

Exportaciones estancadas

En esa última parte del año, uno de los peores indicadores fue el de las exportaciones, castigadas una vez más por la fortaleza del euro frente al billete verde estadounidense. Las ventas de la eurozona al exterior aumentaron sólo un 0,3% frente al 1% registrado en los tres meses anteriores, y las de la UE en su conjunto, un 0,7% (0,8% en el tercer trimestre). Las importaciones también crecieron sólo un 0,7% y un 0,9%, respectivamente, frente al 2,6% y 2,4% del tercer trimestre.

Pese a todo, la Comisión Europea sigue confiando en que la reactivación económica de la UE llegará en la segunda mitad de este año porque las bases son sólidas. De hecho, se espera una recuperación del consumo doméstico, especialmente en Alemania, a pesar de las elevadas cifras de paro en la Unión (8,8%).

No obstante, esa prevista reactivación no está exenta de riesgos. El crecimiento del 1,6% en la eurozona en este año está calculado con un precio medio del barril de petróleo de 50,9 dólares. Por cada 10 dólares más que aumentara el crudo, el PIB de la eurozona se retraería un 0,2%, según asegura el comisario de Asuntos Económicos, Joaquín Almunia.

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