Sacyr, San José y Sánchez Lago se adjudican el gran hospital de Asturias por un importe de 205 millones

La Unión Temporal de Empresas formada por la sociedad madrileña Sacyr, la gallega Constructora San José y la asturiana Sánchez y Lago ha sido la adjudicataria de la construcción del nuevo gran hospital de Asturias por un importe de 205,3 millones de euros. Las obras comenzarán este trimestre y deberán estar finalizadas en 54 meses. La oferta ganadora obtuvo la mayor puntuación en el análisis técnico y ofreció la propuesta económica más barata, 61,5 millones por debajo del tipo de licitación. Al concurso público concurrieron también los consorcios formados por FCC, Coprosa y Construcciones Alfr...

La Unión Temporal de Empresas formada por la sociedad madrileña Sacyr, la gallega Constructora San José y la asturiana Sánchez y Lago ha sido la adjudicataria de la construcción del nuevo gran hospital de Asturias por un importe de 205,3 millones de euros. Las obras comenzarán este trimestre y deberán estar finalizadas en 54 meses. La oferta ganadora obtuvo la mayor puntuación en el análisis técnico y ofreció la propuesta económica más barata, 61,5 millones por debajo del tipo de licitación. Al concurso público concurrieron también los consorcios formados por FCC, Coprosa y Construcciones Alfredo Rodríguez; Dragados con Hermanos San Pedro; el formado por Ferrovial, OHL y Procoin, y el integrado por Corsan Corviam, Copasa,, Isolux Watt y Uicesa.

El futuro Hospital Universitario Central de Asturias es, junto con la reciente adjudicación del nuevo puerto exterior de El Musel por 580 millones de euros, las dos grandes obras públicas que ha impulsado en esta legislatura el Gobierno asturiano, una coalición formada por PSOE e IU.

La puesta en marcha de ambos proyectos culmina dos aspiraciones que se remontan a fines de los años 90 y que suscitaron grandes tensiones con el PP. La construcción del nuevo Hospital Central de Asturias, que sustituirá al actual complejo hospitalario de Oviedo, formado por tres edificios de los años sesenta, encontró una tenaz oposición en el PP de Asturias y en los Gobiernos de Aznar. El PP pretendía la mera remodelación de los actuales edificios, que proceden de la fusión de tres hospitales preexistentes, y fue uno de los motivos de enfrentamiento de Cascos con el gobierno autonómico de Sergio Marqués, quien acabó siendo expulsado del PP. Tras la recuperación del Gobierno de Asturias por el PSOE, en 1999, se relanzó el proyecto, pero fue frenado por el ejecutivo de Aznar.