Repsol YPF firma con Kirchner inversiones en un gasoducto
Repsol YPF invertirá en Argentina más de 100 millones de dólares (77 millones de euros) para la ampliación del gasoducto del Norte, operado por la Transportadora de Gas del Norte (TGN), que une Campo Durán, en la provincia de Salta, con San Jerónimo (Santa Fe), según se desprende de la carta de intención firmada ayer en Buenos Aires por Antoni Brufau, nuevo presidente de la compañía, y el presidente argentino, Néstor Kirchner.
En el primer viaje a Argentina en su nueva condición de máximo directivo de la petrolera española, Brufau tiene previsto reunirse con los ministros de Infraestruc...
Repsol YPF invertirá en Argentina más de 100 millones de dólares (77 millones de euros) para la ampliación del gasoducto del Norte, operado por la Transportadora de Gas del Norte (TGN), que une Campo Durán, en la provincia de Salta, con San Jerónimo (Santa Fe), según se desprende de la carta de intención firmada ayer en Buenos Aires por Antoni Brufau, nuevo presidente de la compañía, y el presidente argentino, Néstor Kirchner.
En el primer viaje a Argentina en su nueva condición de máximo directivo de la petrolera española, Brufau tiene previsto reunirse con los ministros de Infraestructura, Julio de Vido, y de Economía, Roberto Lavagna, y el gobernador de la provincia de Neuquén, Jorge Sobich. Asimismo, visitará las refinerías de Repsol en La Plata, Plaza Huincul y Luján de Cuyo. Brufau ya estuvo con Kirchner el mes pasado en Argentina, pero en aquella ocasión todavía era el presidente de Gas Natural y alto directivo de La Caixa, principal accionista de Repsol YPF.
El Gobierno argentino encara la ampliación de la red de gasoductos para evitar una nueva crisis energética como la del último invierno, que obligó a tomar medidas conflictivas y drásticas, como la suspensión unilateral de ventas de gas a Chile y la compra urgente a Bolivia. Las autoridades argentinas atribuyeron la crisis a la falta de inversión de las empresas del sector, a lo que éstas replicaron que la raíz del problema reside en la práctica congelación de las tarifas de los servicios energéticos desde hace más de dos años, tras la devaluación del peso.