Londres autoriza la selección genética de embriones para evitar un cáncer

Entre el 5% y el 10% de los tumores presenta un fuerte componente hereditario

El Reino Unido ha autorizado al hospital del University College londinense aplicar la técnica de la selección genética de embriones para evitar la poliposis adenomatosa familiar (FAP), un tipo de cáncer de colon hereditario. La mayor parte de los cánceres se deben a una compleja interacción de factores genéticos y ambientales, pero del 5% al 10% de los tumores tienen un componente genético tan fuerte que pueden considerarse enfermedades hereditarias. En el caso de la FAP, si uno de los padres la padece, la mitad de los hijos la desarrollará antes de los 20 años.

La selección genética de...

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El Reino Unido ha autorizado al hospital del University College londinense aplicar la técnica de la selección genética de embriones para evitar la poliposis adenomatosa familiar (FAP), un tipo de cáncer de colon hereditario. La mayor parte de los cánceres se deben a una compleja interacción de factores genéticos y ambientales, pero del 5% al 10% de los tumores tienen un componente genético tan fuerte que pueden considerarse enfermedades hereditarias. En el caso de la FAP, si uno de los padres la padece, la mitad de los hijos la desarrollará antes de los 20 años.

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La selección genética de embriones, o diagnóstico preimplantatorio, se utiliza desde hace años para evitar que los padres transmitan a sus hijos alguna enfermedad hereditaria. Requiere generar varios embriones por fecundación in vitro y extraerles una o dos células para analizar sus genes. Luego se implantan los sanos en la mujer. En España se aplica ya a unas 50 enfermedades genéticas. Con su autorización al hospital del University College, la Autoridad de Fertilización y Embriología Humana del Reino Unido (HFEA) incluye ahora al cáncer en el campo de aplicaciones de esta técnica.

El 5% de los cánceres de colon son hereditarios, y una quinta parte de éstos son adenomatosis poliposas familares (FAP), debidas a la mutación de un gen llamado APC. La mutación es dominante -basta que esté en uno de los dos cromosomas para que aparezca el tumor-, y ello implica que, si uno de los dos padres está afectado, la mitad de los hijos lo estará también.

Un niño que lleve la mutación en el gen APC tiene un 90% de probabilidades de desarrollar más de cien pólipos adenomatosos (masas de células precancerosas) en el colon antes de cumplir 20 años. Los afectados deben hacerse examinar el colon cada año o dos, empezando a los 10 o 12 años de edad, y extirparse los adenomas con la frecuencia necesaria.

Críticas a la agencia

La autorización de la agencia británica (HFEA) ha desatado cierta polémica en el Reino Unido. El director del Centro de Ginecología y Reproducción Asistida de Londres, Mohammed Tarannisi, declaró ayer a la BBC: "Estamos hablando de problemas médicos graves, pero que no se manifiestan en el momento del nacimiento, sino que pueden desarrollarse o no 20, 30 o 40 años después. No corresponde a la HFEA, ni a tres miembros de la HFEA, ni a un médico como yo tomar esa clase de decisiones. Es un asunto que necesita debatirse adecuadamente".

Sin embargo, el hecho de que esta enfermedad se manifieste años después del nacimiento no es una novedad. El paradigma de las enfermedades genéticas deterministas, la corea de Huntington, no se manifiesta hasta los 50 años de edad, y ya se somete a diagnóstico preimplantatorio en muchos países, incluida España. Otras enfermedades hereditarias, como la hemofilia, sólo se manifiestan si el afectado se hace una herida, y tal vez no se haga ninguna en toda la vida.

Una de las parejas afectadas de FAP que habían solicitado la autorización declaraba ayer al Times de Londres: "Nos hace rebosar de alegría que se nos dé esta oportunidad, no sólo para evitar que nuestros hijos lleven este gen, sino también para evitar que lo pasen a la siguiente generación".

En la población general, la FAP afecta a una de cada 10.000 personas, pero el precedente abre un campo mucho más amplio. Por ejemplo, hay otro tumor similar cuatro veces más común (cáncer de colon hereditario no poliposo), y los científicos ya han identificado los cinco genes que lo causan. Suele manifestarse a los 45 años, y a menudo va asociado a tumores de endometrio, estómago, intestino delgado, vesícula, riñón, uretra y ovario.

Más en general, entre el 5% y el 10% de los cánceres de cualquier tipo son hereditarios, y en muchos casos se conocen los genes implicados. Los ejemplos mejor estudiados, junto a los de colon ya mencionados, son el cáncer de mama (hereditario en un 5%-10% de los casos), debido a mutaciones en los genes BRCA1 y BRCA2, y el melanoma familiar (hereditario en el 7% de los casos), causado por mutaciones en tres genes. Pero hay muchos otros, y los genes se van identificando a buen ritmo.

Tumores complejos

En el resto de los cánceres (entre el 90% y el 95%) también puede haber factores de predisposición hereditaria. Por ejemplo, un tumor concreto puede deberse a la acumulación de media docena de alteraciones genéticas en una misma célula. Algunas se deben a factores del ambiente (dieta, tabaco, radiación solar), pero otras pueden venir puestas de nacimiento. En teoría, sería posible utilizar el diagnóstico preimplantatorio para evitar estas últimas, y reducir mucho la probabilidad de que aparezca el tumor. Pero la genética es aquí mucho más compleja, y probablemente la ética lo será también.

Seleccionar los genes de los embriones suele aceptarse bien si el objetivo es evitar al niño una enfermedad hereditaria. El rechazo sería mucho mayor si se intentaran seleccionar cualidades positivas como la inteligencia, el carácter apacible o la estabilidad emocional. Pero el límite puede ser difuso. Por ejemplo, seleccionar un gen que evita el contagio del sida, ¿es evitar una enfermedad hereditaria o promover una cualidad positiva? Ese gen, por cierto, existe, y ya se podría seleccionar.

Manipulación de un óvulo humano en un laboratorio.

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