Los poderes de la 'telebasura'

Contenidos banales, zafios y morbosos, envueltos en un ensordecedor griterío y una retahíla de insultos de grueso calibre, salpican la programación de las televisiones españolas en el horario de tarde, cuando se concentra la mayor parte de la audiencia infantil. La casquería sentimental y los cotilleos sobre la vida de los famosos han invadido la pantalla en el único país de la Europa comunitaria, junto a Luxemburgo, que carece de un consejo audiovisual encargado de vigilar el sector y controlar las emisiones. Antena 3, Tele 5 y La Primera (TVE- 1) emiten en total unas 13 horas diarias de coti...

Contenidos banales, zafios y morbosos, envueltos en un ensordecedor griterío y una retahíla de insultos de grueso calibre, salpican la programación de las televisiones españolas en el horario de tarde, cuando se concentra la mayor parte de la audiencia infantil. La casquería sentimental y los cotilleos sobre la vida de los famosos han invadido la pantalla en el único país de la Europa comunitaria, junto a Luxemburgo, que carece de un consejo audiovisual encargado de vigilar el sector y controlar las emisiones. Antena 3, Tele 5 y La Primera (TVE- 1) emiten en total unas 13 horas diarias de cotilleo y culebrones de lunes a viernes en horario de tarde (infantil).

Antena 3 y Tele 5 dedicaron esta semana horas y horas a desentrañar si Gloria Ortiz, supuesta amante de conocidos toreros, miente al polígrafo o dice la verdad cuando alardea de sus conquistas, y si Eva Nasarre, animadora de aeróbic en la TVE de los años ochenta, ha sido abducida por una secta destructiva. La cobertura de estos sucesos ha sido infinitamente mayor que la de la firma de la Constitución europea.

La ley prohíbe los espacios dañinos para los niños entre las 6.00 y las 22.00

La televisión pública tampoco se caracteriza por ofrecer demasiados productos para los menores. Al menos La Primera, que consagra la tarde a los culebrones, la crónica rosa y los sucesos. Sólo La 2 se inclina por un concurso cultural (Saber y ganar), documentales y un formato para niños. Aunque éstos no son los espacios de mayor audiencia. En lo que va de temporada, el tramo vespertino de Los Lunnis (de 17.30 a 19.30) registra 416.000 espectadores (5% del total). A la misma hora, los chismorreos de A tu lado (Tele 5) y A la carta (Antena 3) concentran 1.653.000 (21,7%) y 1.480.000 (18,5%), respectivamente.

Mientras medio mundo estaba el jueves pendiente de la salud del líder palestino Yasir Arafat, las dos televisiones privadas seguían al minuto y con un enorme despliegue técnico la operación del torero Jesulín de Ubrique para retirarle un montón de anclajes de la columna vertebral. Aquí hay tomate consiguió para Tele 5 "en exclusiva" imágenes de las grapas una vez extirpadas del cuerpo del matador y desveló, también "en exclusiva", que su propietario tiene intención de enmarcarlas. Tele 5 se ha hecho eco de otras noticias: el cantante José Luis Rodríguez, El Puma, consume Viagra y Camilo Sesto es un extraterrestre llegado del planeta Orión, según testimonio de una desconocida. Los resúmenes de Gran Hermano son parte importante de la oferta de tarde y no hay día que no incluya gritos e insultos. Tele 5 intenta minimizarlos mediante pitidos. Por ejemplo, la concursante legionaria le dice al concursante transexual: "No menciones a mi sobrina en tu [pitido] vida".

El diagnóstico del Defensor del Menor de la Comunidad de Madrid, Pedro Núñez Morgades, sobre los contenidos que copan las franjas protegidas para la infancia y la juventud es esclarecedor: "Contienen violencia, discriminación, sexismo y zafiedad". En su opinión, la violencia "está siendo trasladada a los menores con un mensaje nefasto, dando a entender que es la mejor forma de resolver las cuestiones personales".

Para proteger los derechos del los menores, el Gobierno ha hecho un llamamiento a los operadores de ámbito estatal (RTVE, Antena 3, Tele 5 y Sogecable) que persigue "mejorar la función de servicio público" que les asigna la ley y contribuir "al bienestar de los menores", según explicó la vicepresidenta primera, María Teresa Fernández de la Vega, que ha pulsado la posición de asociaciones de telespectadores y entidades en defensa de la infancia. El Ejecutivo aspira a que se cumpla la ley de Televisión Sin Fronteras, aprobada en 1999, que prohíbe la emisión de programas que puedan perjudicar el desarrollo físico, mental o moral de los menores entre las 6.00 y las 22.00. Aunque no siempre se cumple, la ley también obliga a señalizar con símbolos acústicos y ópticos la programación, incluidas las películas.

En esta lucha contra la telebasura, los directivos de las cadenas tienen mucho que decir. El presidente de Tele 5, Alejandro Echevarría, está dispuesto a colaborar con el Gobierno, aunque considera que en las críticas sobre telebasura hay "muchísima demagogia". Cree que en España se hace "una gran televisión" y que los padres son tan responsables como los operadores de lo que ven sus hijos. La misma opinión expresa el consejero delegado de Antena 3, Maurizio Carlotti, para quien la telebasura es "un concepto metafísico". Sostiene que hay que distinguir entre programas para adultos y los que se difunden en horario infantil, y subraya que la televisión comercial es un negocio destinado "a vender contactos publicitarios". Núnez Morgades matiza: "Las privadas no tienen que olvidar que son una concesión".

Pocos programas han sido retirados de la pantalla por motivos ajenos a la audiencia. Canal Sur y Telemadrid suprimieron de un plumazo Tómbola, el paradigma del cotilleo, y TVE eliminó Tiempo al tiempo, presentado por Concha Velasco, cuando empezó a despeñarse hacia la casquería sentimental insustancial.

El Defensor del Oyente y del Telespectador de RTV-Andalucía, Patricio Gutiérrez, asegura que no recibe quejas sobre telebasura porque Canal Sur "no emite telebasura". Prefiere hablar de "programas irresponsables" y cuenta que su trabajo consiste en "actuar cuando hay elementos que pueden atentar contra los derechos de los ciudadanos". Sus decisiones no son vinculantes, pero las quejas de la audiencia han llevado a Canal Sur a trasladar a las 21.00 la serie animada Shin Chan. El Defensor apoyó, además, que se incluyera una advertencia indicando que la serie japonesa no está recomendada para menores de 13 años. También contribuyó a la retirada de anuncios ambiguos en el tratamiento de los menores. Pero su máximo objetivo es que la Administración intervenga "cuanto antes" contra las televisiones locales "dedicadas permanentemente a emitir anuncios de pornografía y a incitar a los menores a llamar a números de teléfono con tarifas especiales". A las 8.30 de ayer sábado, un momento de gran audencia infantil, la televisión local madrileña Canal 7, que gestiona José Frade, emitía una película pornográfica.

Telemadrid ha transmitido su decisión de acabar con la telebasura y no emitir programas "que tienen garantizada una audiencia elevada con contenidos que degradan la condición humana y los valores democráticos y culturales". Advierte de que, aunque le cueste audiencia, no se dejará fagocitar "por la voracidad empresarial sin escrúpulos". En la misma línea, los directivos de RTVE afirman que las dos cadenas estatales no emiten basura. Sin embargo, los espectadores de La Primera se han topado recientemente con desfiles de lencería al mejor estilo de la denostada Noche de fiesta. La diferencia es que antes se difundían casi de madrugada y ahora se han pasado en Como la vida, poco después de las siete de tarde. Esta semana el espacio que presenta Juan Ramón Lucas ha recurrido a los famosos para ilustrar el drama de las mujeres maltratadas y ha contado con testimonios de famosos que frecuentan las cadenas privadas aireando sus intimidades. TVE anima las tardes con La Prisionera, un culebrón poco recomendable para los niños a tenor de la sinopsis. Narra la vida una joven de 13 años drogada y violada en un pueblecito de México que será acusada de un crimen que no cometió.

El Ente Público quiere que los contenidos de TVE y RNE se ajusten a un código de au-torregulación para la protección de los menores: 30 normas que incluyen la creación del Defensor del Radioyente y el Telespectador. Tele 5 se propone controlar las emisiones basura con 21 normas internas que en realidad van dirigidas a evitar demandas judiciales.