Narbona acusa de dejadez al PP por los vertidos tóxicos en Flix

Greenpeace sostiene que Ercros vertió sustancias radiactivas en el Ebro en los noventa

"Desconocía la existencia de este informe. Durante el traspaso de poderes [de la Administración del PP a la del PSOE] nadie me informó de él". Así de rotunda se expresó ayer en Barcelona la ministra de Medio Ambiente, Cristina Narbona, al ser interpelada sobre el informe del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) en el que se alerta del peligro que suponen los centenares de miles de toneladas de residuos tóxicos -entre 200.000 y 300.000- vertidas por Ercros el siglo pasado en el río Ebro a la altura de Flix (Ribera d'Ebre). Narbona cargó contra el Gobierno del PP por disponer d...

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"Desconocía la existencia de este informe. Durante el traspaso de poderes [de la Administración del PP a la del PSOE] nadie me informó de él". Así de rotunda se expresó ayer en Barcelona la ministra de Medio Ambiente, Cristina Narbona, al ser interpelada sobre el informe del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) en el que se alerta del peligro que suponen los centenares de miles de toneladas de residuos tóxicos -entre 200.000 y 300.000- vertidas por Ercros el siglo pasado en el río Ebro a la altura de Flix (Ribera d'Ebre). Narbona cargó contra el Gobierno del PP por disponer del informe del CSIC desde noviembre de 2003 y "no hacer nada".

Por la tarde, en la sesión de control del Congreso, Narbona respondió a una interpelación de ERC que Elvira Rodríguez, su antecesora en el cargo, conocía los riesgos que se cernían sobre el Ebro por los vertidos tóxicos y, pese a ello, continuó trabajando para trasvasar agua del río al levante español.

La ministra coincidió con el consejero de Medio Ambiente,Salvador Milà, en reprochar a la Administración que no se haya dotado antes de mecanismos legales que eviten la "impunidad" de los que contaminan. En este sentido, Greenpeace aseguró ayer que Ercros, propietaria de la fábrica Erkimia de Flix, causante de la contaminación del río, vertió materiales radiactivos durante la década de 1990, cuando ya había leyes medioambientales que los prohibían, hipótesis que responsables del CSIC consideran "posible", aunque imposible de demostrar científicamente.

Joan Grimal, coautor del estudio del CSIC, dio ayer crédito, pero con matices, a la hipótesis de Greenpeace sobre vertidos radiactivos en la pasada década. Para hacer esta afirmación, Greenpeace se basa en el mismo estudio del CSIC e interpreta que, al haberse localizado radionucleidos casi en la superficie de la montaña de residuos, éstos corresponden a una época reciente. "Entre los años 1992 y 1995 se producen dos ampliaciones de capacidad productiva en Ercros", precisa la organización ecologista. Sin embargo, Grimal explicó que esta hipótesis no deja de ser una suposición porque el CSIC no ha podido determinar a qué año corresponden los vertidos más recientes, que son los situados en la superficie de la montaña tóxica, la mayor parte de la cual está sumergida en el río.

"La impunidad se ha producido por dejadez de la Administración y, antes, por la inexistencia de normas", señaló la ministra. Otro argumento que defendió Narbona para explicar que nadie ha hecho nada en Flix pese a conocer la existencia de estos residuos fue que la sociedad ha tendido a pensar que imponer barreras a las empresas suponía también imponer barreras al progreso. Narbona recordó que los sindicatos han incluido propuestas medioambientales en los convenios laborales "desde hace muy poco".

Pese a que Milà fue explícito al afirmar que Ercros tiene sin duda una "responsabilidad ética" por los vertidos, lo cierto es que técnicamente resulta imposible datarlos con exactitud y, por tanto, determinar si Ercros ha violado la normativa medioambiental. Narbona, en declaraciones a TV-3, señaló que espera que "Ercros colabore en la limpieza de los vertidos".

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Narbona, que ayer inauguró en la Universidad de Barcelona unas jornadas sobre el agua, señaló que las obras alternativas al trasvase del Ebro aportarán 145 hectómetros cúbicos de agua al área metropolitana de Barcelona hasta 2008. Sin embargo, la escasa información que la ministra dijo tener sobre quién consume agua, cuánta y para qué le impidió precisar si esta cantidad será suficiente para las necesidades de la zona.

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