El Gobierno mantiene su previsión de crecimiento pese a la escalada del crudo

Solbes advierte a transportistas y agricultores de que no bajará los impuestos de los carburantes

El Gobierno está convencido de que el impacto de la escalada del precio del petróleo en la economía española será limitado. El vicepresidente segundo y ministro de Economía y Hacienda, Pedro Solbes, reiteró ayer sus previsiones de crecimiento para este año (2,8%) y el próximo (3%), aprobadas en julio con una referencia de entre 30 y 33 dólares el barril. Admitió, sin embargo, que cada tres dólares de subida por encima de ese precio restaría dos décimas al crecimiento de 2005 y añadiría un 0,1% a la inflación. Solbes descartó rebajar los impuestos que gravan el consumo de carburantes, y recordó...

Suscríbete para seguir leyendo

Lee sin límites

El Gobierno está convencido de que el impacto de la escalada del precio del petróleo en la economía española será limitado. El vicepresidente segundo y ministro de Economía y Hacienda, Pedro Solbes, reiteró ayer sus previsiones de crecimiento para este año (2,8%) y el próximo (3%), aprobadas en julio con una referencia de entre 30 y 33 dólares el barril. Admitió, sin embargo, que cada tres dólares de subida por encima de ese precio restaría dos décimas al crecimiento de 2005 y añadiría un 0,1% a la inflación. Solbes descartó rebajar los impuestos que gravan el consumo de carburantes, y recordó a los sectores más afectados (transportistas y agricultores) que aún disfrutan del paquete de ayudas aprobado en la crisis energética de 2000.

Más información

El vicepresidente se esforzó por "quitar hierro a los planteamientos excesivamente negativos" sobre el efecto del precio del crudo en la economía. "Los riesgos tienden a la baja", aseguró Solbes en la conferencia de prensa posterior al Consejo de Ministros. En la reunión, la primera tras las vacaciones, se trató la evolución de la economía española y la elaboración de los Presupuestos Generales del Estado, cuyo proyecto deberá ser enviado al Parlamento antes del 30 de septiembre, pero que todavía no está listo debido a "problemas puntuales" de algunos ministerios.

El Gobierno se siente optimista respecto al futuro de la economía, a pesar de que prevé que la cifra de crecimiento del producto interior bruto (PIB) del segundo trimestre, que se publicará la semana próxima, sea algo inferior a la del primero (2,8%). Según los cálculos del Banco de España, el crecimiento de abril a junio se redujo al 2,6%.

Solbes quiso ayer minimizar el impacto del petróleo, que calificó de moderado. Las previsiones de crecimiento aprobadas el 30 de julio pasado se elaboraron sobre un escenario de precios medios anuales de entre 30 y 33 dólares el barril, y ese precio medio se encuentra ahora en 34,80 dólares en los mercados internacionales. Además, Solbes coincide con la Agencia Internacional de la Energía en que, de los 43 dólares por barril registrados en agosto, 11 dólares se explican por factores coyunturales (Irak y la crisis de la petrolera Yukos, entre otros) que, a su juicio, tenderán a desaparecer en los próximos meses.

Inflación en el 3%

Por ello, el Gobierno ha mantenido sus pronósticos de crecimiento de la economía de un 2,8% este año y un 3% el siguiente. Esta decisión está en línea con las declaraciones realizadas esta semana por el presidente del Banco Central Europeo, Jean-Claude Trichet, que estima que el alza del petróleo no presenta la misma gravedad que otros choques del pasado (crisis de 1973 y 1979) y no justifica una revisión a la baja de las previsiones de crecimiento de la zona euro. Todo indica, según Solbes, que la inflación española se moderará para acabar el año en torno al 3% (en julio alcanzó el 3,4%), por encima del objetivo del 2% fijado por el Banco Central Europeo.

Pese a la confianza en el futuro, Economía ha realizado unas estimaciones sobre el impacto de una escalada persistente del petróleo. Si el barril alcanzase un precio medio anual de 36 dólares, restaría dos décimas al PIB y añadiría una décima a la inflación. Si llegara a los 40 dólares, el impacto sería prácticamente el doble. El análisis de Economía refleja también el alto grado de dependencia energética de la economía española. Mientras en la UE el consumo de energía era en 2000 un 1% inferior al de 1980, en España creció un 40%. "Si hubiésemos puesto en marcha sin retrasos el Protocolo de Kioto, el impacto del alza del crudo habría sido menor", dijo Solbes.

De lo que no se mostró nada convencido Solbes fue de dar ayudas fiscales y públicas a los sectores más afectados (en especial transportistas y agricultores) por el alza del petróleo, aunque dijo estar abierto a analizar las dificultades que atraviesan. El vicepresidente reiteró que el IVA que grava el consumo de carburantes se fija en Bruselas y no puede ser modificado unilateralmente. Respecto a los impuestos especiales, el vicepresidente insistió en que España no ha alcanzado todavía la tasa mínima fijada por la Comisión Europea y tiene que ir aumentándola progresivamente hasta 2007. Francia rebajó los impuestos especiales en la crisis de 2000, pero son más altos que los españoles.

Además, Solbes recordó a los sectores afectados que el Gobierno del PP aprobó rebajas fiscales (reducción de la tributación por módulos) en la crisis energética de 2000. Estas medidas siguen vigentes, por lo que los sectores se han estado beneficiando de ellas, incluso con un petróleo más barato, como el de los años anteriores.

Preguntado por el cierre de las cuentas públicas de este año, el vicepresidente indicó que en septiembre enviará a Bruselas una estimación del déficit público del Estado, que estará "claramente" por debajo del 1% del PIB.

Mientras tanto, el Gobierno espera comenzar a negociar la semana próxima con los grupos parlamentarios los Presupuestos para 2005, ya que no cuenta con mayoría suficiente en el Parlamento para aprobarlos sin apoyos.

Pedro Solbes se dirige a los periodistas durante la conferencia de prensa posterior al Consejo de Ministros.ULY MARTÍN

Sobre la firma

Archivado En