Un barco africano planeaba abandonar a 500 inmigrantes en aguas de Canarias

El Hollgan Star, un vetusto carguero con bandera de Ghana, fue interceptado el pasado día 15 en el puerto de Freetown (Sierra Leona). Su destino era las islas Canarias. Su carga, medio millar de inmigrantes indocumentados que debían viajar hacinados. El intercambio de información de la policía española con la de Sierra Leona y la de Guinea Conakry logró desbaratar el plan. En Sierra Leona han sido detenidos los tripulantes del barco, que paradójicamente en 1998 arribó a aquel país con ayuda humanitaria. La red mafiosa implicada en la operación y otros barcos sospechosos siguen ba...

El Hollgan Star, un vetusto carguero con bandera de Ghana, fue interceptado el pasado día 15 en el puerto de Freetown (Sierra Leona). Su destino era las islas Canarias. Su carga, medio millar de inmigrantes indocumentados que debían viajar hacinados. El intercambio de información de la policía española con la de Sierra Leona y la de Guinea Conakry logró desbaratar el plan. En Sierra Leona han sido detenidos los tripulantes del barco, que paradójicamente en 1998 arribó a aquel país con ayuda humanitaria. La red mafiosa implicada en la operación y otros barcos sospechosos siguen bajo investigación.

El Hollgan Star -botado en 1966- transportó entre 1996 y 1998 cargas de ayuda alimentaria y médica a Freetown, la capital de Sierra Leona. Ahora, convertido en barco basura, una red mafiosa pretendía rentabilizar su cascarón con un proyecto más lucrativo que su desguace. El plan, según fuentes policiales españolas, consistía en embarcar a 500 inmigrantes indocumentados para traladarlos a Canarias. Una vez que el barco entrase en aguas españolas, la tripulación lo abandonaría. Dejaría a su suerte al pasaje en plena alta mar. Las autoridades españolas se verían obligadas a socorrer a los inmigrantes en virtud de las normas internacionales marítimas. Y así arribarían a territorio nacional.

El plan fue conocido por informadores de la policía española, que comunicaron sus datos a sus colegas de los países implicados en la operación: Guinea Conakry y Sierra Leona. El seguimiento de los preparativos de este masivo embarque duró dos meses. Los clandestinos pasajeros, de origen subsahariano, fueron abonando el precio para comprar una plaza en el Hollgan Star: de 1.500 a 2.000 euros.

Por ese dinero se puede pagar un crucero de siete días en una minisuite con balcón por las islas griegas. Pero estos 500 subsaharianos iban a pagar tal precio por viajar hacinados en las bodegas de un carguero de dudosa navegabilidad. Precisamente, el dinero requisado a bordo del carguero ha permitido incriminar al capitán y a los demás tripulantes: fueron incapaces de justificar a las autoridades locales la presencia de tales abultados fondos.

Cuando se ejecutó la operación policial, ya estaban a bordo algunos inmigrantes, que también fueron detenidos. Los restantes, la mayoría, se encontraban aún en dependencias próximas al puerto.

Desplazamiento de mafias

La policía española, en informes internos, da una explicación al hecho de que países como Sierra Leona empiecen a despuntar como nuevos focos de salida de la inmigración ilegal hacia España. La mayor presión por parte de la Gendarmería Real de Marruecos en las zonas habituales de embarque de inmigrantes a bordo de pateras ha generado "un desplazamiento hacia el sur (Golfo de Guinea) por parte de las mafias, que están haciendo gestiones para la compra de barcos en mal estado en países deprimidos y trasladar a puertos canarios a inmigrantes de origen subsahariano".

José Segura, delegado del Gobierno en Canarias, calificó ayer este tráfico de "indecente e inhumano", y anunció que el Gobierno español, mediante actuaciones policiales pero también diplomáticas, mantendrá su "compromiso firme y absoluto de continuar con un trabajo exhaustivo" para impedir que barcos como el Hollgan Star con destino a España ni siquiera lleguen a zarpar de sus puertos en la costa africana.

Sobre la efectividad de la presión policial marroquí, Segura da los siguientes datos: desde abril pasado hasta principios de este mes ha realizado diversas operaciones que han impedido el embarque con destino a las costas españolas de 1.072 inmigrantes. El delegado del Gobierno en Canarias no cree que haya restado eficacia el hecho de que en febrero pasado caducase el convenio con Marruecos de lucha conjunta contra esta lacra, que permitía, entre otros, los patrullajes mixtos. Asegura que la Gendarmería ha redoblado sus esfuerzos para erradicar los focos de salidas de pateras.

Con anterioridad, Canarias había sufrido tres transportes masivos de inmigrantes mediante barcos similares al ahora frustrado: en 2002 llegaron el Asvha a Santa Cruz de Tenerife, con 109 inmigrantes a bordo (en su mayoría senegaleses), y el Noe, que arribó con otros 235 al Puerto de la Luz (Gran Canaria). En febrero pasado atracó en ese mismo puerto el Conakry, con 150 indocumentados. En la medida en que varios de estos viajes fueron organizados por el mismo empresario griego, la policía española investiga otros barcos cuya única salida lógica sería el desguace y que, sin embargo, sorprendentemente están siendo reparados en distintos puertos de esa franja de la costa africana supuestamente con igual oscuro fin.