Alto Cuevas, ¿un rosado en la barrica?

A finales de los ochenta la autenticidad, calidad y frescura de los rosados de Alicante y Utiel Requena se abrieron paso en los mercados al reconocer los consumidores su bondad y excelencia. Era el final de un largo trabajo en pro de estos vinos. La cooperativa de las cuevas de Utiel fue pionera con su Añal, un rosado de la bobal, joven, fresco y afrutado que abrió el camino para su negocio de embotellado (tintos de la tempranillo, y un blanco de la Macabeo). Esta zona de Utiel-Requena siempre se ha destacado por la intensa calidad de los vinos de la tempranillo, la orografía y el clima son id...

A finales de los ochenta la autenticidad, calidad y frescura de los rosados de Alicante y Utiel Requena se abrieron paso en los mercados al reconocer los consumidores su bondad y excelencia. Era el final de un largo trabajo en pro de estos vinos. La cooperativa de las cuevas de Utiel fue pionera con su Añal, un rosado de la bobal, joven, fresco y afrutado que abrió el camino para su negocio de embotellado (tintos de la tempranillo, y un blanco de la Macabeo). Esta zona de Utiel-Requena siempre se ha destacado por la intensa calidad de los vinos de la tempranillo, la orografía y el clima son ideales. En la zona más baja de la comarca se han dado mejor los tintos de bobal. Se podría decir algo semejante a Jerez (pa finos el Puerto y pa olorosos Jeré). Consecuencia de toda una labor promocional y divulgativa, los rosados se hicieron habituales en el consumo estival hasta 1995. Ese año fue el de la eclosión de los tintos de alta expresión. Las excelentes noticias de los efectos saludables de los tintos incrementaron de forma espectacular su venta, pero fue en detrimento de los rosados. La respuesta de las bodegas y la administración fue poco inteligente y aplicada. No supieron unir las ventajas de la producción de rosados para hacer tintos de alta expresión, y la divulgación no existió, pues no se convocó a los protagonistas del éxito anterior que hicieron apostolado por el rosado. Cosas de un sector donde abundan los vinateros hiperbólicos, encantados de sí mismos y poco inclinados a citar y reconocer a quien les beneficia. Una respuesta inteligente a ese descenso es el rosado fermentado en barrica Alto Cuevas, elaborado por Antonio Gómez, que es profesor y jefe de estudios de la escuela de enología de Requena. Antonio es del Vinalopó (Asp), y aunque su familia cultiva uva de mesa, tiene la cultura del rosado de su comarca empeltado en el cerebro. El resultado de este proyecto de la cooperativa de Las Cuevas es un rosado magnífico. El Alto Cuevas ha sido fermentado en barrica de roble nuevo después del sangrado, tiene como los jóvenes, ese aroma fresco, afrutado y fragante a fresa y frambuesa.A la boca resulta más rico, notamos una fructosa y acidez bien combinadas, la madera le ha dejado un gusto tánico, redondo, maduro. Una exquisitez de vino que servido fresco incrementa su placer. El mismo que cantaba el gran escritor escocés, Robert Burns (que ha dado un nombre a un puro) en su poema El Brindis. "Llenadme de vino rosado, pronunciad un brindis divino, dad al poeta su llama acariciadora".

Marca: Alto Cuevas 2002. Tipo: rosado fermentado en barrica. Variedad: Bobal 12º. Bodega: COVILOR. Dirección: Calle de Antonio Bartual, 21. Las Cuevas 46313 (Valencia). Teléfono: 962 182 053. Fax: 962 182 055. E-mail: coop-cuevas @resone.es. Web: www.resone.es/coop-cuevas