Maestros de un arte útil

Edificios espectáculo, arquitectos cuyas firmas son tan reconocidas (y codiciadas) como las marcas de ciertos productos globales, páginas de crítica en los medios de comunicación... ¿Está de moda la arquitectura? "No lo sé, pero sí es cierto que su lugar como objeto de discusión cultural en la prensa no tiene más de 15 años", señala el catedrático Luis Fernández-Galiano, quien concluye hoy en la Universidad Internacional Menéndez Pelayo (UIMP) un curso magistral sobre 10 arquitectos esenciales para entender el siglo XX, desde Frank Lloyd Wright hasta la pareja suiza Jacques Herzog y Pierre de ...

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Edificios espectáculo, arquitectos cuyas firmas son tan reconocidas (y codiciadas) como las marcas de ciertos productos globales, páginas de crítica en los medios de comunicación... ¿Está de moda la arquitectura? "No lo sé, pero sí es cierto que su lugar como objeto de discusión cultural en la prensa no tiene más de 15 años", señala el catedrático Luis Fernández-Galiano, quien concluye hoy en la Universidad Internacional Menéndez Pelayo (UIMP) un curso magistral sobre 10 arquitectos esenciales para entender el siglo XX, desde Frank Lloyd Wright hasta la pareja suiza Jacques Herzog y Pierre de Meuron. En tiempos "difíciles para la arquitectura silenciosa", varias razones explican ese protagonismo. "La sociedad del espectáculo lo invade todo y la arquitectura ha sido deglutida también, pero creo que, además, hay una curiosidad genuina por ella como actividad intelectual, que tiene como peculiaridad la de ser un arte útil. Una disciplina indisciplinada que tiene un costado artístico y, como tal, cultiva el riesgo, pero que a la vez tiene la necesidad de dialogar con la ciudad". La clave de la arquitectura con mayúsculas, sin embargo, está en la intimidad. "Todos los grandes arquitectos han comprendido que la arquitectura no es un asunto del ojo, sino de la piel. Los materiales no son inocentes. A través del uso de diferentes materiales, la arquitectura intenta resucitar en el espectador percepciones que van más allá de la forma. Le Corbusier, en su primera etapa, hizo máquinas para vivir, pero al final supo que sólo podía hacer máquinas para emocionar. A Mies van der Rohe se le recuerda como constructor de torres de vidrio, pero también fue un hombre con una extraordinaria atención a los detalles. Sus edificios no pueden describirse sin destacar en ellos el uso de la seda, el ónice o el terciopelo blanco". En su lista, el profesor sólo ha incluido a un español, Rafael Moneo. "La popularidad de Calatrava es superior, se ha convertido en un icono, pero creo que Moneo es el arquitecto español más importante desde Sert", explica. Serán los artistas de Basilea, Herzog y Meuron, ganadores del Premio Pritzker 2001 y padres de la Tate Modern de Londres y del edificio emblema del Fórum, entre otros, quienes cerrarán esta tarde el curso al recibir sendas medallas de honor de la UIMP. "Su aporte esencial ha sido poner el arte en contacto con la vida cotidiana", resume Fernández-Galiano.

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