"Si los ciudadanos no colaboran en la limpieza urbana, la ley no sirve"

Julián Uriarte (Plentzia, 1934), ingeniero industrial, presidente y director ejecutivo de la Asociación Técnica para la Gestión de Residuos y Medio Ambiente (Ategrus), defiende que la limpieza urbana y el tratamiento de las basuras requiere la colaboración ciudadana. Ategrus, con sede en Bilbao desde su fundación en 1974, cuenta con más de 350 miembros, que representan al 75% de las empresas del sector y a instituciones que gobiernan a 25 millones de habitantes.

Pregunta. ¿Qué retos tiene la limpieza urbana y gestión de residuos?

Respuesta. Los retos son informar a ...

Julián Uriarte (Plentzia, 1934), ingeniero industrial, presidente y director ejecutivo de la Asociación Técnica para la Gestión de Residuos y Medio Ambiente (Ategrus), defiende que la limpieza urbana y el tratamiento de las basuras requiere la colaboración ciudadana. Ategrus, con sede en Bilbao desde su fundación en 1974, cuenta con más de 350 miembros, que representan al 75% de las empresas del sector y a instituciones que gobiernan a 25 millones de habitantes.

Pregunta. ¿Qué retos tiene la limpieza urbana y gestión de residuos?

Respuesta. Los retos son informar a todos los implicados de las tecnologías disponibles para afrontar la nueva legislación europea. La normativa que afecta a las tres erres: reducción de residuos generados, cuantitativamente y cualitativamente, reutilización y reciclaje. Y luego viene la valorización de los residuos, principalmente energética y los vertederos controlados.

P. ¿Qué es lo más difícil?

R. Los vertederos tanto los de inertes, como los de residuos urbanos, y las medidas de control de los que dejan de utilizarse. Los vertederos de nueva generación serán muy pocos, con unas normas tecnológicas y un control de alto rigor. Y también las incineradoras y los tratamientos biológicos y térmicos de los residuos.

P. ¿Y en limpieza urbana?

R. La tendencia es la mecanización de los servicios, sobre todo, por calidad. Hay que mejorar las emisiones de gases de la maquinaria, de barredoras, regadoras o camiones de recogida, y también el ruido. En las grandes ciudades los servicios se deben hacer por la noche por eficacia y seguridad, y el ruido es importante. Se deben insonorizar los motores, eliminar las descargas de contenedores, y también educar al personal, para que no griten "arranca" a las dos de la madrugada. Hace falta una campaña de información y una normativa clara en los pliegos de condiciones de contratación y en las ordenanzas municipales, pero sobre todo, es necesaria la ayuda de la gente. Si los ciudadanos no colaboran en la limpieza y en la gestión de residuos, ni ley ni máquinas sirven para nada.

P. ¿Se atreva a poner nota en esta materia a las capitales vascas?

R. Merecen una nota alta. San Sebastián es una ciudad que ha mantenido una constante superación en los últimos años. Es una ciudad limpia y concienciada. Vitoria también es una ciudad limpia, con muchos servicios y una buena urbanización, que influye mucho en la calidad de la limpieza. Bilbao es la ciudad más difícil. El aspecto visual de la Ría ha perjudicado mucho en el pasado. Bilbao parecía una ciudad sucia cuando ya tenía unos buenos servicios de limpieza. Pero al desaparecer la industria, cuando se han limpiado las fachadas, se han hecho calles peatonales, ha mejorado la iluminación y han desaparecido las bolsas de basura de las calles, la impresión sobre la limpieza ha mejorado. El nivel es alto, pero creo que no está todavía a la altura de Vitoria y San Sebastián en colaboración ciudadana.

P. ¿En qué se puede mejorar?

R. Creo que tenía que haber adelantado más el sistema de recogida neumática de basuras, que es caro pero no tanto como parece. Si la electricidad llega por cable, el agua se canaliza para el abastecimiento y las aguas residuales se recogen por tuberías ¿por qué no hacer lo mismo con las basuras? El sistema se está perfeccionando, y permite la recogida selectiva de forma brillante.

P. ¿Y con los residuos industriales?

R. Parece que todos son malos, y no es así. La industria debe reducir sus residuos, hacerlos reciclables y que no generen problemas.

P. En el País Vasco no hay depósitos de residuos tóxicos.

R. No se pudo hacer, por el llamado sindrome Nimby, no in my back yard, no a lado de mi casa. Nadie lo quiere cerca.

P. ¿Qué opina de las incineradoras?

R. Pedimos, por ejemplo, que el cierre inmediato cuando se detecte algún problema, no al término de un largo proceso burocrático, y que las plantas cuenten con la instrumentación más precisa para la medida contínua de sustancias peligrosas. Que se explote bien, con rigor y controles independientes. La gente cree que es un negocio y duda. La comunicación es esencial, deben informar con lealtad y transparencia hasta que la gente sepa que se dice la verdad.

Y hacer estudios epidemiológicos y de morbilidad, para saber qué pasa con la salud de la gente alrededor de las plantas.