Argentina crea una empresa pública para gestionar petróleo, gas y electricidad

La sociedad explotará, junto a capitales privados, yacimientos de crudo en el Atlántico

El Ejecutivo argentino anunció ayer la puesta en marcha de Energía Argentina (Enarsa), una empresa del Estado que dispondrá de partidas del superávit fiscal y administrará fondos fiduciarios extraordinarios, por el aumento de las tarifas, para desarrollar negocios de explotación de reservas de petróleo en el océano Atlántico y construir infraestructuras para la red de distribución de gas y de electricidad. La nueva empresa desarrollará sus proyectos en asociación con capitales privados, según precisaron fuentes del Gobierno, que trata de paliar la crisis energética del país.

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El Ejecutivo argentino anunció ayer la puesta en marcha de Energía Argentina (Enarsa), una empresa del Estado que dispondrá de partidas del superávit fiscal y administrará fondos fiduciarios extraordinarios, por el aumento de las tarifas, para desarrollar negocios de explotación de reservas de petróleo en el océano Atlántico y construir infraestructuras para la red de distribución de gas y de electricidad. La nueva empresa desarrollará sus proyectos en asociación con capitales privados, según precisaron fuentes del Gobierno, que trata de paliar la crisis energética del país.

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Argentina espera recuperar así, en los próximos tres años, los 5.000 millones de dólares de inversiones que, según cálculos del Gobierno, no se realizaron en el sector en los últimos cinco años.

El ministro de Planificación Federal, Julio de Vido, dijo que la nueva compañía no se propone competir con Repsol YPF ni con las petroleras que tienen contratos firmados con plazos de concesión para la exploración y explotación hasta 2017. Según el ministro, se trata de "ser socios" en proyectos que son de interés común, como la explotación de la cuenca atlántica frente a las costas patagónicas de Tierra del Fuego, en la que Enarsa contará con la experiencia y la tecnología de PDVSA, la petrolera estatal venezolana.

Argentina decidió, hace dos meses, importar gasóleo desde Venezuela para las centrales eléctricas de ciclo combinado que utilizan gas. Un portavoz de De Vido explicó que "la empresa funcionará, además, como testigo para poner el sector bajo control, porque dispondrá de información propia. Si en el futuro alguna de las privadas no acepta las condiciones, Enarsa podría hacerse cargo de la concesión".

La petrolera estatal brasileña, Petrobras, y Repsol YPF serán socios también de Enarsa en la construcción de nuevos gasoductos para transportar gas desde los pozos del sur del país y para la distribución en el norte del que llega importado desde Bolivia. Además, Petrobras anunció inversiones para aportar a la red 2,8 millones de metros cúbicos de gas diarios durante el año próximo, otros ocho millones de metros cúbicos en 2006 y un volumen similar en 2007.

Por su parte, Repsol YPF se comprometió también a añadir tres millones de metros cúbicos diarios a la red cuando se reactive el yacimiento de Tarija (Bolivia), y otros 5,5 millones de metros cúbicos diarios producidos por los pozos abiertos en las provincias argentinas de Mendoza y Neuquén.

El plan para afrontar la crisis de energía que padece el país incluye una batería de medidas complementarias, además de las restricciones generales para el "uso racional" de los recursos. Desde el pasado lunes rige la subida de las tarifas de entre el 25% y el 40% del gas que afectará a los clientes de alto consumo, industrias y centrales termoeléctricas. El Gas Natural Comprimido (GNC), que usan como combustible 1,3 millones de taxis y vehículos utilitarios, aumentó también más del 20% en el curso de este año y podría sufrir nuevas alzas en los próximos meses.

Los clientes residenciales estarán sometidos a un régimen de "premios y castigos". Los que se excedan en su consumo promedio en relación con el pasado año pagarán más, y los que logren reducirlo serán beneficiados con rebajas. De todos modos, los especialistas coinciden en que el plan del Ejecutivo no resolverá el problema durante el próximo invierno. El Gobierno responsabilizó de la escasez de gas a las petroleras, a las que acusó de paralizar las inversiones como forma de presión para conseguir aumentos de tarifas. El presidente Néstor Kirchner dijo que llegaron a "tapar pozos" para reducir la producción, lo que niegan las empresas.

Néstor Kirchner.

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