Telefónica mejora por segunda vez su oferta por Embratel

La operadora eleva a 396 millones el precio en su pugna con Slim

Telefónica está dispuesta a echar el resto para arrebatar Embratel, la primera compañía telefónica de Brasil, al mexicano Carlos Slim. En su segunda oferta, la operadora aumenta de 360 a 396 millones de dólares el pago mínimo garantizado a WorldCom por su 52% de Embratel, incluso si el regulador no autoriza la compra. Telefónica ofrece un pacto previo a la autoridad antimonopolio para resolver problemas futuros.

Telefónica no se rinde en Brasil. Calais, el consorcio integrado por la multinacional española y sus socios brasileños, Telemar, Brasil Telecom y Geodex, ha vuelto a mejorar su ...

Suscríbete para seguir leyendo

Lee sin límites

Telefónica está dispuesta a echar el resto para arrebatar Embratel, la primera compañía telefónica de Brasil, al mexicano Carlos Slim. En su segunda oferta, la operadora aumenta de 360 a 396 millones de dólares el pago mínimo garantizado a WorldCom por su 52% de Embratel, incluso si el regulador no autoriza la compra. Telefónica ofrece un pacto previo a la autoridad antimonopolio para resolver problemas futuros.

Más información

Telefónica no se rinde en Brasil. Calais, el consorcio integrado por la multinacional española y sus socios brasileños, Telemar, Brasil Telecom y Geodex, ha vuelto a mejorar su oferta por Embratel, la mayor compañía de telefonía fija de larga distancia de Brasil. Ofrece a la estadounidense WorldCom un pago mínimo garantizado de 396 millones de dólares, 36 millones más que en su anterior oferta, independientemente de la aprobación regulatoria previa y que, por tanto, no sería no reembolsable si finalmente no se obtiene el beneplácito del regulador. Si resulta aprobada, desembolsaría el resto del dinero en efectivo hasta los 550 millones de dólares a que asciende el total de su oferta.

Telmex, propiedad del multimillonario mexicano Carlos Slim, llegó a un acuerdo el 15 de marzo pasado con MCI (heredera de WorldCom) para la compra de su participación en Embratel (el 19,2% del capital social y el 51,8% de las acciones con derecho a voto) que le daban el control de la operadora, por un total de 360 millones de dólares. La multinacional estadounidense, en suspensión de pagos desde junio de 2002, prefirió a Slim, aduciendo que una venta a Telefónica corría el riesgo de no ser autorizada por las autoridades regulatorias, dada la fuerte presencia de los socios de Calais en el mercado de la telefonía fija brasileña.

Segunda amenaza

Para contrarrestar esta segunda amenaza, Telefónica ha decidido una segunda mejora consistente en el ofrecimiento de un pacto previo a las dos autoridades que deben dar luz verde a la operación: el Consejo Administrativo de Defensa Económica (Cade), una especie de tribunal de defensa de la competencia, y la Agencia Nacional de Telecomunicaciones (Anatel), el organismo regulador del sector.

Para ello, Calais condicionó su derecho a hacer efectivo el pago final de 154 millones de dólares a la firma de un acuerdo con Cade que evite cualquier violación de derecho antitrust durante el análisis de la operación por parte de este organismo, proceso que podrá llevar varios años. El consorcio también se compromete a indemnizar a los compradores por las reclamaciones de terceros, que pudiesen derivarse de la compra de Embratel.

Con esta nueva mejora, Calais entiende que "sería inconcebible" que sea rechazada su oferta, que mejora en 190 millones el importe total ofrecido por Telmex y garantiza un pago mínimo mucho mayor (396 millones por los 20 que ofrece Telmex).

Pero el futuro de Embratel puede decidirse muy lejos de Brasil. El juez de Manhattan Arthur González, que tramita la bancarrota de WorldCom, decidirá el 27 de abril si aprueba la venta a Telmex, resolviendo las denuncias que acusan de perjudicar a los accionistas minoritarios. La corte podría anular la venta y convocar una subasta.

Sobre la firma

Archivado En