LA POSGUERRA DE IRAK

Los insurgentes secuestran a tres civiles japoneses y amenazan con quemarlos vivos

Otras cuatro personas están desaparecidas y siete surcoreanos fueron retenidos varias horas

Los peores presagios se cumplieron el jueves. Tres civiles japoneses se hallan secuestrados por unas hasta ahora desconocidas Brigadas de los Muyahidin que amenazan con quemarlos vivos si Tokio no retira sus tropas de Irak en un plazo de tres días. Dos árabes con papeles israelíes y un canadiense también han sido secuestrados. Además, la Coalición teme que un ciudadano británico haya corrido la misma suerte, aunque nadie se ha responsabilizado de su desaparición. Siete coreanos retenidos durante la mañana cerca de Bagdad quedaron en libertad a última hora del jueves.

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Los peores presagios se cumplieron el jueves. Tres civiles japoneses se hallan secuestrados por unas hasta ahora desconocidas Brigadas de los Muyahidin que amenazan con quemarlos vivos si Tokio no retira sus tropas de Irak en un plazo de tres días. Dos árabes con papeles israelíes y un canadiense también han sido secuestrados. Además, la Coalición teme que un ciudadano británico haya corrido la misma suerte, aunque nadie se ha responsabilizado de su desaparición. Siete coreanos retenidos durante la mañana cerca de Bagdad quedaron en libertad a última hora del jueves.

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Este nuevo desarrollo, con el secuestro de 13 civiles entre el miércoles y el jueves, cambia cualitativamente la situación de los extranjeros en Irak. Fuentes de la resistencia aseguran que las embajadas pueden ser el próximo objetivo.

"Tres de vuestros hijos han caído en nuestras manos y podéis elegir: o retiráis vuestras tropas o les quemaremos vivos", afirma un comunicado difundido por la cadena de televisión qatarí Al Yazira. El texto, dirigido al "pueblo amigo de Japón", va acompañado de un vídeo en el que puede verse a dos hombres y una mujer con los ojos vendados, aterrorizados, y rodeados de hombres armados, que les amenazan reiteradamente.

Una de las imágenes muestra sus pasaportes, japoneses, y junto a ellos un carné de prensa azul de los que emite el Ministerio de Información de Jordania y que los periodistas necesitaron para viajar desde ese país a Irak en las primeras semanas después de la caída de Bagdad, el 9 de abril de 2003.

Un comunicado del Ministerio de Exteriores japonés confirmó que se trata de un fotógrafo, Soichiro Koriyama, de 32 años. Sus compañeros de infortunio son dos cooperantes, Niroaki Imai, de 18, y Nahoko Takato, de 34. Al parecer, los tres fueron capturados cerca de Samawa, la capital de la provincia de Muthanna, a unos 270 kilómetros al sur de Bagdad. Allí tienen su base las tropas niponas, un total de 550 soldados dedicados a la reconstrucción y operaciones humanitarias y logísticas.

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El Gobierno de Tokio, que manifestó que no cederá al chantaje, condicionó su presencia en la Coalición a que sus militares no tuvieran que participar en misiones de combate. Es la primera intervención japonesa en un escenario de guerra desde 1945 y la medida ha despertado una gran polémica en el país.

"Sin duda se trata de una vuelta de tuerca, un punto de presión contra la presencia de las fuerzas extranjeras", manifestó a esta enviada un embajador europeo. "El hecho de que se trate de civiles significa que se trata además de una acción contra los países que los envían y el proceso de reconstrucción", apuntó el diplomático sorprendido porque se haya elegido Japón. "Es prácticamente el único país que ha desembolsado el dinero prometido durante la conferencia de Madrid", explicó.

La televisión iraní Al Alam mostró un vídeo de dos árabes con papeles de identidad israelíes, Nabil George Yaakob Razuq, de 30 años, y Ahmed Yassin Tikati, de 33, en el que reconocían haber sido secuestrados por el grupo Ansar a Din, que les acusa de ser "espías sionistas". La agencia de cooperación estadounidense USaid reconoció que Razuq trabaja para ellos. El Ministerio de Seguridad israelí confirmó que son residentes en Jerusalén Este. El jueves por la noche el Ministerio de Exteriores de Canadá señaló que un trabajador humanitario de esta nacionalidad, Fadi Ihsan Fadel, había sido secuestrado el miércoles en Kufa. Fadel, nacido en Siria, trabaja para la ONG Internacional Rescue Comitte.

Además, fuentes de la Coalición temen que un contratista británico haya sido secuestrado en Nasiriya, en el sur del país. El ciudadano, identificado como Gary Teeley, está desaparecido desde el martes y todos los esfuerzos para localizarle han resultado fallidos. Sin embargo, ningún grupo se ha responsabilizado de su captura.

"Es sólo el principio. Esto va a ir a más", aseguran a este diario fuentes cercanas a la resistencia. "A partir de ahora las embajadas extranjeras pueden convertirse en objetivo", añaden, sin querer facilitar más detalles.

Ocho misioneros surcoreanos fueron además secuestrados el jueves en las proximidades de Bagdad, aunque uno logró escapar de sus captores. Con posterioridad, los otros siete fueron puestos en libertad sanos y salvos. "Nos dejaron libres tras comprobar nuestra nacionalidad", declararon durante una conferencia de prensa en hotel de la capital iraquí, a donde les devolvieron los secuestradores. Corea del Sur tiene 600 ingenieros y médicos militares destacados en Irak y planea el envío de 3.000 soldados para participar en la reconstrucción.

Tanto las fuerzas japonesas como las surcoreanas suspendieron sus actividades el lunes después de que las protestas chiíes degeneraran en violencia en Nayaf y se extendieran a otras ciudades del sur. Los soldados se encuentran acantonados en sus acuartelamientos aunque de momento sus respectivos Gobiernos no se plantean su retirada.

Imagen, emitida el jueves por la televisión Al Yazira, de dos de los tres rehenes japoneses.REUTERS

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