Palazuelo: "Oriente ha sido una atracción sensual, de sentimiento"

El artista Pablo Palazuelo, de 88 años, ganador del Premio Velázquez de las Artes Pásticas 2004, organizado por el Ministerio de Educación y Cultura, convocó ayer una rueda de prensa para comentar con ese motivo diversos aspectos de su trabajo. "Oriente ha sido una atracción puramente sensual, de sentimiento", declaró sobre la interpretación de su pintura y escultura, situadas dentro de la corriente de la abstracción geométrica.

El Velázquez no ha perturbado a Palazuelo, que el mismo día de la concesión y ayer, hasta antes de su encuentro informativo en la galería Soledad Lorenzo, de Ma...

El artista Pablo Palazuelo, de 88 años, ganador del Premio Velázquez de las Artes Pásticas 2004, organizado por el Ministerio de Educación y Cultura, convocó ayer una rueda de prensa para comentar con ese motivo diversos aspectos de su trabajo. "Oriente ha sido una atracción puramente sensual, de sentimiento", declaró sobre la interpretación de su pintura y escultura, situadas dentro de la corriente de la abstracción geométrica.

El Velázquez no ha perturbado a Palazuelo, que el mismo día de la concesión y ayer, hasta antes de su encuentro informativo en la galería Soledad Lorenzo, de Madrid, estuvo pintando. "Me sienro lo mismo que hace 30 años, quizá me canso más, pero mientras pinto no me canso, curiosamente". El jurado del premio destacó la coherencia de su obra, el rigor y el misterio de un artista secreto y solitario. Palazuelo no entiende bien estos argumentos sobre su persona y producción artística. "Creo que con la pintura pasa como con la vida de una persona, tienes una trayectoria y te enrrollas en ese camino, y ese camino sirve para hacer todo el viaje. Hablo bastante de pintura, aunque es difícil entrar en profundidad. Uno mismo no puede aclarar ciertas cosas. Todos tenemos nuestro pequeño misterio. Puedo parecer solitario, pero no me encuentro solo. Lo paso bien estando solo pintando y leyendo. No me aburro nunca".

El artista tiene un cuaderno, "ya muy gordo", donde anota sus reflexiones sobre el arte. Una parte de sus textos se han publicado en Escritos. Conversaciones (Colección de Arquitecturas. Murcia, 1998). Los temas habituales son la geometría y el arte oriental. "En mi obra hay en determinado momento una influencia oriental, en el sentido más abstracto de la palabra. Siempre que aparece una composición geométrica parece oriental. Ante las formas geométricas lo más seguro es que se acerquen un poco o del todo a la manera de componer los orientales sus dibujos, arquitecturas y ornamentaciones. Tanto los árabes como los chinos tienen una determinada geometría estética, funcional, ingenieril; el sentido profundo de sus formas de trabajar es muy similar, con una influencia geométrica muy fuerte, muy rica, fértil. No sé las causas, debe ser muy complicado. Tengo bastantes dibujos inspirados en la geometría árabe. No he bajado la intensidad de mi trabajo. Hay siempre lucha, una lucha para descifrar, para buscar lo escondido, solucionar lo difícil".

La arquitectura está presente en su formación (cursó estudios en Madrid, Oxford y Londres) y en su obra, y se muestra crítico con los arquitectos actuales. "Me sigue interesando mucho la arquitectura y me haría encantado algún proyecto, pero no caerá esa breva. Hoy anda regular, porque hay una especie de competición entre los grandes arquitectos, como se ha visto en las propuestas para Nueva York. El dibujo es una escritura y expresa también los sentimientos, y ese querer ser el más listo apesta. Estoy en contra del artista estrella. Lo encuentro antipático, exagerado, empachoso. No quiero dar nombres". El Macba de Barcelona prepara una retrospectiva de Palazuelo.