Aznar exige que Zapatero se comprometa por escrito sobre el relevo de tropas en Irak

El cuarto encuentro a solas en La Moncloa entre José María Aznar, ya como presidente en funciones, y el líder del PSOE, José Luis Rodríguez Zapatero, futuro presidente, terminó de modo conflictivo. Aznar reclamó a Zapatero que fijase por escrito su posición ante el relevo de los 1.300 soldados españoles desplegados en Irak, previsto para el 21 de abril. Zapatero no se comprometió a hacerlo porque estima que esa decisión corresponde al Ejecutivo en funciones, según respondió horas más tarde el PSOE. Los socialistas habían reclamado hace días al Gobierno que le consultase todas las decisiones re...

El cuarto encuentro a solas en La Moncloa entre José María Aznar, ya como presidente en funciones, y el líder del PSOE, José Luis Rodríguez Zapatero, futuro presidente, terminó de modo conflictivo. Aznar reclamó a Zapatero que fijase por escrito su posición ante el relevo de los 1.300 soldados españoles desplegados en Irak, previsto para el 21 de abril. Zapatero no se comprometió a hacerlo porque estima que esa decisión corresponde al Ejecutivo en funciones, según respondió horas más tarde el PSOE. Los socialistas habían reclamado hace días al Gobierno que le consultase todas las decisiones relevantes.

Aznar y Zapatero guardaron las formas. El presidente del Gobierno en funciones tuvo el gesto, no habitual en sus entrevistas en La Moncloa, de esperar al líder del PSOE al pie de las escaleras, donde se dieron el correspondiente apretón de manos. Era el cuarto encuentro a solas entre ambos en cuatro años y se celebraba once días después de las elecciones del 14-M que dieron la victoria al PSOE. Duró más de una hora y se centró en el relevo de las tropas desplegadas en Irak, el papel de España en la Cumbre Europea, el refurzo de la lucha contra el terrorismo y el traspaso de poderes.

El relevo de los soldados previsto para el 21 de abril era un tema que los socialistas consideraban importante. El Gobierno de Aznar comprometió la presencia de las tropas en Irak inicialmente hasta el 31 de diciembre de 2003 y luego renovó este mandato hasta el 30 de junio próximo. Los relevos de estas tropas se hacen cada cuatro meses, y el próximo toca dentro de un mes. Jesús Caldera, al que Zapatero ha encargado la coordinación del traspaso de poderes, declaró tras las elecciones a este periódico: "El relevo lo deben consultar con nosotros. El modo de hacerlo, las condiciones en que se haga, los compromisos que se alcancen, debe ser dialogado y discutido con quien va a formar Gobierno. Entre otras cosas porque forma parte de uno de los asuntos que más nítidamente resueltos han quedado en estas elecciones. Quiero recordar que la decisión de retirada de las tropas, si no se hace cargo Naciones Unidas, forma parte del programa del PSOE, aprobado mucho antes de la conmoción del atentado del 11-M".

Aznar quiso comprometer ayer a Zapatero para que compartiera la decisión que va a tomar. Le emplazó a que le contestara "por escrito" y a la "mayor brevedad" sobre las condiciones en que debe realizarse el relevo de los 1.300 soldados movilizados, sin descartarse tampoco una posible prórroga del contingente actual. Según colaboradores de Aznar, Zapatero dijo que respondería en próximos días.

A las 19.00 horas, el PSOE desmentía, a través de un comunicado, la versión de La Moncloa: "En contra de lo informado por el Gobierno en funciones, José Luis Rodríguez Zapatero no atenderá ningún requerimiento por escrito sobre el relevo de tropas en Irak que corresponde efectuar el próximo 21 de abril". El comunicado aclaraba que Zapatero "no se inmiscuirá en tareas del Gobierno en funciones", ya que el relevo de las tropas encaja en "el despacho ordinario de los asuntos públicos" que la ley atribuye al Ejecutivo en funciones. Ello se debe a que dicho relevo no es más que la gestión de un acuerdo anterior del Consejo de Ministros que autoriza la presencia en Irak hasta el 30 de junio. La Moncloa expresó su sorpresa por la afirmación de que la decisión corresponde a Aznar, mientras fuentes del PSOE indicaron que el presidente intentaba trasladarle su propia responsabilidad.