Lledó y Goytisolo avisan de la desesperación ante la cólera de los imbéciles

Se conocieron hace más de 50 años. Juan Goytisolo y Emilio Lledó siguen compartiendo todavía muchas cosas, y por eso se reunieron ayer en la sede del Círculo de Lectores en Madrid para denunciar lo que Lledó define como "la cólera de los imbéciles y a los que propagan que el hombre es un lobo para el hombre". El filósofo presentó la nueva edición de Telón de boca, de Goytisolo, que Círculo de Lectores publicará la semana que viene, un año después de ser publicado por El Aleph.

Lledó recordó su primer encuentro con Goytisolo. "Fue en París en 1953. Yo iba camino de Alemania con mi...

Se conocieron hace más de 50 años. Juan Goytisolo y Emilio Lledó siguen compartiendo todavía muchas cosas, y por eso se reunieron ayer en la sede del Círculo de Lectores en Madrid para denunciar lo que Lledó define como "la cólera de los imbéciles y a los que propagan que el hombre es un lobo para el hombre". El filósofo presentó la nueva edición de Telón de boca, de Goytisolo, que Círculo de Lectores publicará la semana que viene, un año después de ser publicado por El Aleph.

Lledó recordó su primer encuentro con Goytisolo. "Fue en París en 1953. Yo iba camino de Alemania con mi maleta de cartón, de aquellas que se ataban con cuerdas, y era amigo de su hermano, mi querido José Agustín, que me dio la dirección de Juan en París para que fuera a visitarlo". Luego, el lúcido autor de El epicureísmo ha seguido leyendo con pasión a Goytisolo durante todos estos años. Pero confiesa haberse sentido muy impactado por la lectura de Telón de boca. "Por el optimismo melancólico de este grito", aseguró Lledó. El profesor de Filosofía recurrió al cuadro de Edward Munch para definir lo que contiene esta combativa obra de Goytisolo. "Recuerdo a ese hombre que grita y se tapa los oídos porque a veces nuestras propias voces pueden resultar ensordecedoras. Éste es un aullido de desesperación ante la cólera de los imbéciles y la estupidez del mundo. Un libro lleno de sutilezas metafísicas y provocaciones".

Lledó se extendió en un discurso largo y brillantísimo, en el que, como siempre, recurrió a sus clásicos griegos para explicarnos el presente. Se mostró escandalizado por las afirmaciones de algunos políticos que pregonan la única necesidad de presente, futuro y tecnología. "Eso no sólo es una tontería, sino que también es una monstruosidad. No nos pueden quitar el pasado y hacernos padecer Alzheimer".

Corazón y razón

Con esa herramienta fascinante que siempre lleva encima y que no es más que la conciencia del pasado, enumeró todos los temas que a, su juicio, contiene el libro. "Es un libro en el que late la inteligencia del corazón porque los seres humanos no sólo somos razón. Una obra en la que se vislumbra un profundo aprendizaje de la soledad ante esta sociedad manipulada, destrozada por los medios de comunicación y por la especulación de esos alcaldes que tanto odian a su ciudades, porque si no, no cometerían los desmanes que cometen contra ellas. Un libro que reivindica la libertad, la utopía de la igualdad, contra la guerra, el olvido del amor y en el que está presente el infierno que no es una cosa de otro mundo, sino que está aquí, y es la ignorancia, la maldad y las gentes mutiladas de Bagdad".

Tras las palabras de Emilio Lledó, Goytisolo leyó unos pasajes de Telón de boca y se sometió con generosidad a un debate con los que hasta allí se habían acercado.