España pide a la UE un periodo transitorio para el fondo de cohesión

Madrid intenta evitar la pérdida repentina de 11.308 millones de euros

Una de cal y otra de arena. La propuesta de Bruselas sobre las Perspectivas Financieras 2007-2013 pone a España frente al riesgo de perder entre el 25% y el 30% de los fondos regionales y de cohesión (unos 52.000 millones en el periodo actual 2000-2006). Bruselas ha propuesto paliar las pérdidas en las ayudas regionales, pero ninguna para aminorar la probable eliminación de España como país con derecho a percibir el fondo de cohesión (18.240 millones, de los que el 62% va a Madrid). Ahora, España exige un periodo de transición y tendrá que negociarlo con los demás países en los próximos meses....

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Una de cal y otra de arena. La propuesta de Bruselas sobre las Perspectivas Financieras 2007-2013 pone a España frente al riesgo de perder entre el 25% y el 30% de los fondos regionales y de cohesión (unos 52.000 millones en el periodo actual 2000-2006). Bruselas ha propuesto paliar las pérdidas en las ayudas regionales, pero ninguna para aminorar la probable eliminación de España como país con derecho a percibir el fondo de cohesión (18.240 millones, de los que el 62% va a Madrid). Ahora, España exige un periodo de transición y tendrá que negociarlo con los demás países en los próximos meses.

Las próximas Perspectivas Financieras, cuyo primer proyecto lanzó el martes la Comisión, van a suponer un vuelco radical en los saldos entre España y la Unión. Hasta el punto de que España, hoy el principal beneficiario de las cuentas comunitarias (el saldo neto este año será de 6.414 millones), rozará en 2013 la posibilidad de convertirse en contribuyente neto. Ese saldo positivo supuso en 2002 el 1,2% del producto interior bruto (PIB) español; pasó al 1% el año pasado y será del 0,8% este año. "En el año 2006 a lo mejor es del 0,4%", declaró Aznar en Bruselas hace varios meses.

En efecto, España va a perder una buena tajada de los fondos europeos y, a la vez, va a incrementar sus aportaciones a la Unión Europea por tener un mayor crecimiento que sus socios. De un lado, cuatro regiones (Valencia, Canarias, Cantabria y, casi con seguridad, Castilla y León) dejarán de ser Objetivo 1 (España recibirá 41.270 millones por este concepto entre 2000 y 2006) en la UE porque su renta por habitante superará el 75% de la media comunitaria. Otras (Asturias, Murcia, Ceuta y Melilla) también dejarán de serlo por efecto estadístico, ya que superarán ese 75% al incorporarse, con la ampliación, regiones mucho menos desarrolladas.

El primer grupo pasará a recibir ayudas mucho menos generosas. El segundo percibirá el primer año (2007) el 85% de las ayudas que hubiera recibido de haber seguido en el Objetivo 1, y perderá cinco puntos porcentuales al año hasta llegar al 50% en 2013. Resultado: este grupo segundo percibirá el 75% de lo que les hubiera correspondido de haber continuado en el Objetivo 1.

Pero la principal sangría puede venir por la pérdida del fondo de cohesión, porque España puede superar la condición para acceder al mismo: tener una renta media por habitante en todo el país inferior al 90% de la comunitaria. Hoy, esa renta media está en el 86%. Incluso si la Unión Europea siguiera teniendo 15 Estados, cabe la posibilidad de que en 2006 supere ese 90% al ritmo que va (79% en 1995), pero sin duda alguna lo superará en una Unión con 25 Estados (se estima que será el 97%).

Gestión directa

La pérdida de este fondo es más sensible para el Gobierno español porque lo gestiona directamente, sin tener que rendir cuentas a las comunidades autónomas.

El Gobierno español entiende que, tanto si pierde las condiciones de acceso a ese fondo de forma natural como si lo hace por "efecto estadístico", pero especialmente en el segundo caso, debiera establecerse un mecanismo de transición o phasing out para paliar el efecto de su pérdida, de forma que también en ese terreno se aplique un sistema similar al de las regiones que saldrán del Objetivo 1 por idénticas razones.

Pero, en el campo opuesto, en el de las aportaciones a las arcas comunitarias, el cambio también será radical. Este año, España aporta 9.275 millones, que ya es un 9,16% más que el año anterior por diversos motivos, entre ellos porque España crece más que otros socios de la Unión Europea cuando el principal capítulo para calcular esas aportaciones es la renta nacional bruta (RNB). El 74,26% del presupuesto comunitario depende de esa renta nacional bruta, que en España aumenta más que en otros países.

Al comentar ese nuevo panorama financiero que se presenta para España en los próximos años, Aznar señalaba en la capital comunitaria: "La partida que más aumenta de los presupuestos generales para 2004 es la de las aportaciones a la Unión Europea. En tres ejercicios, España va a aumentar su aportación en más de 2.000 millones de euros. ¿Por qué? Por el crecimiento de la prosperidad española y de nuestro PIB, y por la contribución que se hace por el IVA. Nosotros siempre hemos dicho: nuestra ambición es dejar de ser un país de la cohesión para pensar como un país próspero, y el asunto es que estamos a punto de conseguirlo. España tiene que asumir esa condición y tener una actitud y una mentalidad, en ese sentido, en lo que viene para el futuro inmediato en la UE".

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