Reportaje:

Como un libro abierto

Los métodos Pitanguá y Araribá, creados para fomentar la comprensión de los alumnos, revolucionan los libros escolares en Brasil

Los nuevos libros de texto para la enseñanza fundamental, lanzados en Brasil por la editorial Moderna (Grupo Santillana), llevan los nombres indios de Pitanguá (un pájaro) y Araribá (un árbol). Están siendo considerados como pioneros en las escuelas de este país, ya que suponen la primera experiencia de textos redactados por equipos de expertos pedagogos y no por autores, como había sido hasta ahora la tradición de las editoriales. Constituyen además la primera respuesta al informe PISA -en el que también había participado Brasil-, que concluye, entre otras cuestiones, que la mayor parte de lo...

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Los nuevos libros de texto para la enseñanza fundamental, lanzados en Brasil por la editorial Moderna (Grupo Santillana), llevan los nombres indios de Pitanguá (un pájaro) y Araribá (un árbol). Están siendo considerados como pioneros en las escuelas de este país, ya que suponen la primera experiencia de textos redactados por equipos de expertos pedagogos y no por autores, como había sido hasta ahora la tradición de las editoriales. Constituyen además la primera respuesta al informe PISA -en el que también había participado Brasil-, que concluye, entre otras cuestiones, que la mayor parte de los alumnos no entienden los textos que leen. He ahí un buen problema.

Orientados por el editor español de experiencia internacional Jaime Mascaró, el equipo de redactores de la editorial Moderna, tras un estudio a fondo del informe PISA, ideó un método en el que la preocupación para que los alumnos puedan entender los textos estudiados, constituye la clave fundamental. Y este sistema sirve no sólo para la asignatura de portugués, sino para todas las demás materias escolares, desde Matemáticas a Historia.

Este sistema rompe con la pedagogía al uso, pero no desprecia la enseñanza tradicional

Explican los creadores de este nuevo método didáctico, que el problema hasta la fecha radicaba en que sólo los profesores de portugués solían interesarse por que sus alumnos comprendieran los textos que leían. En las demás asignaturas los docentes daban por descontado que los alumnos entendían lo que leían, algo que el informe PISA desmintió rotundamente.

Hasta ahora, en los libros de texto de Brasil nunca había habido un programa sistemático para enseñar el proceso de comprensión lectora en las distintas áreas de enseñanza. En los libros se presentaban textos e imágenes, sin relacionarlos entre ellos, como si los alumnos supieran ya interpretar un mapa, un croquis o un gráfico. En algunos libros las imágenes aparecían simplemente como decoración. En el método Araribá todo eso cambia. En el libro de Historia, por ejemplo, se va a aprender estableciendo relaciones y buscando información en los textos. Lo mismo ocurrirá cuando se estudien las Matemáticas y otras ciencias. Todo está relacionado con todo y los alumnos no pueden dar un paso adelante si antes no han comprendido perfectamente el paso anterior. De esa forma se va tejiendo el aprendizaje, sin dejar puntos sueltos.

A dichos métodos nuevos se llegó, según Mascaró, después de analizar el informe PISA y sondear la opinión de 500 profesores de diferentes escuelas de Brasil. En esa encuesta se puso de manifiesto que la preocupación número uno de dichos profesores era la falta de comprensión del texto por parte de los alumnos, confirmando así los resultados del citado informe educativo europeo.

Los métodos Pitanguá y Araribá suponen algo totalmente novedoso en este país. Los estudiantes se enganchan enseguida porque el método les deja gran espacio para la actividad personal, la creatividad y la interactividad. Este sistema es, además, enormemente práctico. Cada volumen consta de ocho unidades, y cada unidad está dividida en dos partes. La idea es que cada unidad se desarrolle en un mes. Todas las unidades se organizan en un esquema fijo, un modelo que se repite de modo sistemático. Y todas se desarrollan en páginas dobles espejadas que se caracterizan por presentar un contenido único de aprendizaje que facilita la percepción y la organización de lo que fue aprendido. Todo el material está planeado y todas las unidades tienen el mismo número de páginas.

Una de las cosas que más están apreciando los profesores es que todos los textos han sido escogidos para que el nivel de comprensión de la lectura de los mismos vaya progresando paulatinamente, sin dejar vacíos de comprensión por el camino.

Otro de los enfoques nuevos que plantea la editorial Moderna es que, por primera vez, estos métodos están pensados "para el alumno" y no "para el profesor" como ocurre con los textos clásicos. Hasta ahora, en Brasil, como los libros eran de autor, cada uno tenía su propia metodología. No existía una propuesta metodológica, algo que pretenden el Pitanguá y el Araribá.

Para que nadie se llame a engaño, cabe señalar que esta idea, que rompe con la pedagogía al uso, no desprecia, sin embargo, la enseñanza tradicional. Por ejemplo, en la asignatura de Historia se sigue la enseñanza clásica de contenidos, pero lo que cambia es toda la metodología. Ahora el profesor tiene en los nuevos métodos todo el material de estudio e investigación que antes tenía que elaborar por su cuenta para preparar la clase.

Las escuelas que están adoptando estos métodos -que según sus creadores, podrían en breve ser imitados por otras editoriales- observan que el Pitanguá y el Araribá, en realidad suponen una "nueva reorganización de toda la escuela", ya que ofrecen mucha autonomía, permiten al alumno recuperar el tiempo perdido si han tenido que faltar algunos días a clase y deja al profesor más tiempo libre porque se le ofrece todo el material ya organizado, con un aparato abundante y moderno de textos que abarcan todos los problemas más actuales, desde Internet a la moda, pasando por los movimientos de defensa de los derechos humanos, del medio ambiente o por las nuevas tecnologías.

Otra cuestión que destaca enseguida es la fuerte presencia de la poesía en el material escolar que propone Moderna, así como la abundancia de textos periodísticos y de humor. Algunos expertos en Literatura Infantil han señalado que "los alumnos brasileños que sigan estos métodos no sólo van a entender ahora lo que leen, sino que pronto podrían llegar a convertirse en escritores".

Alumnas del colegio Miguel de Cervantes de São Paulo con libros Pintaguá.R. TANIOS

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