Amaya Arzuaga cierra Milán con una colección inspirada en el dadaísmo

La burgalesa Amaya Arzuaga cerró ayer la semana de la moda de Milán con una de las colecciones más logradas y sofisticadas desde que inició su carrera internacional en Londres en 1997. Desde su debut en Milán hace un año -por invitación de la Cámara de la Moda Italiana-, Arzuaga ha aumentado sus ventas, sobre todo en los mercados japonés, americano e italiano. En la actualidad, la diseñadora española cuenta con un total de 712 puntos de venta a nivel mundial.

Para el verano 2004, Arzuaga propuso una fusión entre el deporte y el arte utilizando frescos puntos de algodón y tricot gris, do...

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La burgalesa Amaya Arzuaga cerró ayer la semana de la moda de Milán con una de las colecciones más logradas y sofisticadas desde que inició su carrera internacional en Londres en 1997. Desde su debut en Milán hace un año -por invitación de la Cámara de la Moda Italiana-, Arzuaga ha aumentado sus ventas, sobre todo en los mercados japonés, americano e italiano. En la actualidad, la diseñadora española cuenta con un total de 712 puntos de venta a nivel mundial.

Para el verano 2004, Arzuaga propuso una fusión entre el deporte y el arte utilizando frescos puntos de algodón y tricot gris, dotados de elementos como cremalleras, hebillas, capuchas y rayas tricolores. Todo combinado con grafismos inspirados en el dadaísmo, a base de colores fuertes como el rojo, el negro y el amarillo. La colección de la diseñadora está inspirada ligeramente en los años veinte, a través de vestidos de talles bajos y minifaldas. Deconstruye la camisa blanca clásica en popelín de algodón para convertirla en vestido-camisero, disminuye el bomber a la expresión mínima y juega con las asimetrías, sobre todo en escotes exagerados. Las siluetas son o muy pegadas al cuerpo con ajustados pantalones pitillo jugando con punto canalé y seda, o más voluminosos al estilo saco. También utiliza paneles de nido de abeja elástico para ceñir cinturas y torsos, y punto canalé en cuellos, bajos de faldas o cazadoras. En su colección dominan los tonos blanco, rojo y negro en lisos o combinados con tela metalizada a cuadros, además de una inyección de tonalidades fuertes como fucsia y amarillo. De calzado, Arzuaga presentó sandalias con plataforma y tacones muy altos.

El sábado por la noche, Donatella Versace realizó los desfiles de Versus y Gianni Versace dominado por una explosión de colores psicodélicos y tropicales, a base de estampados de flores exóticas en fucsias, turquesas, verde lima, amarillo y naranja para vestidos sexys y glamourosos, donde jugaron las asimetrías y los volantes vaporosos.

Missoni hizo una retrospectiva de sus 50 años de existencia con las 100 prendas más representativas de esta firma, conocida sobre todo por su punto tan original.

Modelo de Amaya Arzuaga.REUTERS
Modelo de Missoni.REUTERS
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