OPINIÓN DEL LECTOR

El CAS es necesario

Uno de los índices que deja patente el nivel de desarrollo de un país es el aporte financiero que se dedica a proyectos I+D. España y Andalucía han soportado en un pasado no muy lejano dichas carencias económicas que, sumado al bajo porcentaje que actualmente tenemos en I+D, conlleva que, en materia de política investigadora, nos alejemos tanto de la convergencia necesaria con otros países del área europea.

En la ciudad de Cádiz, que por inercia histórica y tradición es el asentamiento perfecto de todo aquello que tenga que ver con las Ciencias Marinas, se llevó a cabo en 1997 la creaci...

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Uno de los índices que deja patente el nivel de desarrollo de un país es el aporte financiero que se dedica a proyectos I+D. España y Andalucía han soportado en un pasado no muy lejano dichas carencias económicas que, sumado al bajo porcentaje que actualmente tenemos en I+D, conlleva que, en materia de política investigadora, nos alejemos tanto de la convergencia necesaria con otros países del área europea.

En la ciudad de Cádiz, que por inercia histórica y tradición es el asentamiento perfecto de todo aquello que tenga que ver con las Ciencias Marinas, se llevó a cabo en 1997 la creación del Centro Andaluz de Arqueología Subacuática (CAS) dependiente del Instituto Andaluz del Patrimonio Histórico (IAPH). La creación del CAS supone un proyecto pionero y necesario en España convirtiéndose en un buen punto de referencia a nivel nacional, ya que en materia de arqueología subacuática, los andaluces somos por fin un eje a tener en cuenta. Tan sólo existe este centro de investigación y con estas características en Cataluña y otro, dependiente de los organismo centrales, en Cartagena.

Andalucía posee uno de los litorales más ricos cuantitativa y cualitativamente en materia arqueológica subacuática a nivel mundial. La metodología de trabajo del CAS, con sus líneas de investigación dirigidas a la tutela, protección e investigación de dicho litoral sobre el que tiene competencias, es importantísima. El balneario de Nuestra Señora de la Palma y el Real se rehabilitó ex profeso, por parte de la Consejería de Cultura de la Junta de Andalucía, para llevar a cabo tales investigaciones de forma satisfactoria. Pues bien, ahora se produce la eterna paradoja de la "España de pandereta" que anunciaba Serrat. Atónitos, leemos en un periódico local -sin conocimiento de causa sobre las labores que desarrollan en dicho centro- que en el CAS se llevan a cabo investigaciones sobre la piragua y semejantes tonterías, que sería cuestión de replantearse la utilización de dicha sede para otros menesteres más lúdicos y que allí entra poca gente a ver lo que se hace. Sencillamente lamentable.

El CAS es un centro de investigación vital para la arqueología subacuática (con laboratorios y demás departamentos que, aunque tiene sus actividades de difusión, publicaciones, conferencias, web, se trata de un centro donde personal cualificado trabaja e investiga con tecnología y material muy concreto) y ojalá en un futuro vea incrementada la financiación para sus líneas de investigación, lo que le permitirá ampliar su actividad en el litoral andaluz y fomentar el conocimiento sobre el patrimonio arqueológico sumergido. Su finalidad es fundamental para que al menos se controle el expolio de sus costas (en un futuro muchos municipios andaluces serán testigos de lo importante que es tener un pecio histórico en sus aguas, con la rentabilidad cultural que ello conlleva y como generador de empleo).

La actuación del CAS es valorada por nuestros colegas españoles, franceses, italianos y portugueses que aprecian adecuadamente las investigaciones que en este centro se realizan y que apoyan en muchos casos algunas hipótesis históricas que ellos realizan, porque el patrimonio arqueológico subacuático es Patrimonio de la Humanidad.

La investigación en este sentido no conoce límites internacionales, porque pertenece al conjunto de la sociedad. Por ello deberíamos cuidar esta actividad incipiente en Andalucía y en España y de esta forma, quizás, podamos sumar en ese porcentaje de proyectos I+D, del cual andamos tan escasos.

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