Un tinto de autor

Fructuoso López no es sólo presidente de los enólogos de Castilla-La Mancha, sino que también tiene en su haber alguna de las elaboraciones más punteras de esta región vitivinícola, como el sorprendente Gran Creación o el atractivo Carril de Cotos de la Cooperativa San Isidro. Un gran profesional que no ha dudado en plantar con sus propias manos cinco hectáreas de un excelente tempranillo al que ha mimado durante 17 años hasta que el fruto, tan escaso como excelente (4.000 kilos por hectárea), ha rendido los parámetros deseados.

Así consigue un tinto de autor, expresión de su personalid...

Fructuoso López no es sólo presidente de los enólogos de Castilla-La Mancha, sino que también tiene en su haber alguna de las elaboraciones más punteras de esta región vitivinícola, como el sorprendente Gran Creación o el atractivo Carril de Cotos de la Cooperativa San Isidro. Un gran profesional que no ha dudado en plantar con sus propias manos cinco hectáreas de un excelente tempranillo al que ha mimado durante 17 años hasta que el fruto, tan escaso como excelente (4.000 kilos por hectárea), ha rendido los parámetros deseados.

Así consigue un tinto de autor, expresión de su personalidad, una síntesis de rigor técnico y amor por la aventura. Amor que le lleva a elaborar su vino fuera de la denominación de origen La Mancha, aunque sea uno de los buenos ejemplos de las enormes posibilidades de la zona. El diseño del vino se basa en la calidad de la uva tempranillo manchega de Alcázar de San Juan. Hay una buena concentración, con la fruta bien madura, aunque sin llegar a la confitura, toda ella suavemente bañada de vainilla y otras especias delicadas, aunque la madera tiene un protagonismo marcado, pese a los escasos cinco meses de estancia en roble. En la boca resalta su acidez, que da frescura a unos taninos intensos y sabrosos, algo duros todavía, pero que dejan un regusto de autenticidad.