COYUNTURA AGRARIA

España se alía con Francia y Alemania para suavizar la reforma de la PAC

Madrid, Berlín y París intentarán mañana rebajar la propuesta de la Comisión Europea

Los ministros de Agricultura de la UE intentarán cerrar a partir de mañana la reforma de la Política Agrícola Común (PAC) tras el fracaso de la reunión celebrada la semana pasada en Luxemburgo. El acuerdo franco-alemán para suavizar las condiciones de la reforma rompió los esquemas de la Comisión, que deberá presentar una nueva propuesta de compromiso. España, que ha fracasado en los últimos meses en su ofensiva para formar una minoría de bloqueo frente a la propuesta de Franz Fischler, ha decidido unirse a las propuestas del eje franco-alemán como mejor medida para salvar sus intereses.
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Los ministros de Agricultura de la UE intentarán cerrar a partir de mañana la reforma de la Política Agrícola Común (PAC) tras el fracaso de la reunión celebrada la semana pasada en Luxemburgo. El acuerdo franco-alemán para suavizar las condiciones de la reforma rompió los esquemas de la Comisión, que deberá presentar una nueva propuesta de compromiso. España, que ha fracasado en los últimos meses en su ofensiva para formar una minoría de bloqueo frente a la propuesta de Franz Fischler, ha decidido unirse a las propuestas del eje franco-alemán como mejor medida para salvar sus intereses.

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Para la Administración española, se trata de una estrategia que ya se había contemplado antes del acuerdo franco-alemán, dadas las buenas relaciones que hay con esos países. Por el contrario, para el portavoz de agricultura de los socialistas, Jesús Cuadrado, se trata de una opción a la desesperada para salvar al menos la cara, en la creencia equivocada de que lo que es bueno para Francia es también bueno para España. En la misma dirección se hallan las críticas del secretario general de UPA, Fernando Moraleda, y de COAG.

En las negociaciones celebradas en la última semana, la principal novedad ha sido el cambio de posición de los alemanes, que, por diferentes razones a las de los intereses agrícolas, han pasado de apoyar a la Comisión a defender los planteamientos de la Administración francesa.

Los deberes hechos

El ministro de Agricultura, Miguel Arias Cañete, declaró ayer en Onda Cero que España "acude a esta reforma muy bien arropada y con la tranquilidad de haber hecho los deberes en el tiempo de negociaciones". El ministro señaló que "el acuerdo entre Francia y España estaba cerrado hace seis meses. No estamos fuera de ningún acuerdo. Alemania se ha aproximado a las posiciones que tienen Francia y España hace mucho tiempo. Además de otro grupo de países muy importante con el que llevamos teniendo conversaciones. Los que apoyan las propuestas del comisario son Reino Unido, Suecia, Países Bajos y Dinamarca, que no pueden configurar una minoría de bloqueo", añadió Arias Cañete.

Al margen de los acuerdos que se adopten en las negociaciones definitivas de esta semana, la propuesta del acuerdo franco-alemán contempla, entre otros puntos, mantener los precios de los cereales contra la propuesta de Bruselas de rebajar su precio el 5%, prorrogar las actuales cuotas de producción de leche hasta 2014, el desacoplamiento (desligar las ayudas agrarias de la producción para evitar fraudes) de ayudas del 60% en los herbáceos (trigo, cebada) o el 40% en el vacuno, una baja modulación o recorte en las ayudas con distribución en cada país.

En definitiva, se trata de puntos que, en primer lugar, son beneficiosos para los intereses de Francia y Alemania y en mucha menor medida para España, en la medida en que no llegan a cubrir ni de lejos las peticiones planteadas inicialmente por el Ministerio de Agricultura.

En cuestiones de asistencia al sector (las llamadas medidas horizontales), para España, según los propios documentos elaborados por la Administración, un buen resultado en la reforma debería pasar por un desacoplamiento parcial de las ayudas, que se cifraba en un 25%, y que el mismo no se aplique a producciones como ovino, caprino, vacuno o forrajes desecados. El planteamiento alemán es iniciar un desacoplamiento parcial hasta llegar en unos años al desacoplamiento total o pago por explotación al margen de sus producciones futuras. Para la oposición, España no puede asumir y dar por bueno un desacoplamiento del 60% cuando hace unos meses señalaba sus graves efectos para el sector.

España tiene asignados unos bajos rendimientos en herbáceos en muchas zonas y falta de cuotas en ganadería, lo que supone una grave situación de inferioridad respecto a franceses o alemanes. Una segunda reivindicación básica española es el establecimiento de una ayuda especial para zonas desfavorecidas que proponía con un volumen de 50 euros por hectárea. Para disponer de ayudas para zonas desfavorecidas es preciso que las mismas se detraigan del primer pilar o ayudas directas en el conjunto de los países miembros, algo que no queda tampoco claro en el acuerdo franco-alemán. Con una modulación mínima del 4%, las posibilidades de lograr esa ayuda son aún más reducidas.

En lo que afecta al conjunto de las Organizaciones Comunes de Mercado que se deben aprobar, para España, un resultado aceptable pasaría por los siguientes puntos:

- Herbáceos. Impedir la reducción del 5% en los precios de los cereales y la rebaja de las ayudas directas para el trigo duro, donde España tiene una cuota inferior a su capacidad de producción.

- Arroz. El sector reclama un aumento en la cuota de producción, que hoy es de 104.000 hectáreas, y la modificación del sistema de penalizaciones.

- Forrajes desecados. España apoya mantener la situación actual, aunque no se opone a unos mayores controles.

- Frutos secos. La propuesta de ayuda comunitaria de 100 euros es insuficiente y no se acepta que se compense con un pago extra de 109 euros por hectárea.

- Leche. España quiere que se prorroguen las cuotas de producción de leche hasta 2014.

- Ovino y vacuno. Se rechaza el desacoplamiento de ayudas, es decir, no se acepta que se separe la explotación de las ayudas.

Un tractor arrastra otro tipo de maquinaria en un campo de cereales. / RAÚL CANCIO

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