Amnistía denuncia el retroceso de los derechos humanos tras el 11-S

La organización critica las violaciones cometidas en nombre de la seguridad

La luna de miel entre el mundo y los derechos humanos acabó bruscamente el 11 de septiembre de 2001. Amnistía Internacional (AI) afirmó ayer que la guerra contra el terrorismo declarada por EE UU tras los atentados contra las Torres Gemelas y el Pentágono ha ocasionado un peligroso retroceso en el respeto a las libertades fundamentales. En su informe anual correspondiente a 2002, la organización acusa a Washington y otros gobiernos de utilizar el 11-S como excusa para violar los derechos humanos en nombre de la seguridad.

"Algo que hubiera sido inaceptable el 10 de septiembre de 2001 ah...

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La luna de miel entre el mundo y los derechos humanos acabó bruscamente el 11 de septiembre de 2001. Amnistía Internacional (AI) afirmó ayer que la guerra contra el terrorismo declarada por EE UU tras los atentados contra las Torres Gemelas y el Pentágono ha ocasionado un peligroso retroceso en el respeto a las libertades fundamentales. En su informe anual correspondiente a 2002, la organización acusa a Washington y otros gobiernos de utilizar el 11-S como excusa para violar los derechos humanos en nombre de la seguridad.

"Algo que hubiera sido inaceptable el 10 de septiembre de 2001 ahora se está convirtiendo en la norma", declaró la secretaria general de AI, Irene Khan, en una rueda prensa ofrecida en Londres.

Un ejemplo: según AI, en 2002 se cometieron "abusos generalizados" contra los derechos de los detenidos como presuntos miembros de Al Qaeda. La organización recuerda que más de 600 personas capturadas en Afganistán siguen recluidas en la base estadounidense de Guantánamo (Cuba), sin que se hayan presentado cargos contra ellos y sin que hayan recibido asistencia de un abogado.

El Pentágono confirmó ayer dos nuevos intentos de suicidio entre los prisioneros de Guantánamo, con lo que el total de intentos suman 27 desde que el centro de internamiento fuera abierto, en enero de 2002.

AI también denuncia "graves violaciones de derechos humanos" en la respuesta del Reino Unido a los atentados del 11-S. Al concluir 2002, 11 extranjeros estaban encarcelados en virtud de la ley antiterrorista, que permite la detención indefinida sin cargos ni juicio.

En su informe, de 512 páginas, Amnistía pide a la comunidad internacional que colabore en la reconstrucción de Irak si no quiere que se repita allí lo sucedido en Afganistán. "Existe un riesgo real de que Irak siga el camino de Afganistán si no hace un esfuerzo genuino por escuchar el clamor de los iraquíes en favor de la ley, el orden y el respeto a los derechos humanos", dijo Khan.

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Israelíes y palestinos tampoco salen indemnes del informe. AI censura al Gobierno de Ariel Sharon por cometer "atrocidades" en en los territorios ocupados, y a los grupos palestinos radicales por elegir a víctimas civiles como objetivo de sus atentados terroristas. El año pasado, señala AI, el número de víctimas de ambas partes fue más del doble que el anterior. Lejos de los focos que iluminan la guerra contra el terrorismo, Amnistía se lamenta de que la "tragedia" que vive Colombia sigue mereciendo escasa atención. Según la organización, la espiral de violencia se agravó aún más por las medidas adoptadas por el Gobierno del presidente Álvaro Uribe en materia de seguridad.

Entre tanta desgracia, AI destaca una buena noticia: la puesta en marcha de la Corte Penal Internacional (CPI), aunque subraya que países como China, India y Rusia no han ratificado el tratado. Según AI, EE UU está presionando a varios países para que no lo hagan.

Acusaciones de tortura en buena parte de Europa

Amnistía Internacional denuncia que las minorías étnicas, los inmigrantes y los exiliados corren especial peligro de ser objeto de torturas y malos tratos a manos de las fuerzas de seguridad en Europa occidental. Los derechos de los solicitantes de asilo, señala el informe de la organización, fueron objeto de una "severa agresión" en 2002, y los efectos del 11-S siguieron haciéndose sentir en Europa, donde en muchos países se justificó la promulgación de leyes y medidas restrictivas a la libertad.

AI recibió el año pasado denuncias de malos tratos, incluidas torturas, en muchos países de la Unión Europea. Alemania, Austria, Bélgica, España, Francia, Grecia, Italia y Portugal figuran en la lista. También fueron motivo de preocupación el establecimiento de condiciones más estrictas para los solicitantes de asilo en Austria, Dinamanrca, Italia y Reino Unido. Además, desde Alemania se devolvió a personas a países en los que corrían peligro de ser objeto de malos tratos.

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