Una fuerte granizada y un tornado dañan gravemente la cosecha de la fruta dulce

Cuando faltan casi dos meses para que empiece la campaña de recolección de la fruta en Lleida, los productores del sur de la provincia han sido castigados duramente por el pedrisco. El pasado lunes, dos tormentas consecutivas dejaron un paisaje desolador en 3.000 hectáreas de las comarcas del Segrià, Urgell, Pla d'Urgell, Noguera y Les Garrigues, y destrozaron parte de la cosecha de fruta dulce de las variedades más tempraneras: la cereza, el melocotón, la nectarina y la pera limonera. En el mejor de los casos, esta fruta sólo podrá ser aprovechada para elaborar zumos. Josep Cabré, responsable...

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Cuando faltan casi dos meses para que empiece la campaña de recolección de la fruta en Lleida, los productores del sur de la provincia han sido castigados duramente por el pedrisco. El pasado lunes, dos tormentas consecutivas dejaron un paisaje desolador en 3.000 hectáreas de las comarcas del Segrià, Urgell, Pla d'Urgell, Noguera y Les Garrigues, y destrozaron parte de la cosecha de fruta dulce de las variedades más tempraneras: la cereza, el melocotón, la nectarina y la pera limonera. En el mejor de los casos, esta fruta sólo podrá ser aprovechada para elaborar zumos. Josep Cabré, responsable de la fruta dulce de Unió de Pagesos, explicó que los destrozos han sido muy grandes pese a que el granizo era del tamaño de un garbanzo, pero cayó con mucha intensidad, y en algunas zonas seco, es decir, sin agua. "De las variedades primerizas no podrá salvarse casi nada", señaló.

La tormenta también llegó a las tierras del Ebro. Fueron 15 minutos de chaparrón, de vientos fuertes que se convirtieron en un tornado y de piedra que acabaron con la cosecha de fruta dulce en Benissanet (Ribera d'Ebre), una de las más productivas de Tarragona. Se calcula que de las 800 hectáreas de cultivos del municipio, el 90% ha resultado afectado y se teme incluso por la cosecha para el año próximo. En Les Camposines, en La Fatarella (Terra Alta), la misma tormenta arrasó con las cerezas y dañó gravemente otros cultivos como la viña, los almendros y los olivos. Este municipio pedirá la declaración de zona catastrófica.

Francesc Sancho, delegado de la Generalitat en las tierras del Ebro, anunció un plan para paliar los daños. Germà Gordó, secretario del Departamento de Agricultura, anunció un trato preferente para los afectados.

Un tornado arrancó el lunes varios árboles del cementerio de Benissanet, en la Ribera d'Ebre.JOSEP LLUÍS SELLART
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