España y Francia se enfrentan por ser sede europea del reactor internacional de fusión

Piqué replica a las críticas de la ministra francesa de Ciencia a la central de Vandellòs

España y Francia tienen abierta una polémica por ser candidatas a la sede europea del proyecto ITER, reactor de fusión termonuclear que aspira a suceder al petróleo como fuente de energía. El tema se debate mañana y pasado en Bruselas, y la UE debería decidir si opta por presentar una única candidatura o si, como pretende España, serán dos, Vandellòs y Cadarache, las que compitan con Canadá y Japón. El ITER es el mayor proyecto tecnológico del mundo después de la Estación Espacial Internacional. Todo anuncia un agrio enfrentamiento entre París y Madrid.

"Dos no se pelean si uno no quier...

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España y Francia tienen abierta una polémica por ser candidatas a la sede europea del proyecto ITER, reactor de fusión termonuclear que aspira a suceder al petróleo como fuente de energía. El tema se debate mañana y pasado en Bruselas, y la UE debería decidir si opta por presentar una única candidatura o si, como pretende España, serán dos, Vandellòs y Cadarache, las que compitan con Canadá y Japón. El ITER es el mayor proyecto tecnológico del mundo después de la Estación Espacial Internacional. Todo anuncia un agrio enfrentamiento entre París y Madrid.

"Dos no se pelean si uno no quiere". En declaraciones a EL PAÍS, el ministro español de Ciencia y Tecnología elude cualquier polémica, pero lo cierto es que su homóloga francesa, Claudie Haigneré, abrió la pasada semana la caja de los truenos en Le Monde: "Dos candidaturas en Europa", señala Haigneré, "demuestran el entusiasmo europeo por el proyecto, pero también el enfrentamiento de un país con otro a ojos de nuestros socios internacionales". Piqué responde: "Nadie me ha demostrado todavía que una candidatura sea mejor que dos para Europa".

La polémica, pese a haber estallado ahora, viene de lejos y obedece a la complejidad de un proyecto como ITER, en el que, además de los elevados costes de construcción y mantenimiento (casi 10.300 millones de euros en 30 años), juegan un papel determinante las posiciones de cada uno de sus socios: Japón, Canadá, la Federación Rusa, la UE, el recién reingresado EE UU y China, que se acaba de incorporar. A las puertas de este grupo ha llamado ya Corea del Sur.

Formalmente el origen de la polémica tiene que ver con una cuestión relativamente simple: cuál va a ser la candidatura europea. Desde hace años, Francia ha apostado por Cadarache, cerca de Aix-en-Provence, zona en la que casi 300 investigadores franceses desarrollan un ambicioso programa de fusión. Pero España ha formalizado la candidatura de Vandellós en tiempo récord. "Hace 10 meses Francia no había prestado atención a Vandellòs", señala Piqué en relación a la postura francesa. "Se han dado cuenta de que es una apuesta muy fuerte del Gobierno español y de que estamos dispuestos a llegar hasta el final".

"Hasta el final"

La disposición española de llegar "hasta el final" no se ha manifestado sólo con el cruce de declaraciones en prensa. En los distintos borradores de trabajo que maneja el Consejo de la UE, los negociadores españoles han hecho constar sistemáticamente enmiendas para que Europa presente las dos candidaturas. En el último, fechado en Bruselas el pasado día 5, España insiste en la oportunidad de "identificar al mejor candidato" entre los cuatro existentes a escala mundial. Así, añade el ministro español, "aumentan las posibilidades para Europa".

Francia, consciente de su peso europeo, no opina igual. Y argumenta además que su candidatura es mejor. La ministra Haigneré señalaba en Le Mo

nde que la región de Cadarache "se está preparando desde hace 15 años" para el proyecto, aludía a la "movilización de la comunidad científica francesa" y aseguraba la disposición de empresas y "colectividades territoriales" a asumir el 10% de los 4.700 millones de euros previstos sólo para la construcción, de unos 10 años de duración. Añadía que la propuesta española se fundamenta sobre una "vieja central nuclear".

Piqué responde con otra andanada: "Francia es una gran potencia en fisión nuclear. Pero sumar en un solo país la experiencia en fisión y fusión nuclear es excesivo, y eso es visto con preocupación tanto desde la propia UE como desde fuera". Defiende, además, los "120 técnicos" que trabajan en este campo en España y argumenta que la opción española "favorece el espacio único de investigación". Por otra parte, la propuesta española "garantiza la internacionalidad del proyecto", algo que no ocurre con la francesa: "Tiene tintes de demasiado afrancesados".

Comité de expertos

Sean cuáles sean las posiciones de ambos países, va a ser el Consejo de Competitividad de la UE el que se pronuncie mañana y pasado. Por lo que se desprende de los borradores a los que ha tenido acceso este diario, todo indica que el comisario europeo Philippe Busquin presentará como propuesta la creación de un comité de expertos para que en un plazo no superior al verano decida qué candidatura reúne las mejores opciones para competir con Canadá y Japón.

Fuentes conocedoras de la cuestión aseguran que Europa está dispuesta a hacerse con el proyecto y a asumir cantidades que podrían acercarse incluso al 50% del coste final de ITER. El desembolso, señalan, compensaría el retorno de EE UU a unas negociaciones en las que, por ahora, sólo parece dispuesto a aportar un 10%. Por ello, en el seno de la UE, como defiende Francia, basta con una sola candidatura. En el caso de que ésta fuera la decisión final, el británico David King, actual asesor científico de Tony Blair, es el probable candidato a encabezar el comité de expertos.

Frente a estos argumentos, además de las cuestiones técnicas, equivalentes en el resto de candidaturas según revistas de prestigio como Science o Physical Review Letters, España opone su alianza con EE UU y sus "buenas relaciones" con Japón y Canadá, sus otros dos contendientes, y con China y Rusia, los otros socios del proyecto. "La decisión final va a ser política", advierte Piqué. Por ello es "preferible" presentar dos candidaturas "fuertes". Una opción de consenso, a la que aspira la UE, sólo es factible, según el ministro español, si se mantiene el emplazamiento en Vandellòs.

Josep Piqué, en una imagen de archivo.CARMEN SECANELLAS

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