GUERRA EN IRAK | Los Quince

La UE exige moderación ante Siria

Los Quince apuestan por el "pragmatismo" para lograr la pacificación de Irak

Divididos por la guerra de Irak, los Quince intentaron ayer en Luxemburgo rebajar tensiones con una nueva etapa basada en dos aspectos: la defensa de unos mínimos puntos en común sobre la etapa pos-Sadam y la búsqueda de una política europea frente al problema de las armas de destrucción masiva que han desencadenado la oleada belicista estadounidense. Los ministros de Exteriores de la UE apostaron por el "pragmatismo" para lograr una pacificación en Irak en la que la ONU juegue "un papel central". En paralelo, exigieron "moderación" a Estados Unidos ante sus amenazas contra Siria.

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Divididos por la guerra de Irak, los Quince intentaron ayer en Luxemburgo rebajar tensiones con una nueva etapa basada en dos aspectos: la defensa de unos mínimos puntos en común sobre la etapa pos-Sadam y la búsqueda de una política europea frente al problema de las armas de destrucción masiva que han desencadenado la oleada belicista estadounidense. Los ministros de Exteriores de la UE apostaron por el "pragmatismo" para lograr una pacificación en Irak en la que la ONU juegue "un papel central". En paralelo, exigieron "moderación" a Estados Unidos ante sus amenazas contra Siria.

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Las amonestaciones estadounidenses a Siria modificaron en parte el orden del día en la reunión de ayer, la primera en la que los Quince analizaron cuál debe ser la postura de Europa concluida la guerra en Irak. La primeras reacciones fueron contundentes. El ministro alemán de Exteriores, Joschka Fischer, dijo antes de entrar en la reunión que hay que estar en guardia ante una hipotética "nueva confrontación", ahora contra Damasco. También el Alto Representante para la Política Exterior, Javier Solana, reconoció estar "preocupado" por algunas declaraciones de autoridades estadounidenses que la española Ana Palacio calificó después de "desafortunadas".

Por la tarde, los ministros se mostraron prudentes. Prácticamente todos ellos emplearon el término "moderación" para insistir en la necesidad de "calmar la situación en la región", como comentó Solana. El ministro francés, Dominique de Villepin, que venía precisamente de una visita oficial a Damasco, argumentó que esa moderación, "contención" y diálogo son "necesarios" en Oriente Próximo cuando en el mundo árabe e islámico se están produciendo sentimientos de "profunda inquietud, frustración e incluso una humillación".

Por eso, los ministros se centraron en la reconstrucción de Irak y en el "papel central" que debe jugar Naciones Unidas en la segunda fase del proceso, porque la primera, la de la seguridad del país, es responsabilidad de los invasores.

Los Quince se refirieron al necesario "pragmatismo" para abordar la cuestión de Irak. "Hay que mirar hacia adelante", comentó Ana Palacio, quien pretende dejar de lado "las diferencias" que han existido hasta ahora. Pero tampoco los ministros concretaron ayer cómo piensan superar esas diferencias, aunque fuentes del Consejo dijeron tener ya "posiciones muy cercanas". De entrada, hay países, como Alemania, que han anunciado que jamás actuarán en un Irak bajo mandato del general norteamericano Jay Garner, mientras España ya ha decidido la autoridad política y militar que colaborará con EE UU.

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Con independencia de cuál sea el papel de la UE, aparte de la tradicional ayuda humanitaria, Solana lanzó ayer, con el beneplácito de los Quince, un profundo debate sobre la nueva filosofía que Europa debe aplicar al problema de las armas de destrucción masiva. "Los riesgos de proliferación son peores de lo que pensábamos" y deben constituir "una prioridad política urgente", dijo a los ministros en una carta. Se trata, explicó luego, de encontrar fórmulas en las que Europa pueda "cooperar con EE UU y Rusia".

Palacio llegó a poner algún ejemplo de la "estrategia a largo plazo". Citó la posibilidad de incorporar a los códigos penales nacionales el delito de fabricación de esas armas; la exigencia de que todo país que suscriba un acuerdo de cooperación con la UE (Siria está a punto) se comprometa a no desarrollar esas armas, y el aumento de controles y verificaciones internacionales de armas químicas y bacteriológicas.

La ministra Ana Palacio (izquierda) saluda a su homóloga danesa Per Stig Möller en presencia de Javier Solana.AP

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