80 libros y catálogos resumen la belleza de la 'escritura material' de Antoni Tàpies

Ama los libros desde la infancia, y ello le ha llevado a crear un universo mágico en el que interpreta la escritura a través de la pintura. Antoni Tàpies (Barcelona, 1923) inauguró ayer en La Casa Encendida (Ronda de Valencia, 2), de Madrid, la exposición Escritura material. Libros, en la que se presenta una amplia selección de los libros de bibliófilo, carpetas, álbumes y catálogos especiales que el artista ha ido creando a lo largo de 50 años en colaboración con poetas, escritores, filósofos o científicos. Sus trabajos se basan en representaciones de la materia a través de presencias ...

Ama los libros desde la infancia, y ello le ha llevado a crear un universo mágico en el que interpreta la escritura a través de la pintura. Antoni Tàpies (Barcelona, 1923) inauguró ayer en La Casa Encendida (Ronda de Valencia, 2), de Madrid, la exposición Escritura material. Libros, en la que se presenta una amplia selección de los libros de bibliófilo, carpetas, álbumes y catálogos especiales que el artista ha ido creando a lo largo de 50 años en colaboración con poetas, escritores, filósofos o científicos. Sus trabajos se basan en representaciones de la materia a través de presencias del cuerpo, grafismos o alfabetos inexistentes. Los cerca de 80 libros y catálogos pueden ser vistos hasta el 15 de junio.

"Los libros de bibliófilo se relacionan directamente con mi deseo de crear objetos mágicos, auténticos talismanes que comuniquen unas ideas y produzcan unos efectos en el espectador", afirma Tàpies. El artista empezó a trabajar en los libros en 1949, en estrecha colaboración con con autores como Alberti, Brossa, Octavio Paz, Gimferrer, Takiguchi, Valente y Zambrano, entre otros. En este tipo de trabajos, Tàpies muestra su gusto por los materiales pobres, por la materia, el collage, la huella, y reflexiona sobre la unidad del cosmos, el lenguaje como elemento plástico y a la vez portador de sentido.

En los libros creados hay "un gran esfuerzo para reflejar la atmósfera general de cada escritor, el aura que me sugería el autor, sin inspirarme en las frases escritas. No se trataba de ilustrar libros, ya que la palabra ilustrar queda muy mal en el tipo de trabajo que hago", indicó Tàpies ayer en Madrid.

El artista catalán, vinculado a la poesía desde muy joven -"mi padre escribía versos"-, ha seguido cultivando su interés por ella. "A lo largo de mi vida he tenido la suerte de conocer a los mejores poetas, cuya amistad e interés por mi obra ha supuesto un gran estímulo". Tàpies apuntó ayer que se ha identificado con muchos de los poetas con los que ha trabajado durante años. "En unas ocasiones, por amistad personal, y en otras, como figuras históricas que han sido modelos para mi propio trabajo". Entre los poetas históricos, el artista recordó a Ramon Llull, "en el que siempre he encontrado una gran modernidad", y entre los más próximos se refirió a Josep Vicent Foix, "figura cumbre del vanguardismo catalán", así como a Rafael Alberti o José Ángel Valente, "al que tardé mucho en conocer. Pere Gimferrer me dijo que era el mejor poeta en lengua española del momento, y desde que le conocí surgió una simpatía mutua, me estimuló mucho su relación".

El artista recordó también que su gran amistad con Octavio Paz le llevó a rechazar el libro que el escritor había elegido para trabajar juntos. "Habíamos hablado mucho tiempo sobre esta colaboración. El libro que él me propuso tenía por título el nombre de un santurrón, y yo elegí otro".

En la exposición hay cerca de 80 libros y catálogos que proceden de la Fundación Tàpies. Las obras colocadas en las paredes y vitrinas recorren las salas de exposiciones de La Casa Encendida. La obra más antigua de las exhibidas son tres aguafuertes con textos de Joan Brossa.