Aznar acusa a Zapatero de avalar a los "manifestantes violentos" en España

El frágil acuerdo sobre Irak recompuesto ayer por los líderes de la UE fue acogido con satisfacción por José María Aznar, que lo defenderá esta semana en el Congreso para buscar un consenso interno. Pero el presidente del Gobierno expresó de inmediato su absoluta desconfianza en la posibilidad de aproximar posiciones con el secretario general del PSOE, José Luis Rodríguez Zapatero, al que acusó directamente de menospreciar a los soldados españoles enviados a Irak y, veladamente, de avalar las manifestaciones violentas del pasado jueves. Aznar reunirá hoy de nuevo en La Moncloa al Gabinete de c...

El frágil acuerdo sobre Irak recompuesto ayer por los líderes de la UE fue acogido con satisfacción por José María Aznar, que lo defenderá esta semana en el Congreso para buscar un consenso interno. Pero el presidente del Gobierno expresó de inmediato su absoluta desconfianza en la posibilidad de aproximar posiciones con el secretario general del PSOE, José Luis Rodríguez Zapatero, al que acusó directamente de menospreciar a los soldados españoles enviados a Irak y, veladamente, de avalar las manifestaciones violentas del pasado jueves. Aznar reunirá hoy de nuevo en La Moncloa al Gabinete de crisis.

Zapatero ha formulado "una posición que no tiene ni siquiera la más mínima consideración con unos compatriotas nuestros que están saliendo en misiones humanitarias hacia la crisis de Irak", señaló Aznar. "Tal vez sea porque no son soldados de remplazo, como los que fueron a la guerra del Golfo, hace once años. A lo mejor es que el esfuerzo que hacen hay que diferenciarlo entre si son soldados profesionales o de reemplazo", añadió el presidente, que se declaró "muy orgulloso" de haber reformado las Fuerzas Armadas, e insistió: "Al menos el mínimo gesto de desear suerte a unos compatriotas nuestros que van en misiones humanitarias a esta crisis, me parece un ejercicio mínimo de dignidad".

La dureza del presidente del Gobierno se explica, según dijo, porque el líder socialista afirmó el jueves que en la conversación telefónica que tuvo la víspera con Aznar comunicó un rechazo frontal al envío de esa misión integrada por 900 efectivos militares. El PSOE ha formalizado su posición en una popuesta parlamentaria que someterá a votación el martes.

Pero Aznar remitió su descontento a antecedentes más remotos que le llevaron a conclusiones más generales. El presidente afirmó que ha ofrecido ya a Zapatero el consenso sobre la crisis de Irak en tres ocasiones: el pasado 4 de febrero, cuando le recibió en La Moncloa; el 19 de febrero, cuando descolocó al PSOE sometiendo a votación en las Cortes, como posición del Gobierno, un acuerdo sobre el tema recién alcanzado por los Quince, y el pasado jueves cuando, horas después de iniciado el ataque, pidió que se abriera "un espacio para la aproximación".

Consensos desechados

"Quede muy claro que todas las ofertas de consenso que se han hecho han sido desechadas. El consenso no puede ser siempre hacer lo que se quiere. Eso es otra cosa, es manipulación, oportunismo electoral puro y duro con independencia de los intereses del país, algo en lo que el Gobierno no puede estar", concluyó Aznar.

El desahogo del presidente no concluyó ahí, porque los episodios de violencia registrados en algunas de la manifestaciones contra la guerra celebradas en diversas ciudades españolas el pasado jueves le dieron motivo para hacer nuevas críticas al PSOE: "No creo, sinceramente, en el pacifismo ni creo que sean pacifistas aquellos que se dedican a asaltar las sedes de los partidos democráticos, sedes del PP. Son unos bárbaros, y me parece incalificable que desde el silencio o desde la agresión verbal se legitimen actitudes incalificables e inaceptables. Todos los que manifiesten una discrepancia con el Gobierno", dijo también, "merecen respeto. Todos los que en nombre de la paz se dedican a injuriar gravemente, a tirar piedras, a asaltar casas, no merecen respeto. Y aquellos que, con su silencio o llamamientos, les avalan, deberían pensar muy bien lo que están haciendo, porque ése no es el camino".

Aznar no precisó qué táctica política va a desplegar para encarar esa difícil situación que no remite en el Congreso ni en la calle. Ni siquiera concretó si, tras el debate parlamentario sobre este Consejo Europeo, piensa someter a votación el acuerdo alcanzado en Bruselas sobre cuatro ejes: el compromiso con la integridad territorial, la estabilidad política y el desarme de Irak; la determinación de que la ONU vuelva a jugar un papel central en la crisis; el objetivo de volcarse en la ayuda humanitaria, y la necesidad de reforzar el diálogo con EE UU. Bromeó con que "ya hay muchas resoluciones", se quejó de que "los debates con el señor Zapatero sólo se traducen en una repetición de consignas", y dejó oír: "Espero y deseo que esta situación termine cuanto antes, por el bien y la seguridad de todos".

Aznar anunció que España "movilizará" 30 millones de euros en ayuda humanitaria a Irak. Cinco de ellos serán para organizaciones internacionales, otros cinco para las ONG, y veinte para asistencia de los refugiados.

Hoy tiene previsto reunir a primera hora al Gabinete de crisis, integrado por los dos vicepresidentes y los titulares de Defensa, Exteriores, Hacienda e Interior. El presidente de EE UU, George W. Bush, habló ayer por videoconferencia con Aznar, entre las 19.00 y las 19.20, para informarle del ataque a Bagdad.