Manuel Vicent describe en 'Cuerpos sucesivos' el amor desde el abismo

Ariadna Gil y Javier Rioyo debaten sobre las pasiones con el autor

Unas cuantas coincidencias ayudaron a que la presentación ayer de la nueva novela de Manuel Vicent, Cuerpos celestes, tuviera un carácter sentimental e insólito. El lugar elegido fue la Residencia de Estudiantes (porque ahí empieza la historia de amor "raro" entre los protagonistas) y leyó algunos párrafos la actriz Ariadna Gil, nieta de dos estudiantes de magisterio que se conocieron en ese simbólico espacio de libertad.

Manuel Vicent (Castellón, 1936) estaba asombrado de la cantidad de gente que abarrotaba la sala, como si nunca se acostumbrara al éxito literario. Iban llegando...

Suscríbete para seguir leyendo

Lee sin límites

Unas cuantas coincidencias ayudaron a que la presentación ayer de la nueva novela de Manuel Vicent, Cuerpos celestes, tuviera un carácter sentimental e insólito. El lugar elegido fue la Residencia de Estudiantes (porque ahí empieza la historia de amor "raro" entre los protagonistas) y leyó algunos párrafos la actriz Ariadna Gil, nieta de dos estudiantes de magisterio que se conocieron en ese simbólico espacio de libertad.

Manuel Vicent (Castellón, 1936) estaba asombrado de la cantidad de gente que abarrotaba la sala, como si nunca se acostumbrara al éxito literario. Iban llegando Ariadna Gil, Javier Rioyo (con quien hablaría de la novela, de amor y pasiones) y algunos amigos, como el actor José Manuel Cervino.

Un cuarteto femenino de músicos abrió el telón con La muerte y la doncella, de Schubert, en la misma sala de la Residencia en la que solía tocar Lorca. Vicent situó ahí el inicio de esta historia de amor relatada desde la otra parte, ("siempre hay un amante que vuelve del abismo"), porque su ambiente le daba "volumen psicológico al personaje". "Aquí hay muchos fantasmas, mucha melancolía y un pasado de inteligencia y libertad". Luego aludió al poder de las palabras en el amor: "El vehículo de la imaginación son las palabras. El erotismo sería sexo con imaginación, frente a la pornografía, que sería sexo con evidencia".

La elección de La muerte y la doncella no era gratuita. Javier Rioyo evocó la película de Polanski del mismo título al referirse a Cuerpos celestes (Alfaguara). "Su historia tiene que ver con las pasiones oscuras del amor. Ésta es una de las novelas más valientes hablando de amor. Normalmente se habla de él con menos profundidad. Es una novela fuerte sobre lo turbio que puede tener la pasión y sobre su cercanía con el dolor".

Y Ariadna Gil relató una feliz coincidencia: su abuelo llegó desde Alicante a estudiar magisterio. Lo mismo que su abuela, que acudía desde San Sebastián. Ella se quedaba en la Residencia de Señoritas, él en la Residencia de Estudiantes. Se conocieron y se quisieron. Su nieta cerraba ayer el círculo de una historia de pasión con la lectura de Cuerpos celestes, el relato de un amor "raro", calificó su autor, entre un maduro profesor y una mujer joven y bella.

Manuel Vicent, ayer en la Residencia de Estudiantes.MIGUEL GENER
Toda la cultura que va contigo te espera aquí.
Suscríbete

Babelia

Las novedades literarias analizadas por los mejores críticos en nuestro boletín semanal
RECÍBELO

Archivado En